Con orgullo perdí soldados.

Capítulo I

Nos estacionamos frente a la vivienda que en su pórtico llevaba colgado un tablero con el número 512…, estába nervioso; Matías en son de broma dijo que sus manos temblaban y que, seguro tartamudearía, todoresultaba ser repentino.

Tras un suspiro profundo, la encendida de la cámara, y el microfono en mano, bajamos de la camioneta, y caminamos de manera inconsciente hasta aquel pórtico. Tocamos...

No pasó ni un minuto y una dama elegante nos recibió con una sonrisa esplendorosa

-Sí, buenos días-

-Buenos días mi estimada, somos de la televisora ECOESTATAL; sé que le sonará extraño, pero nos gustaría hablar con el sargento Volein-

-¿Enserio?, claro pasen- Extendió su mano 

Todo era extraño, ¿Porque no preguntó nada mas? ¿Porque se vio tan confiada?

En fin...

Otro suspiro sobrevino inconsciente a nosotros mientras ella nos acercaba a nuestro cometido pasando entre una puerta elegante hacia una biblioteca extensa, donde yacia una figura atenta a un libro que en su portada decía "Cambiando a la sociedad"

Ni bien lo vi, notamos en su rostro una vista y un gesto que solo arrojaban frialdad y pena.

-Dije que los primeros que llegaran a visitarme, a ellos les daría todads las premicias de mi vida, son afortunados- (Sonrió sensible) mientras obserbaba a la nada y lentamente nos regalaba una mirada docil  –Tomen asiento, por favor, ya sé por lo que vienen así que sin rodeos- (murmuró) Invitándonos con su mano a pasar hacia unos sillones forrados de cuero.

Al sentarnos sentíamos una presencia imponente, como si estuviéramos junto a un lobo apunto de atacar a su presa, Matías al acomodarse golpeó la mesa de centro y yo en son de alerta reaccione levantando las manos de golpe para sostenerlo y no verlo caer.

Regresamos a verlo y solo nos miró riendo un poco mientras se incorporaba en el sillón individual, acomodamos las cámaras frente a él. Enfocaba perfectamente su figura con un fondo propio de la misma.

-¿Nos podría decir su nombre completo?- empezamos

- Marcus Alexander Volein Engla- respondió sin inmutarse

-¿Cuántos años tiene?-

-Voy a ajustar los setenta y cinco.-

-Sé, que es repentino señor Volein, pero nos gustaría saber lo que en realidad paso con los Veinte y El Capitán nombrado, queremos sacar a la luz todo lo que pasó en aquel lugar, y desenmascarar a los implicados de tal traición, suponemos que ha visto las noticias y lo que están sacando a la luz los agentes del SEIN (Servicio Especial de Inteligencia Nacional)-

Su mera presencia no era la única que me hacía sentir pequeño, sino también la dureza de su voz, de sus ser, que retumbaba hasta en lo más profundo de mi ser.

-Todo era complicado en ese entonces, al país le sobrevino una gran crisis a consecuencia de la Guerra Fría, no es como ahora-

-A los niñatos ahora se les complica tanto la vida, que me da risa, en mi época hubieran muerto muy rápidos si tuvieran la mentalidad de esta sociedad-

-Estábamos en las fronteras con nuestro país enemigo- Comenzó a hablar, -el comandante de nuestra unidad era el Capitán Gutiérrez, (Su mirada se postro en el suelo) siempre nos veía con mala cara, como si solo fuéramos reses en el matadero, o una mugre en el zapato-

CUANDO MIS SOLDADOS MURIERON

-Apenas resultaba ser un novato en busca de un futuro prometedor casi como tú hijo; sabes….- Aquella reacción se nos hizo rara, avistando a nuestro entrevistado ese gesto de sopresa, -me disculpo- (expreso con un sonido peculiar, grueso y ronco desde su garganta), -me disculpo por cambiar de tema de forma inconsciente, es solo que…, recordar lo que paso, me lastima aún el alma; solo han pasado un par de años de lo sucedido, y aún estoy asimilándolo, aún tengo esa encrucijada en mi mente-

-¡El capitán y los veinte, ¿así nos dijeron?!- (soltó una carcajada ronca, mientras sostenía su abdomen) … -Las noticias pueden ser graciosas en ciertos casos.

-Jamás imaginé que una guerra se desencadenaría por simples lasos político, aunque ¿Cuándo no ha sido diferente?-

- Llegué como un soldado bajado de rango a la nueva estación por insurrección a unos imbéciles, (su mirada se postro rígida en nosotros mientras mostraba su puño frente a su rostro), ¡y eso! porque le partí la cara a uno de los lacayos del dinero. ¿Sabes por qué fue?

-No- dije inconsciente

-Todo fue por intentar sobornarme a costa de la vida mis camaradas; la vida ahí adentro no era como la pintaban afuera, el ejército era solo otro grupo que luchaba internamente con los suyos y su corrupción; la historia se hizo viral, aunque no contaron a las noticias lo que en realidad pasó, hablaron de la insurrección de un sargento a su superior, hablaron de un arma, y solo fue un puñetazo que propine a un General sacándole los dientes, eso sí fue real en toda aquella letanía; lo que no contaron fue el ¿Por qué lo golpeé?.

Aquella bazofia quiso enviarme a una misión suicida, donde sería el líder, y sería el único que saldría con vida, pero mi grupo moriría vilmente asesinado después de una tortura. No lo dijeron en esa forma, pero sabía cómo se comportaba ese grupo, sabía cómo era la guerra y sus agregados.




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