PRÓLOGO

Vivir con una persona que no te ama es realmente doloroso, porque vives para complacerlo en todo momento, lo amas a tal punto que te olvidas de ti mismo, pero cuando esa misma persona te saca de su vida y te reencuentras contigo mismo ya no sabes que hacer… no sabes cómo seguir, cómo vivir por y para ti.

Piensas constantemente lo que él hace, imaginas su vida cuando ya no estés y ruegas por qué te extrañe aunque sea un poco. Te detienes a pensar si cambiará su vida cuando ya no despiertes a su lado, cuando no lo recibas con una sonrisa después del trabajo o cuando peleaban por pequeñeces sin sentido. 

Buscas fortaleza de muchos lugares y por momentos te funciona, te relajas y disfrutas de tu día, aunque todo se derrumba cuando lo ves otra vez… Los monstruos de tu cabeza aparecen más feroces que antes y dilapidan todo muro que construyes alrededor, rebuscan los momentos en los cuales fuiste feliz pero también buscan los detalles… esos pequeños detalles que no veías antes, la forma en la que ignoraba tus esfuerzos de verte bien, las veces en que te echo de sus momentos  importantes, cuando minimizaba tu sentir y te derriba tan rápido… 

Realmente es doloroso vivir con alguien que no te ama. ¿Piensas que pasó? Si hasta hace unos meses atrás éramos tan felices juntos, hasta hace unas semanas yo era su fuerza para seguir adelante, hasta hace unos días me declaraba su amor aún intacto a través del tiempo… Tal vez mis inseguridades se volvieron muy pesadas para él, tal vez no fui muy acertada en mis acciones, tal vez no fui suficiente para estar a su lado y ayudarlo a mejorar cada día más, tal vez se dio cuenta que simplemente ya no estaba a su altura. 

Y de repente, te sientes vacía, con un nudo en la garganta y los ojos inundados, conoces esa sensación de estar cayendo hasta lo más profundo, sin poder siquiera levantar tus brazos para frenar la caída.  Te repites : " Vas a mejorar" " Debes ser fuerte" pero sabes que son simples palabras vacías… la realidad es que no sabes cómo hacer frente a esta situación y te estás desmoronando de a poco muy lentamente.