De nuevo tu

Morir de amor o amar a morir

–Es hoy, despierta, es hoy.

–Alice déjame dormir.

–No, debes de levantarte, tenemos muchas cosas que hacer, además debemos despertarla, cantarle una canción de cumpleaños, Heihey

–Ya voy, déjame cambiarme y estaré lista en diez minutos.

Alice salió de la habitación, Dallan rápidamente vio la hora en su celular, seis de la mañana, se vistió y fue a la cocina donde Alice ya comenzaba a preparar todo para la gran fiesta de Jean.

–Genial, ahora podrás hacer el pastel.

–Solo hare cupcakes.

–Bueno eso no importa, lo que importa es que volveremos a ver a los chicos.

– ¡SI!, volverán a verlos.

–Recuerdas sus nombres –ambas seguían en sus labores mientras hablaban, pero ante el cuestionamiento Dallan se quedó callada –No puede ser, Scott y Liam son hermanos…

–Uno biológico y otro adoptado, Scott es pelinegro y Liam rubio, el mellizo de Jean es el pelirrojo, no dije no saber nada Alice.

–En fin ellos deben de quedarse, aquí, ya sabes todo el asunto de las casas y eso.

–Y, ¿Dónde se quedaron estas últimas semanas?

–Nathan consiguió un hotel donde quedarse, dijo Jean que los tres tenían trabajos y sueldo estable pero que el hotel era algo caro.

–Qué bueno que las habitaciones se las rentare yo.

–Heihey –dijo rápidamente Alice mientras la miraba –Necesito que no seas grosera con ellos, además recuerda seremos más en este lugar así que…

–Siento un ambiente de celos en el aire.

–Solo trata de no andar por el departamento en paño menores.

–No lo hare, dios –dijo mirándola –ahora andaré desnuda.

–Dallan.

–Es un chiste Alice

–Contigo es difícil creer en los chistes, en fin, chocolate o te.

–prefiero café, té informo que saldré a correr a las ocho, así que dime que más hago.

Además de hacer el desayuno para diez personas, las chicas comenzaron a adornar el departamento, hoy no abrirían la cafetería por obvias razones, Jean despertó unos minutos después de que terminaran los preparativos, ambas la felicitaron y Dallan prometió volver para el almuerzo.

–Tendremos invitados, así que no nos hagas esperar mucho.

–No lo hare Alice.

Tomo la correa de Peter y junto a él salió a correr, mientras se colocaba sus audífonos se dio cuenta de que sus agujetas estaban desabrochadas, se detuvo en el próximo semáforo, apenas y había autos esa mañana, se abrocho las agujetas y al terminar noto que Peter ya había cruzado la calle, no había colocado bien la correa.

–Quédate ahí –miro a ambos lado, un auto se veía a unas dos cuadras de distancia, así que iba a poder cruzar la calle, trato de trotar pero al hacerlo Peter fue corriendo directo a ella y la tacleo, el auto había parado en seco, Dallan se levantó rápidamente mientras Peter se colocaba a su lado.

– ¿está bien señorita?

–Sí, yo estoy bien, disculpe haber detenido su automóvil, es solo que Peter, estaba algo entusiasmado.

El chico se puso a la altura de perro, este lejos de querer atacarlo se portó bien con él –Es un lindo perro, un doberman hermoso, diría que muy simpático.

Peter alzo su pata y el cortésmente acepto el saludo –Lo siento mucho, pero nosotros tenemos que irnos –Dallan se incoó y le puso la correa, esta vez asegurándose de que estaba bien colocada –que tenga lindo día.

Ambos siguieron directo al parque y como siempre hicieron su rutina, al terminar se sentaron a descansar y una chica se acercó a ellos.

–Seguirte el paso no es fácil.

–Me doy cuenta, estas sudando además de hiperventilar.

–Demasiado diría yo –la chica echo la cabeza hacia atrás.

– ¿Por qué fue el mensaje?

–Tenemos un leve problema  con el carnaval.

–Dime que nadie ha renunciado a su puesto.

–No, no es eso –la chica retomo su postura y miro seriamente a Dallan –Janice falleció ayer por la noche, y antes de que estuviera completamente fría sus hijos ya reclamaban las propiedades, entre ellas el jardín que siempre nos presta para el carnaval.

– ¿Dónde es el funeral?

–Dallan, no creo que…

–Mery.

–En la funeraria del barrio, sera esta noche.

–Arreglaremos lo del jardín después, ahora háblame de que otro problema ahí.

–Otto se presentó en el refugio ayer después de que habíamos cerrado, trato de entrar.

–Hablare con el alcalde de eso.

Mery era la primera amiga que Dallan hizo al llegar al barrio y cuando ingreso a la preparatoria, antes de terminarla decidieron convencer a la abuela de esta última y con su ayuda abrieron un refugio de animales en el barrio, aunque no todo fue miel sobre hojuelas, el encargado de la perrera había hecho de todo para que quitaran el refugio, ya que de eso sacaba una gran cantidad de dinero, porque vendía perros para peleas.

–Paso por ti para ir al funeral.

–Está bien, tengo que irme, son las diez y tengo algunos pendientes.

–Entonces la fiesta.

–Puedes ir a la fiesta, yo iré al funeral y daré mis condolencias, bueno nuestras condolencias.

–Tienes que irte, yo me encargo de lo demás.

– ¿Qué es lo demás?

–Pues tengo que cuidar a los canes, darles de comer, pasearlos en la tarde…

– ¿Dónde está Dorian? -pregunto interrumpiendo.

–Necesitaba despejarse un rato, salió de paseo.

–Dorian y paseo en la misma oración, es muy raro.

–Lo sé, pero después de eso.

–Entiendo, en fin debo irme, tengo un almuerzo y necesito estar ahí o Alice me matara.

–Te veo luego.

–Está bien.

Salieron corriendo de regreso, al llegar había un auto color negro, una motocicleta que juraría haber visto de alguna parte, en fin, veía muchas de ellas muy seguido.

Tomo su teléfono, había estado vibrando como loco desde hace un rato, al sacarlo de su bolsillo junto a sus llaves había varias llamadas perdidas de su tía Fanny, rápidamente la devolvió.




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