El primer día.

Querido Dios:

Septiembre 2023

Cada domingo nos reunimos para adorarte y recordar los sufrimientos de tu hijo Jesús en la cruz. También conmemoramos su resurrección y la victoria que nos permite levantarnos de entre los muertos. Hoy, Jesús vive por los siglos de los siglos, y por eso te adoramos y te agradecemos.

Hace un año que me he acercado a ti, he sentido cosas, he visto tu gracia y tu misericordia, y estoy lista para enfrentar los obstáculos del enemigo y ganar la batalla contigo.

Espero comenzar el día de la mejor manera posible. Te agradezco por todo. Amén.

Al llegar a la iglesia...

El sonido de las campanas resonaba en la pequeña capilla, marcando el inicio de otro día en comunión contigo. Los rayos del sol se filtraban a través de los vitrales, pintando el suelo de la iglesia con tonalidades doradas. Sentada en uno de los bancos de madera pulida, me sumergí en una profunda reflexión sobre tu amor y tu guía en mi vida.

Recordé las palabras de aquel sermón que me tocó el corazón hace un año, cuando decidí entregarme por completo a ti. Desde entonces, cada momento ha sido una oportunidad para crecer en fe y confianza en tus caminos.

Mientras escuchaba las oraciones de los fieles a mi alrededor, una sensación de paz invadió mi ser. Sabía que, a pesar de los desafíos que pudieran presentarse, tú estabas a mi lado, fortaleciéndome con tu amor inquebrantable.

Al salir de la iglesia, el aire fresco de la mañana acariciaba mi rostro, recordándome tu presencia en cada detalle de la creación. Con paso firme y corazón agradecido, me dispuse a enfrentar el nuevo día, sabiendo que, con tu ayuda, nada estaría fuera de mi alcance.

Esa mañana, no podía prever los desafíos y pruebas que enfrentaríamos en el campamento juvenil. Sin embargo, estaba segura de que nuestra fe y unidad nos guiarían a través de cualquier adversidad. Sabía que junto a Nathaniel, Sams, Mónica y los demás, encontraríamos la fuerza para superar cualquier oscuridad que se nos presentara.

Amén.