Confirmar los reyes y duques su unión querían, así que a sus hijos con una sonrisa les dijeron que en el futuro se casarían y juntos para siempre vivirían.
Los niños nada podían hacer aunque lo querían, por lo que al crecer ese su destino sería, en esposos se convertirían y su lugar ante la sociedad ocuparían.
Sin embargo, el destino un giro sombrío tomó, el compromiso de toda la vida se rompió, la realidad en que la joven princesa vivía se disipó, su amado padre en un juego de poder murió y ella sola se quedó.
El duque para salvar a su familia huyó y Su Alteza obligada a salvar a su reino, en reina contra todo pronóstico se convirtió.
Más ricos a los nobles haría, pero aquellos que en el poder no la querían en agonía morirían y los que estaban bajo su yugo hasta la mismísima muerte la seguirían porque de una terrible condena ella los liberaría.
Su amado hermano edad no tenía para lo que su deber como rey requeriría, por lo ella hasta el príncipe estuviera listo el puesto con honor y respeto ocuparía.
Con su inteligencia y astucia a todos como estúpidos dejó y por ello tanto odio como adoración de la corte y su pueblo se ganó.
Cuando ya no lo necesitaba el duque por causas mayores regresó, ella aunque al principio a ayudarlo se negó, después de la oferta aprovechó y a la querida hermana del duque rescató.
Así fue que, bajo sus condiciones y propósitos en esposo y títere de la reina el duque se convirtió.