Capítulo 2

Las Minas era un pueblo entre el estado de Veracruz, el estado de Puebla y el estado de Hidalgo. Estaba en medio de una sierra y apenas contaba con 500 habitantes, la mayoría eran ancianos y adultos mayores, además de eso todos estaban dispersos

No era que hubiera un orden exacto en como localizar las casas. El terreno no era plano y no lo permitía.

La casa de su hermana estaba en las afueras de la sierra. A las afueras del pueblo, donde afortunadamente no había mucha vegetación; Luisa les había mandado fotos hace tiempo de como era la casa, su hermana también tenía la horrible costumbre de esconder las llaves en un macetero, pero esa costumbre le termino salvando a Mariana, que las encontraría facilmente. 

‘Al menos no es de madera o de lamina’ Pensó Mariana cuando estaciono la camioneta afuera de la casa, su hermana les había mandado fotos de como era su nueva casa. La casa estaba bien cuidada, al menos por fuera. Agarro las llaves de la camioneta, su cartera y bajo a ver que encontraba. Se puso la chamarra solo para assegurar.

Si hacía frío antes de subir el cerro, ahora seguramente hacía diez veces mas. 

Un águila estaba parada sobre una de las ramas de un árbol cercano, mientras la observaba con ojos atentos.

-Chingadera y media, Luisa. Solo tu te vienes a meter a estos lugares- Le reprocho a su hermana, aunque no estuviera ahí para escucharla -Te dije que solo des clases privadas, pero no, en el cerro querías estar. 

Fue la puerta y toco, si todo estaba bien, su hermana le abriría y Mariana podría gritarle un par de horas por preocupar a la familia… si su hermana estaba ahí… esperaba que su hermana estuviera ahí. Toco la puerta una vez mas cuando nadie le abrió.

Busco el macetero que su hermana debería tener en la puerta principal, encontró tres… se levanto la manga y empezo a buscar hasta finalmente dar con un llavero que tenía varias llaves.

Olvidalo, era mas facil entrar por su cuenta en buscar una llave entre las cincuenta del llavero. 

Regreso al auto por un par de ganzúas de las que tenía, arrojo el llavero al tapete del asiento del copiloto para no ensuciar sus tapetes de tierra. Tras un par de movimiento y empujar con su cuerpo, la puerta finalmente se abrió.

Prendió su linterna una vez que entro a la casa, el pasillo estaba oscuro, demasiado oscuro. Apunto con la linterna hacia las sandalias que estaban en el escalón de la entrada, su hermana normalmente usaba pantuflas adentro de la casa y usaba otros zapatos para salir, aunque fuera al jardín

Todos los regaños de Mariana durante su infancia y adolescencia, al menos algo se le había quedado en la cabeza a Luisa.

Camino normalmente hasta el primer interruptor que vio, se aseguro de que no oliera a gas y que el foco estuviera puesto.

-¿Luisa?- Pregunto a la nada, apago su linterna pero no la guardo en su bolsillo -¡¿Luisa?! ¡Soy Mery!- Aviso revisando la planta baja, pero no hubo señal de que hubiera alguien… no en un tiempo al menos

Había una taza en la mesa, té que ya olía mal por los días en la mesa, a pesar del frío que hacía en la casa. La tomo y la llevo al lavabo para tirarlo. Subió a la segunda planta cuando confirmo que no había nadie en la planta baja

El águila ahora estaba parada en una de las ventanas de la casa, Mery camino hasta la ventana para ahuyentarla, iba a cerrar la ventana, pero el águila no se movió, en cambio chillo y Mariana retrocedió. El águila la miro directamente y agito las alas.

Decidió dejarla ahí e irse

Reviso todos los cuartos de arriba, pero su hermana no estaba por ningún lado. En el cuarto grande, donde supuso que su hermana se estaba quedando pues estaba su ropa, la bañera estaba llena, aunque el agua estaba casi helada y con algunos gusarapos* y larvas de moscos

Hizo una mueca, con lo aficionada que Mariana era para la limpieza, iba a limpiar este lugar con cloro y ácido muriático de ser necesario

El baño estaba relativamente limpio, incluso había ropa sobre la cama, la que seguramente su hermana se iba a poner después de bañarse… Podía darse una idea

Su hermana desapareció entre algún momento del miércoles de hace dos semanas hasta antes del miércoles de la semana pasada. Seguramente escucho algo afuera antes de entrar a bañarse, fue en ese momento que salió y ya no volvió a entrar… pero entonces ¿Por qué cerro la puerta con llave? No tenía sentido, tampoco había nadie que viviera cerca como para cerrar por ella. Su hermana no vivía con ninguna compañera de lo contrario sabrían exactamente cuando desapareció.

Orum sabía que las cosas no podían estar tan bien como parecían. Los problemas no acabaron con Heran muerto, ni con Simón… Ni siquiera limpiando todo el congreso

Umar, Ayar, Coti, Rebeca habían sido su mayor apoyo durante esos años, pero… no era suficiente. Al menos Rebeca podía encargarse de las cosas con otras naciones, sabía otros idiomas y podía mantenerse firme a pesar de las presiones... claro, solo que no le decian que las personas con las que discutía eran personas de otras naciones. 

También ayudaba a Ayar con el sistema de salud que había implementado hace unos años

Umar se encargaba de las cosas militares y Coti de la educación

Estaban intentando hacer funcionar el país después de 25 años de corrupción y malversaciones internas. Pero esto fue el colmo.

La mala suerte pareció seguirlo, Heran estaba muerto, ¿Cierto? Umar lo había capturado hace 13 años, lo había entregado y había sido ejecutado ¿Por qué vio a alguien tremendamente similar a él en el mundo humano hace unos meses?

-¿Qué tienes?- Le pregunto Ayar entrando a su oficina, unos cuantos papeles que requerían su firma

-Dudas…

-¿Es lo de Heran?- Pregunto mirándolo -Orum… no tenemos ninguna prueba de que este vivo, todos lo vimos morir