Durante la mañana del siguiente día no pude levantarme, mis padres me dijeron que permaneciera descansando además de que fue recomendación del médico, pero mi obsesión por aquel árbol no hacía más que subir con cada día que pasaba; Mi ventana me dejaba mirar hacia el pueblo y las pocas personas que miraban hacia dentro solo esbozaban una sonrisa pequeña y seguían su camino. El pueblo es pequeño no creo que pasen de los 600 habitantes entonces claramente saben quien vive en esta casa y de quien es esa ventana, mía. El chico que está obsesionado con ese tronco y su luz.
Me quede dormido y al despertar sin siquiera ver la hora salí de casa, claramente fui a donde el árbol, pero esta vez decidido a tocarlo, nada me detendría esta vez, por fin sería el día donde este impulso de haber estado en cama básicamente todo el día me ayudaría a arriesgarme a lo desconocido y tocarlo de una vez por todas. El árbol estaba por la parte Este del pueblo, y caminando 5 minutos después de la que sería la “Entrada Este”, observé el pequeño sitio rodeado de Violetas y el árbol, cualquiera pensaría que el árbol esta justo al centro rodeado de tanta belleza, pero no. En este pequeño jardín natural el árbol nunca fue el centro de atención, sino las violetas que rodean el sitio ya que todas y cada una de ellas es exactamente idéntica a la anterior sin excepción alguna y por si eso no fuera curioso suficiente el día que a una de ellas de le caiga un pétalo, a sus hermanas más próximas también se le caerá, y como se puede imaginar se hace una reacción en cadena que logra que a todas las flores se les caiga ese mismo pétalo, algo que en verdad es muy hermoso de ver, por apenas unos segundos llueven pétalos que el aire se lleva, razón aun mayor para no comprender como es que este sitio tan mágico no despierta la curiosidad de la gente, excepto la mía.
Este suceso no es nuevo, tiene mucho tiempo sucediendo y dado este comportamiento de las flores, no a cualquiera se le permite el acceso a este sitio de nuestro pueblo. Los extranjeros tienen prohibido entrar y todo a raíz de que hace 10 años uno de ellos arranco una flor para gusto personal y eso llevo a la muerte de todas las demás que perdieron a su hermana, por suerte las semillas volvieron a florecer pero los lideres no querían arriesgarse a que esta suerte no la tuviéramos más y perdiéramos este bello sitio; regresando al punto principal el árbol está hasta la orilla derecha del jardín y se ve porque es el único árbol de este lugar, pero en realidad es únicamente el tronco, hace 5 años era un frondoso árbol que daba mucha sombra y embellecía el sitio pero en una tormenta que hubo un rayo cayo directamente sobre él lo quemo y después de eso ya nunca se pudo recuperar, algunos piensan que el árbol sigue vivo (Quizás sea por la luz, aunque esta apareció algunos años después), y quizás ahora destaca un poco gracias a la historia que lo rodea pero aun así nunca nada ha llamado tanto la atención como las flores, incluso después de que como menciono, tuviera esa luz, en este sitio resuena una magia peculiar que dudo pueda verse en otro lugar.
Decidido a que hoy sería el día, camine lentamente con mi brazo extendido, esto para ayudarme a pensar en el objetivo, cada paso era un reto nuevo, cada paso incrementaba el miedo y la ansiedad, pero así mismo la emoción, estoy decidido… a… tocarlo.
En mi cabeza solo resonaba la historia del primer día que vi el árbol brillar, en mi casa somos panaderos y estábamos trabajando, normalmente yo me encargo de las masas y mis padres del horneado y decorado, de pronto Mauricio llego corriendo y toco fuertemente la ventana que es por donde mi papa despachaba a la gente.
Al terminar Mauricio no se esperó a que mi papa le respondiera y nuevamente corrió, pero en esta ocasión hacia el pueblo, supongo para informar a los demás.
Caminamos hacia el jardín y como era de esperarse la mayoría del pueblo estaba caminando hacia allí, y entre más nos acercábamos más difícil era acceder hasta las flores y ver que sucedía realmente.
Mi padre era muy respetado en el pueblo entonces pasar entre las personas no era muy complicado ya que los mismos pobladores le abrían paso, las palabras no eran necesarias y mi padre simplemente les agradecía con un gesto en su rostro. Continuamos caminando y llegamos hasta donde las flores abrían paso y ellas mismas nos dejaban pasar hacia el árbol, claro que aquí la gente no era tanta porque pisar una sola flor significaría volver a acabar con el jardín y eso era bastante castigado, ya sea el exilio del pueblo o cadena perpetua en la cárcel. Llegamos al árbol y fue donde vimos de que estaba hablando Mauricio, el árbol tenia una tonalidad como si se estuviera incendiando por dentro, humo salía de la parte superior y lo más curioso aun es que todas las violetas estaban “Volteando” hacia el árbol como si lo estuvieran viendo, pasaron unos segundos y el fuego se intensifico (Quiero ser claro en que el árbol nunca tuvo flamas visibles por fuera, ni siquiera hacia calor alrededor de él, varias personas intentaron tocarlo incluido mi padre pero todos sin excepción dijeron que el árbol estaba frio, era como si fuera una ilusión de que el árbol estaba en llamas) Cuando el fuego interno se intensifico el árbol empezó a ennegrecerse justamente por la combustión hasta que esa extraña pero realista ilusión termino y el árbol de apagó. Todos dieron por terminado el espectáculo y las personas comenzaron a irse del jardín poco a poco mientras platicaban acerca de lo que acababan de ver, el misterio que rodea este lugar no hacía más que crecer, pero aun así pocos daban importancia, ya estaban acostumbrados a que estas cosas pasaran por aquí. Cuando mi padre nos dijo que nos fuéramos del lugar mi madre grito: “¡Miren!” Volteamos rápidamente y vimos como el árbol se estaba regenerando poco a poco y el tronco volvía a tener un color de madera viva, aunque sus ramas y hojas no regresaron, en cambio un hoyo se le empezó a formar en el centro y se fue abriendo mas y mas hasta quedar del tamaño de una cabeza humana y de este hoyo una luz entre amarilla y blanca se empezó a iluminar cada vez mas hasta llegar a ser lo que conocemos a hora, un árbol con luz propia.