Dulce Tormento

Rendición de cuentas

— Definitivamente solo a ti se te ocurren estas cosas.—Menciona Jock molesto.

— Por algo soy su Capitana , ¿no creen?—Ted tomó en sus brazos a Iris y se acercó a todos.

— Agradezco esta oportunidad que me dio, pero sigo sin entender sus razones.

— Lo único que debes entender es que no dejaré que esta pequeña muera y tu termines encarcelado por mis errores. Quiero que tu hermana reciba el mejor tratamiento médico, por ahora que están en busca de la flor.

— ¿Usted lo sabe? ¿Peter se ha comunicado con usted acaso?

— No por ahora, estoy buscándolo por todos lados. Si te unes a mi equipo será más fácil para ti buscar esa flor. No te lo digo ahora por obligación, quiero que te comprometas a esta guerra para protegerla. Para que protejas a lo que más amas.—Ted vio en Lee esos mismos ojos de arrepentimiento de la vez que recibió la carta, Lee estaba cargando con algo que intentaba ocultar.

— Esta bien, me unire a usted. Pero lo hago por mi hermana. No por que quiera estar en su equipo.

— Por supuesto, se entienden tus razones. Ve a instalar a tu hermana y mañana comenzamos con el entrenamiento.

— Adiós Lee.

— Adios Iris, nos vemos más tarde.

A la mañana siguiente los jóvenes reclutas comenzaron sus entrenamientos, Lee informó que Ted ya no estaría compartiendo su dormitorio, pues tendría el suyo al haberse único a su equipo. Todos quedaron impactados ante esa noticia, en especial Cameron.

Además del dormitorio Lee asignaría nuevas rutinas de entrenamiento para permitirle cuidar a su hermana durante el día. El tratamiento había comenzado y necesitaba mucha atención en ella.

Por las noches ambos entrenaban el don de Ted, controlar su poder principalmente, continuamente entraban en simuladores donde experimentaba la adrenalina de estar al frente en la guerra. Al estar en el equipo de Lee tenía que saber manejar su poder en la próxima guerra. Para así protegerse y cuidar de su equipo.

A muchos soldados no les agradó eso. Creían que Ted se le había insinuado a la Capitana al ser un rango mayor. El escándalo llegó a la oficina de los Generales que decidieron llamar a ambos. Lee explicó lo sucedido, que por tener Ted una mala reputación les era difícil de creer. Lee sabía que era un juego sucio de alguien dentro de los más jóvenes, así que decidió actuar.

Una noche montó dispositivos que atraparan a quien se acercara a la zona de entrenamiento. Al darse cuenta notó que era la teniente Mila, esta siempre les dejaba una merienda por si les daba hambre, había días que ella intentaba hablar con Lee que le era imposible. Por ellos descartó  culpabilidad en ella.

Al dia siguiente se le ocurrió otro plan. Con ayuda de Hank, Lee llamó a aquellos que lo intimidaban, uno por uno el interrogó. Antes de salir se le borraba la memoria para evitar que dijeran algo al siguiente, así siguieron hasta Cameron. Lee sospechaba que Cameron era la equis del problema, pues cada vez que ella le daba atención a Ted su rostro mostraba enojo.

— Adelante Cameron.

— Permiso, mi Capitana.—Cameron estaba nervioso, el estar a solas con la persona que fantaseaba desde que llegó, le causaba que la piel se le erizara.

— Sabes, eres uno de mis mejores alumnos en esta academia.—Dice dando un pequeño masaje en sus hombros.

— ¿En serio mi Capitana?

— Claro, desde que llegaste supe que tendrías un gran potencial. Además eres muy atractivo.—Lee estaba coqueteando con el chico para extraerle toda la verdad, estaba usando sus feromonas a su favor para que le fuese más fácil.—A mi me gustan los chicos fuertes y leales a mi. ¿Tu eres así?

— Cla, claro Capitana Lee, siempre la seguiré y jamás la traicionaré. No haría nada en su contra.

— Realmente harás eso por mi, que tierno. Pero, tristemente un pajarito me dijo que tu molestas a Ted. ¿Es cierto?—Cuando Lee mencionó ese nombre el rostro de Cameron mostró enojo.

— ¡Yo no toco a idiotas como él! Ellos son solo basura que estropea su honor.

— ¿Seguro? Me quieres explicar por qué tus amigos me dijeron algo más.

— ¿Algo más?—Lee fijo su mirada en la de Cameron y mostró las técnicas de sufrimiento descubiertas por el hombre. Quemarlos vivos, degollado, horcarlos, hundirlos en las profundidades del océano.

El miedo hizo que Cameron gritara y exclamara ayuda, por suerte la habitación era antisonido. Lee amenazó con causarle más dolor que al de sus amigos para hacerlo hablar, el chico llorando confirmó haberlo intimidado y comenzado ese rumor. Grabó su aclaración y lo dejo escapar, el fue el único que mantuvo sus recuerdos. A los días todos se enteraron de los actos de Cameron y sus amigos. El General castigó a Cameron por ser el principal, quiso defenderse pero nadie le creía que la Capitana los torturó, pues había sido obra de su magia, creandoles ilusiones donde su dolor fuese, real solo para ellos. Los generales no encontraros rastro alguno de magia usada hacia ellos. Desde ese día todos vieron a Ted de otra forma, pues eran influenciados por las palabras de Cameron, su vida volvía a tener forma.

CONTINUARÁ....




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