Cruel

1

Fue fácil conseguir el trabajo de mesera en el restaurante, pero aún así no puedo alejarme de mis padres, quiero alejarme de ellos, no quiero volver a tener sexo con el casero para que nos deje otro mes en la casa, ya no quiero estar con ellos.

Me llega un mensaje de Lea diciendo que ya es tiempo de hacer su última subasta, quiero participar. En una.

Lea siempre ha tenido dos subastas, las dos son legales, pero una es para personas que tienen dinero legal y la otra para quien no lo tenga del todo limpio.

Llego a la casa de Lea, donde me dará el trabajo que pido. Trago antes de que me dejen pasar al jardín. Es muy bonito. Tiene una alberca enorme con un par de muñecos inflables, supongo que son de sus nietos, esos pequeños diablos que cuide un par de veces. Los dos más grandes lo son... Sino mal recuerdo son Christopher y Eros... Ambos son unos diablos con batería recargable instantánea, la más calmada es la niña que se llama como su abuela, un amor de pequeña, y el pequeño Nicolás. Nació el veinticinco de diciembre, lo que es una broma privada del pequeño.

—Buenos días, Mare.

—Buen día, Lea.

Saca una tableta y busca mi nombre en las listas que siempre ha manejado, es chistoso que su hija participará en dos subastas y que no supiera que era su hija.

—El empleo...

—Quiero ser subastada.

Deja la tableta y levanta la vista a mí, sus ojos marrones se fijan en mí y suspira al verme.

—Mare...

—Por favor... Lea, necesito el dinero...

—¿Qué te hicieron?—Lea conoce mi situación.

Conoce lo poco que mis padres me quieren y lo poco que hacen bueno por mí, pero de verdad estoy cansada de todas las cosas que hago por ellos para que se gasten mi dinero en alcohol, drogas y sexo. Sí, ambos pagan a personas para que tengan relaciones con ellos porque el uno al otro no pueden.

—Otra vez me usaron de pagó—el casero tiene como cuarenta... Y...

No es muy bueno.

—Mare... Puedes trabajar aquí—ya lo sé pero no quiero eso.

—Lea... Quiero irme de la ciudad... Pero para empezar de cero, necesito el dinero que se puede obtener en una subasta.

La escucho suspirar, desbloquea la tableta y busca en ellas, su mirada no dice nada, sólo busca y suspira de vez en cuando. Lea puede ser mujer de muchos contactos, pero cuando se trata de sus chicas es como una madre.

—Mare... No tengo disponibilidad en ninguna de las dos subastas... Pero... Tengo un cliente del bajo mundo que quiere una chica, para uso personal—trago despacio—. Sí no quieres... Puedo preguntar a una de las chicas...

—Si... Emmm... Yo voy.

—Te daré el veinte porciento de lo que pague.

Puedo salirme de la casa de mis padres.

—Si... Mil gracias.

—No me agradezcas... Mare... Te pasaré un archivo y esas son las cosas que te debes de aprender para esta noche.

Asiento, con tal de salir de la casa de mis padres de una buena vez soy capaz de todo, aunque matar no creo, no soy capaz de eso, soy de muchas otras cosas, de eso no. Además sí salgo de la casa de mis padres quiero algo diferente para mí, tal vez buscar un empleo en California o irme a Washington a pasar mis días ahí, casarme y enamorarme como siempre he querido.

—¿Tienes un vestido elegante y sexy que puedas usar hoy en la noche?—dice interrumpiendo lo que pienso.

—No.

—Creo que... Mmm... Ven conmigo.

La sigo por los pasillos de su casa, es muy bonita, ya había entrado, pero no hasta dónde ella me conduce, entramos a una habitación que tiene una puerta con una C y una H, pintadas en la puerta, muy bonitas las flores que hacen las letras.

—Tengo unos vestidos que te pueden quedar.

Camina al armario y saca un vestido negro bastante corto, me mira y luego niega, así le hace con varios vestidos, hasta que encuentra uno que a ella le parece perfecto para mí.

Además un par de tacones que le combinan muy bien al vestido, me dice que sí quiero me quedé aquí que acabo Claire no está y tampoco sus diablos.

Me deja en la habitación y se va a hacer otras cosas que tiene que realizar, me siento en la cama viendo el vestido que hay en la cama, espero que nada malo suceda al hacer lo que voy a hacer.

Espero que nada malo me suceda.

Sólo lo espero.

(_/\_)

Espero a que Lea venga, ya estoy lista desde hace unos minutos, el vestido muestra a la mejor manera parte de mis pechos, y como es sin sostén se me resaltan más. También de largo apenas y tapa lo necesario, tragó cuando abren la puerta.

—Se te ve muy bien.

—Siento que no tapa nada.

—Pero tapa lo necesario.

Suspiro antes de seguirla, bajamos las escaleras, me va diciendo lo que tengo que hacer cuando lleguemos, de verdad que será un evento para el bajo mundo, no es la subasta, es otro evento al cuál me llevará para entregarme al cliente que me tendrá por cuatro meses.

Me da miedo.

Pero lo hago para ya no estar con mis padres.

Subíamos al auto que nos llevará a dónde sea que se hará el cambio, voy nerviosa, pero ella me dice que no lo esté, que esto será pasajero, y eso espero.

Me fijo en las calles de la ciudad que se ven muy bonitas por el atardecer que se apodera del cielo, lástima que ya está por acabarse, en unos minutos la noche tomara el día y así este terminará en otro asesinato sin resolver por la noche.

El auto se detiene en un restaurante de lujo, hay muchas personas del bajo mundo reunidas bajo el mismo techo, no sé cómo Les puede entrar y salir de él sin que nadie pueda decir pio.

Pero los del bajo mundo la quieren y respetan por el lugar que su madre tenía, y quién sabe cómo es que sus padres se conocieron.

Entramos al restaurante y varias personas fijan su vista en mi atuendo y en mi cuerpo. Caminamos entre las mesas y es muy difícil caminar sin sentir que dediquen un par de miradas a mi cuerpo.



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En el texto hay: celos, accion, balas

Editado: 14.08.2020

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