Al día siguiente, era un martes oscuro y vacío, sin frio ni calor; bien, quisiera que hubiese sido así para hacer esto dramático, pero lo cierto era que estaba haciendo un día precioso con un sol resplandeciente, cielo azul y despejado, lo pajaritos cantaban afuera y yo…yo estaba subida en mi querido árbol de guayabas tratando de pensar que hacer con mi “emocionante” vida.
Cuando de repente escuche la voz de mi hermana
—¡Lilian se metió un ladrón a la casa! —por la forma en que lo dijo me recordó a mosters, inc de Disney cuando dicen “mamá se metió un pejelagarto”
Me incorpore del árbol y tome la guayaba que estaba comiendo en modo combate (si, mi preciosa y deliciosa guayaba), estaba dispuesta a lanzarla mientras bajaba rápidamente con un poco de adrenalina en mis venas.
—¿qué paso Lucia? —esta sería la parte donde digo: ¡otro pejelagarto! Dame la pala. Pero nada de eso paso, era solo Lucía siendo exagerada y Gael metiéndose a las casas como si fueran suyas, de nuevo.
—Este estaba entrando a la casa, como si nada, jamás lo he visto por aquí—decía mientras lo seguía arrastrando de una oreja y Gael se quejaba
—¡Auch! ¡que no soy un ladrón! ¿tengo cara de ladrón? —discutía
—¡Lilian! ¿Qué hace ahí? Llame a la policía —medio grito mi hermana —¿o le damos con la pala?
—Lilith, dile que me conoces —No dije nada por unos segundos porque, siendo sincera estaba debatiéndome en dejar que Lucía hiciera lo que quisiera con él, pero al final gano mi conciencia, de nuevo.
—¡Lilith!
—Lilian —dijo Lucia, instándome hacer algo.
—No me llames Lilith, idiota
—¿lo conoce? —aflojó un poco su agarre en la oreja
—Lastimosamente
—Si mi oreja se cae te demandaré —amenaza a Lucia mientras la mira mal y se aleja de ella lo mejor que puede.
—Lilian, porque conoces a este ladrón, le voy a decir a mi mamá que usted anda en malos pasos —
—Callase Lucía, que me lo he cruzado por error y ahora parece ser mi castigo de la vida pasada.
—No soy un ladrón —replico Gael.
—Como sea —dijo mi hermana que siempre tenía mal humor —no debe entrar como si nada a casas ajenas —lo miro mal y Gael dio un paso atrás creo que le tenía miedo —, en fin, Lilian, tiene un gusano en la cabeza —dijo como si nada y se fue.
Comencé a gritar y saltar por todos lados, solté mi deliciosa y perfecta guayaba.
—¡Quítamelo! ¡Quítamelo! —grité.
Gael solo volteo los ojos y siguió ahí parado, hasta que hizo lo que le encantaba, suspirar con cansancio y después de casi un minuto de yo gritar y casi sufrir un infarto dijo:
—Mientras saltabas como loca cayo al suelo, genio —declaro con voz aburrida.
Respire aliviada y trate de parecer tranquila de nuevo, lo cierto era que los gusanos me aterraban y Lucia lo sabía, me la iba a pagar.
—deberías habérmelo dicho, odio los gusanos
—No me digas —dijo con sarcasmo
Pero estaba la pregunta del día, ¿Qué hacía Gael aquí? Así que eso le pregunté e hizo algo muy extraño.
Bueno, no era tan extraño, pero en lo que llevaba conociéndolo nunca lo había visto sonreírme directamente a menos que fuera para burlarse, tenía una hermosa sonrisa debería hacerlo más a menudo, así que lo observe por unos segundos que parecieron eternos y luego… empezó a agrandar más su sonrisa y… ya empezó a ser muy raro.
—Okay, me estas asustando, vienes a mi casa y lo más extraño es que sonríes como un loco
—Hola, Lilian ¿Cómo estás? —di un paso atrás porque esto ya era aterrador (si, estoy siendo exageradamente dramática)
—Bien —lo miré con desconfianza, ni siquiera me dijo Lilith y además me pregunta como estoy, estaba en shock
—¿No te has sentido diferente desde lo de anoche?
—No…
—¿de verdad? No sientes que paso algo especial, algo que puede cambiar nuestras vidas —dijo ahora un poco confundido y volvió a repetir —recuerdas lo que hicimos anoche —estiro su mano para tomar la mía, mientras yo lo miraba fijamente porque la verdad no entendía nada.
—Lilian Alicia —pronunció mamá desde no sé dónde —¿Quién es este muchacho?
Y bueno dado que yo seguía en shock por lo que quería decirme Gael, no supe contestar muy bien
—Es Gael, es… —no era mi amigo, a duras penas un conocido
—Los he escuchado antes, ¿es su novio? Porque no me lo había dicho —ahí fue cuando pensé ¿espera qué? volteé a ver a Gael con horror y ambos gritamos a la vez.
—¡No! —Mamá solo nos miró con desconfianza
—Sea como sea, ya sabe Lilian que no me gusta que me esconda cosas y usted muchacho más le vale que sea amable con mi hija —lo miro con dureza
—Si claro, si señora —dijo educadamente —solo somos amigos, soy Gael el nieto de don Miguel
Lo mire interrogante desde cuando éramos amigos.
La mirada de mamá se suavizo un poco y dijo:
—Su abuelo me hablo de usted. Puede pasar a comer unas galleticas más tarde ya casi están listas. Y de paso le lleva unas a su abuelo y me le lleva saludes
—Si claro, si señora —mamá lo hizo prometer que entraría a la casa por las galletas. Y yo pensé; como si Gael tuviera algún problema con entrar a las casas ajenas.
Volvió a poner su atención en mi
—¿de verdad no te haz sentido diferente? —repitió por tercera vez
—que no… y para ser sincera no entiendo, desde cuando no me odias, desde cuando somos amigos
Torció los ojos fastidiado de nuevo
—He ido a visitar a Mar y me ha dicho que quiere retomar las cosas
—Felicidades…—dude, porque no entendía que tenía eso que ver conmigo
—¡es la bruja! Nos dijo la verdad —dijo con entusiasmo
—¿Me estas diciendo que tu amarre está funcionando?
Me miro mal —que no es un amarre —y luego tratando se seguir con el mismo entusiasmo continuo —. Anoche fui a casa y obviamente no me sentí diferente porque bueno que más da creí que todo esto era ridículo. Pero hoy solo por curiosidad decidí ir a ver a Marina, cuando me vio arrugo su entrecejo y me dije solo a mí se me ocurre creer en idioteces…
Editado: 29.08.2021