Capítulo 44 – Caballo de Madera

‘¿Podría ser que todos habían entendido mal cuando golpeó a Elena y las otras chicas?’ Al mismo tiempo, Gerald se sintió un poco raro por dentro.

Se preguntó cómo reaccionarían Alice y Jocelyn si supieran que el joven jefe del que estaban hablando era él...

“¡Alice! ¿Por qué no me dijiste que estás aquí?”.

Mientras todos discutían con entusiasmo sobre el restaurante, Quinton, que estaba elegantemente vestido con atuendo formal, se acercó con Harold a su lado. Quinton estaba especialmente guapo hoy.

Al menos, era realmente guapo frente al grupo de chicas.

“Vi que estaba ocupado socializando y entreteniendo a tus clientes... ¿Estás cansado?”.

Alice sonrió mientras hablaba en voz baja. Nunca antes había tenido una relación y no era el tipo de chica que actuaría coquetamente frente a los chicos, que era la forma en que su compañera de cuarto, Jocelyn, siempre actuaba. Por lo tanto, sólo podía hablar de manera tímida.

“¡Estoy bien! Algunos de los tíos y propietarios de los negocios de la Calle Comercial Mayberry han venido a visitarnos hoy. Acabo de encontrar una mesa para ellos. ¡Ven, Alice! Les conseguiré una mesa ahora”, respondió Quinton con una brillante sonrisa en su rostro.

En ese momento, de repente vio a Gerald que estaba parado justo detrás de la multitud. Gerald estaba tocando un pequeño caballo de madera que estaba colocado en un estante.

El pequeño caballo de madera se veía muy delicado y estaba hecho de madera de sándalo. Gerald se sintió inmediatamente atraído por ella. Estaba lleno de curiosidad en ese momento.

“¡Oye! Esa cosa es muy frágil. ¡Ten cuidado, Hermano Gerald!” Quinton dijo rápidamente en un tono sarcástico.

De hecho, Quinton todavía estaba un poco disgustado y envidioso de Gerald porque lo había avergonzado en el Entretenimiento Montaña de Wayfair. Sí, aunque la única razón por la que Gerald podía permitirse llevarlos para disfrutar de una comida lujosa dentro de El Entretenimiento Montaña de Wayfair era porque Zack le debía un favor por salvar la vida de su hija, Quinton todavía estaba muy celoso de él.

Sin embargo, Quinton se sintió un poco mejor porque su familia ahora conocía a Zack. Quinton sintió que la relación entre Gerald y Zack posiblemente no duraría para siempre.

Después de todo, no sería posible que una persona se sintiera agradecida con otra durante mucho tiempo. Además, ‘¡Gerald es sólo un tonto vanidoso!’

“¡Oye! No dejes caer ese caballo de madera, Gerald. ¿Qué pasaría si te descuidas y lo rompes de nuevo? ¿Qué pasa si dañas el pequeño caballo de madera, como dañaste la pintura al óleo la última vez? Quinton no te debe nada, así que, ¿cómo vas a pagarle entonces?”.

“¡Exactamente! Él es realmente un campesino ¡Quiere tocar todo lo que ve!”.

“¡Realmente no entiendo por qué Alice quiere invitar a Gerald aquí con nosotros hoy! ¡Él hace que todos se sientan tan incómodos!”.

Jocelyn y las otras chicas rápidamente expresaron su descontento hacia Gerald. De hecho, la razón por la que ridiculizaban y criticaban a Gerald abiertamente era porque sabían que a Quinton no le caía bien.

Si Gerald hubiera sido amable y amistoso con Quinton cuando estaban en la mansión, entonces Jocelyn y las otras chicas definitivamente lo tendrían en cuenta.

Sin embargo, eso no sucedió. Además, Quinton ya estaba descontento de ver a Gerald aquí y parecía que Gerald no tenía ni idea de nada. De todos modos, ¿cómo podría Gerald competir con Quinton? Las chicas atacaron rápidamente a Gerald porque querían expresar sus posiciones frente a Quinton.

Mientras tanto, Alice sólo pudo negar con la cabeza impotente. Al principio, estaba planeando vengarse de Gerald. Cuando pensaba en ello ahora, su plan se sentía tan ridículo.

Era tan ridículo para ella incluso estar preocupada por esta persona en primer lugar.

“¡Naomi Harper! ¿Por qué estás aquí? Maldición. ¿Gerald, estás aquí también?”.

En ese momento, la voz de una mujer sonó detrás de ellos y sonaba muy sorprendida.

Cuando Gerald escuchó la voz de esta mujer, levantó la cabeza y se dio la vuelta, ¡sólo para darse cuenta de que era Xavia!