Brillas rosa
[Enith Mejia]
23 de Agosto del 2018.
12:30 PM.
—¡Enith! — Christian esta emocionado, lo sé por la manera en la que sonríe, algo paso. —Hola Enora, ¿cómo estás? —al parecer si la conoce.
—Estoy bien, bueno los dejo solos —dice friamente, me mira una vez más para después apagar el cigarrillo e irse.
—¿Son amigas? —pregunta Christian extrañado.
—Eso intento pero es complicado —¿te enojaras como Antonio?.
—¡Genial!, realmente creo que necesita una amiga, si es alguien tan alegre como tú mucho mejor.
—Tal vez, por cierto, ¿por qué estás tan feliz?, ¿algo paso? —sacudiendo el césped que quedó pegado en mi falda me levanto, debería de dejar de usar blancas si estaré sentándome sobre césped.
—Bueno, algo pequeño, me nombraron capitán —ambos nos miramos serios algunos segundos.
—¿Ya dejamos de fingir que es algo pequeño?.
—Sí.
Inmediatamente ambos empezamos a gritar como idiotas, creo que estamos igual de emocionados, me toma de la cintura para levantarme y hacerme girar en el aire como siempre que está feliz.
Estoy orgullosa, ha estado entrenando muy duro desde que entro a la escuela para convertirse en capitán.
—Estoy muy orgullosa, sabía que lo harías —no entiendo casi nada del básquet pero sé que Christian es bueno, todos lo dicen.
Verlo sonreir de esa manera, ver sus hoyuelos y sus ojos brillando me hace sentir extraña, aunque mi corazón late con fuerza se siente tran tranquilizador.
—Señorita Enith, desde este momento es la novia del capitán del equipo de la escuela, ¿está lista para esa carga ?— hace unas expresiones exageradas lo que hace soltar una carcaja, me encanta verlo tan feliz, lo merece después de todo lo que ha vivido.
—Es tan abrumador, quiero el divorcio.
—Lo siento, no hay devoluciones.
Después de un largo rato de malas bromas me baja.
Miro a mi alrededor para asegurarme que nadie haya visto mis calzones pero lo único que veo es a Enora del pie al otro lado del campo sonriendo.
—Enith, ¿no deberías de estar en clase? —la pregunta de Chris hace que deje de mirarla y me concentre en su mirada preocupada.
—¿Alex?, ¿eres tú?.
—No solo Alex puede preocuparse por tus clases, no deberías de faltar sin avisar, si tu mamá se entera se preocupará demasiado.
—Lo sé, ya no lo haré — desde lo que pasó con Sara mi mamá se pone nerviosa con facilidad, si algún profesor le informa sobre mis faltas pensará que me escapo de la escuela y se preocupará de nuevo, no quiero que pase de nuevo, odio que mencione su nombre.
—Vamos, te acompañaré a tu aula —antes de seguir a Chris miro de nuevo al mismo lugar donde estaba Enora pero ya no está, quería que también nos acompañara, sería genial que se hiciera amiga de Christian.
Oh no, las miradas, supongo que ya se corrió el rumor de que Chris es el nuevo capitán, no lo había pensando, recibirá más atención a apartir de ahora, incluso nuevas chicas se interesarán en él, ¿aún así seguirá estando conmigo?, tal vez prefiera a una chica más linda o una que este enamorada.
—Acabas de suspirar, algo te molesta, ¿qué ocurre? —odio que me conozca tanto.
—Chris supongamos algo, si una chica realmente bonita se interesa en tí, está enamorada locamente y lo demuestra, ¿me dejarías por ella? — él sabe a lo que me refiero, si alguien lo ama más que yo.
—No, tú me gustas y no importa si alguien está "locamente" enamorado de mí por que yo estoy "locamente" enamorado de tí, la única persona a la que amo eres tú — afirma de una manera tan casual que me deja sin aliento, ¿qué acaba de decir?.
—¿Me amas? — jamás nos habíamos dicho "te amo".
—Sí, lo hago, es imposible no amarte — se queda callado de golpe, lo miro y está pálido, ¿recién es conciente de lo que dijo?. —No lo dije para presionarte para que me lo digas, no lo tomes de esa manera por favor — sin poder evitarlo sonrío, sé que él jamás me presionaría a hacer nada, es gracioso cuando se pone nervioso, actúa muy raro.
—No me refería a eso tonto, solo me sorprendió, no lo sabía.
¿Por qué mi corazón late tan rápido?.
(...)
Hora del almuerzo, ¿por qué tengo un mal presentimiento?, confirmo qué algo esta mal cuando veo a Bianca esperandome en la entrada.
—¿Qué ocurre? —¿por qué mi voz sonó tan asustada?.
—Antes de entrar, Chris trato de echarlas pero siguen viniendo, Jeremiah está supervisando que no coquetee, Alex está reservado un lugar para tí y Antonio ya compró tu comida, debes de mantener la calma y si te sientes celosa es completamente normal, ¿okey?.
—¿De qué estás hablando?.
Me mira como si quisiera encerrarme en algún lado o matarme, ambas dan miedo.
—Entremos — ordena.
Cuando abre la puerta me doy cuenta a lo que se refiere.
Chris está sentado en nuestra mesa habitual pero la única diferencia es que hay por lo menos diez chicas a su alrededor, todas son del equipo de porristas y baile.
Es su primer día como capitán, sabía que pasaría esto pero es tan extraño verlo con mis ojos, ¿por qué tratan de tocarlo tanto?.
—¡Amor! —me llama Chris, bueno, me esta pidiendo auxilio, se levanta de su lugar y corre hacia mí, me da un abrazo y un beso pero yo no aparto la mirada de las chicas. —¿Quieres que vayamos a otro lado? — normalmente diría que sí pero esta vez no.
—No, ven, vamos a comer amor — Jeremiah, Alex, Antonio, Bianca y Christian me miran con la boca abierta, todos saben que odio llamarlo por apodos.
Ambos regresamos a la mesa tomados de la mano, trato de actuar lo más cariñosa que puedo y mantener el contacto físico presente, no dejo de hablar para que ellas no puedan hacerlo, después de una larga hora por fin todos se cansan y se van.
—Lo siento — se disculpa Chris, se rescuesta en mí pecho y me mira con ojitos de perrito regañado, ¿no lo entiende?, no estoy enojada con él es conmigo.