ELLA
... Y ahí estaba ella con su sonrisa tan discreta y alegre. Ya le faltaba poco para que llegue a su centro de trabajo pero al llegar se encontró con un tumulto de gente a fueras de la entrada. Y cada vez más personas se reunían en las afueras de su lugar de trabajo. Lo único que quería era llegar a su oficina y tomarse un respiro y empezar a trabajar. Su respiración empezó a agitarse, sus pies no le respondían. No podía seguir ya que ella estaba intentando pasar pero él tumulto de la gente la apretaba demasiado. A lo lejos distinguió a Alfredo y este se dio cuenta de que su compañera de trabajo están en aprietos. Inmediatamente empezó a caminar hacia ella sin importarle nada.
—Abran... abran pasó... _gritaba con fuerza mientras con sus brazos se abría paso empujando a dichas personas que le impidian el paso. Minutos después logró llegar a donde se encontraba ella y la tomó de la mano. Ella se aferro a él porque sentía que perdía el equilibrio. Alfredo sólo asintió ante tal acción. Entre tanto esfuerzo lograron llegar e inmediato se metieron para adentro
—Alfredo... Mu... muchas gracias. Me ayudaste demasiado
—No es nada. Para eso estamos _dijo asintiendo una sonrisa
Alfredo se estaba retirando cuando le gente de repente de afuera empezó a gritar y lanzar cosas. Un huevo impacto en Alfredo reventando de manera espontánea que dejó manchada su ropa de trabajo. Ella mostraba una preocupación muy grande y de inmediato se fue a su oficina para darse un respiro y empezar a trabajar sin tanto estrés. No obstante el gerente de la empresa reunió a sus trabajadores para informarles de algo...
—Cómo verán ya saben lo que está sucediendo afuera. Es todo un caos y bueno por su seguridad he decidido que hoy no se va a laborar y ya veremos como recuperamos este día perdido. Así que amablemente les pido que ya se vayan retirando y por la otra salida. Estamos frente a una problemática y trataré de solucionarlo. Espero su comprensión _y acto seguido procedió a retirarse.
Regresó a sacar sus cosas y salió por la puerta trasera. Se encontraba exhausta y podía ya al fin darse un pequeño respiro. Llegó a su cuarto y de inmediato se fue a su cama. Sacó su móvil y empezó a revisar sus redes sociales. No encontraba nada atrayente por lo que decidió llamar a su madre quien respondió de inmediato. Pasado ya un lapso de tiempo su paquete de llamadas ilimitadas había terminado. Se acostó y al poco rato quedó profundamente dormida...