Detective Paradise
Capítulo 1
Mi nombre es James Johnson
Eran las 01:32 cuando recibí aquella llamada del comisario. Me levanté de la cama, encendí un cigarrillo y comencé a vestirme con mi gabardina marrón y mi sombrero de la suerte; el cual heredé de mi padre poco antes de que abandonara el servicio policial. Era un gran hombre. Fue un héroe en de la ciudad de Manhattan…
Salí de mi apartamento a toda prisa, aunque algo despistado recordando un sueño erótico que había tenido con Charlotte, la casera joven que me alquila la habitación 023 de aquel edificio donde me hospedo.
Muchos dicen que es un viejo hotel, otros dicen que una vez alguien se suicidó en aquel lugar. Desde luego no es de extrañar, con esos muebles color caoba ¿quién no se hubiera volado al cabeza?
Supongo que soy el único que no cree en esos rumores, aunque a veces mi profesión me obliga a hacerlo para así expandir mi mente a los casos que mi profesión me demanda.
La calle estaba mojada por el relente; la oscuridad de la noche se tragaba como la boca de un lobo todos los callejones de la ciudad.
El misterio me susurra una vez más –Johnson, agarra la petaca y dale un trago a ese burbon que tienes reservado para estas ocasiones.
Las luces de las pocas farolas que iluminan la calle destellan con parpadeos sobre mi rostro fatigado por la profesión y la vida que he llevado desde que Marlene me abandonó y se fue con mi hija; mi pequeña Caroline.
Me hago cada día más viejo, la ulcera me está matando lentamente, la soledad es una constante amenaza, y esta profesión es todo lo que tengo.
Tan solo sueño con poder descansar algún día si los gajes de este oficio me lo permiten. Así como le pasó a Bob Strauss, herido de muerte la semana pasada por un maldito politoxicómano que cargó contra él a tiros estando de patrulla en turno de noche.
Aun no le he enviado flores a la viuda.
Esta ciudad está llena de parásitos sexuales, drogas, prostitutas, asesinos y maleantes alcoholizados tirados por las calles.
Supongo que esta llamada será para más de lo mismo…
Siempre hay una prostituta en peligro, un retorcido padre que abusa de su hija, un drogata sin conocimiento ni causa y una ciudad que se purga a sí misma para que tipos como yo James Johnson les siga la pista, los atrape y los meta en la jaula. A no ser que prefieran confesarse pasando por fuego y me permitan pegarles un tiro entre ceja y ceja.
Así les facilitaría la entrevista con el diablo.
CONTINUARÁ…
Detective Paradise
Capítulo 2
Manjar para las ratas
Ya casi van a dar las 02:00 am, me retrasé más de lo normal. He tenido que parar en una de esas gasolineras de mala muerte a comprar unos cigarrillos.
Parece ilógico, pero a estas horas está todo cerrado y no hay ni una jodida tabacalera abierta en toda la ciudad.
Por cierto; Este cigarro está asqueroso.
Nada como los cigarrillos originales que compro al señor Billy Smith en mi estanco de confianza.
Me fumo el cigarrillo con tranquilidad, apoyado en el surtidor, mientras aprovecho para repostar gasolina.
Conforme continúo a mi destino, diviso unos destellos azules. Son las luces de los coches patrulla que me indican la dirección del lugar del crimen.
Estoy en el distrito financiero del Wall Street. Así que imagino que la víctima será otro cerdo gordo y enchaquetado al que le han vaciado la bolsa a cambio de la vida (nunca mejor dicho).
Otro robo con violencia e intimidación en esta ciudad corrupta llena de prostitución y mafias.
Empiezo a suponer. Aunque la suposición solo es un grano de arena en este desierto de investigaciones e incertidumbres que algún día, contaran la verdad o simplemente quedará oculta, como tanta mierda por destapar en estas calles y antros de mala muerte.
Los compañeros me preguntan cómo me va la noche, mientras oyen el sonido de mis zapatos acercándose al cuerpo de la víctima.
Joder, mierda.
Entre arcadas, me vuelvo y escupo una bilis amarga con sabor a tabaco barato.
Otro cadáver sin cuerpo, vísceras y entrañas esparcidas junto a unas papeleras rodeadas de ratas, que no huyen de nuestra presencia.
¿Quién diablos habrá hecho algo así?
Ya es la tercera víctima en las últimas tres semanas.
Parece que hay algún carnicero psicópata suelto, que se divierte haciendo estas cosas macabras.
No logramos reconocer quien es la víctima.
Hay un fichero en comisaria con el que gracias al médico forense y nuestros informes tratamos de relacionar a los desaparecidos con estos restos por su peso y tras un largo proceso con su ADN.
Pero la ciencia aún es muy lenta y no tenemos tiempo de enterrar fantasmas, así que simplemente tomaremos las huellas del cadáver.
Todos queremos irnos pronto a casa. Aunque yo prefiero atrapar a ese hijo de puta y hacer justicia, ya que es lo que más me gusta del trabajo de detective policial.
Hablo con el joven aprendiz Mike y le digo que me pase toda la información adjuntada hasta el momento.
La primera víctima, hace tres semanas. Unos restos humanos aparentemente de una señora.
Según los datos puede tratarse de una señora de origen anglosajón, la cual desapareció según fuentes cercanas a la persona diciendo que dejaron de verla días antes de encontrar los restos, también en la basura.