Nuestro encuentro

Después de un largo camino, por fin llegaron al Reino Hero. El Reino era muy lujoso y bastante amplio, Lee jamás había estado tan cerca de un castillo que no estuviera en ruinas o buscara explotarlo.

Al entrar su equipaje fue enviado a su habitación, la magia era utilizada con mayor frecuencia, adentrándose al lugar un mayordomo le dio el pase. 

Desde la puerta principal cada cosa brillaba con mucha intensidad, a casi cada 3 metros había guardias reales cuidando la zona. Quien le dio la bienvenida fue un hombre alto y bien formado. Al verla le ofreció una sonrisa y se presentó.

— Bienvenida al Reino Hero madame, yo soy el Ministro Philip Testrou.—Dice ofreciéndole su mano.

— Un gusto, recibí su carta y espero que mi respuesta fuera clara.

— Oh claro que lo fue, estuvimos muy alegres al saber que había aceptado nuestra propuesta. Después de todo sabemos que es una mujer muy cotizada entre los demás reinos.

— Agradezco que el reconocimiento y espero servirle durante este tiempo.

— Oh, madame, yo no soy quien estaré a su cuidado.—Dice dirigiéndose a una gran puerta.

— ¿Ah no? Entonces a quien...

Cuando el ministro abrió las puertas pudo ver a un hombre dedicado a su trabajo, un príncipe atendiendo sus obligaciones con el Reino. Su piel era blanca característica de un vampiro, sus ojos verdes estaban opacando su brillo por unos anteojos. Estaba tan adentrado a su trabajo que no notó la presencia de Lee.

— Oh Michael e traído a la Señorita Lee Overflow. 

— Ya te he dicho que enfrente de otros me llames con respeto.—Detuvo un poco su trabajo y observó a Lee de pies a cabeza. No esperaba que fuese así, se imaginaba una mujer mandona y con un rostro de ogro. Pensaba que solo era una farsa el tener esos logros.

— Madame, le presento al Príncipe Heredero del Reino Hero, Michael V.

— Un gusto su majestad.—Dice Lee haciendo reverencia.

— Estarás acargo de su seguridad a partir de ahora, ayudarás con cualquier cosa que necesite relacionada con su cuidado. Serás el escudo del próximo Rey de Hero. Ahora que se acerca la coronación necesitamos más de tu ayuda. 

— Puede confiar en mí, seré ese escudo que el Principe necesita. Seré leal a mi Rey.

Michael no confiaba en Lee, pensaba que era una cara bonita. Lo que no sabían es que las cosas cambiarían para ambos, su destino estaba siendo enlazado sin darse cuenta. ¿Qué tan malo iba a ser estar juntos? Eso solo lo sabrá el destino.


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Después de terminar de conversar con el Príncipe, Philip llevó a Lee a su habitación para instalarse. La habitación era demasiado espaciosa, el tamaño de su antiguo hogar era la habitación. 

— Señorita Lee, se le asignará dos mucamas que estarán a su cuidado, serán aquellas manos sustitutas que realicen sus actividades personales por lo que les brindaran todo lo que necesite. Sus nombres son Malia y Moli.

— A sus servicios señorita.—Dicen ambas.

— Un gusto chicas.

— Bueno, yo me retiro a mis deberes. Nuevamente bienvenida al Reino Hero, espero que pueda sentirse cómoda. Nos vemos en la cena en unas horas, con permiso.

— Se lo agradezco, pase.—Las chicas se quedaron solas por lo que pudieron hablar cómodamente.

— Señorita Lee soy una gran seguidora de sus logros, es usted una mujer increíble.—Idolatra Moli.

— Agradezco tus palabras Moli, pero no necesitas usar tanta formalidad para hablarme. Puedes llamarme Lee.—Dice con una gran sonrisa.

— Señorita perdone la insolencia de mi compañera, es nueva en esto que no sabe cuidar sus palabras.

— No se preocupe señora Malia, comprendo su emoción. Pueden estar tranquilas conmigo, soy alguien de fiar. 

— Gracias señorita.

— Si no les importa, me gustaría saber si podrían contarme acerca de este Reino, soy nueva aquí y quisiera estar informada.

— Claro que si señorita, pero, ¿qué exactamente le interesa del Reino?

— Todo, quiero estar al día de las cosas.—Aunque no le era necesario preguntar, Lee quería conocer los rumores del Reino. Pues era bastante lista para preparar todos sus planes.

Las mucamas procedieron a contarle los hechos a Lee, como si fuese una tarde larga mientras tomaban té.

Contaron que el Reino era uno de los mejores en economía, inteligencia y desarrollo de magia, pues estaban ligados al congreso de ancianos que gobernaba a todos. La máxima autoridad en los vampiros y humanos. 

La causa por la que el Rey Michael V subió a temprana edad al puesto fue porque su padre estaba muriendo, la salud del Rey había empeorado debido a un intento de asesinato por uno de sus subordinados, al parecer había sido contratado por un Rey lejano queriendo acceder al poder envenenandolo mientras le daba un té. 

Las cosas no salieron bien que rápidamente se ordenó que el hijo único procediera al poder cuanto antes, por suerte Michael había sido criado de la manera correcta preparándose para recibir su cargo. 

Cuando los demás Reinos supieron de lo sucedido, el Reino quedó en la mira, ¿porqué un niño sería Rey? Un hombre sin antes casarse no podía estar en el cargo. Todos desaprobaron al Príncipe pues uno de los mayores detinadores era el no portar un don. Un primogénito que aún no había desarrollado sus dotes.

Los ancianos callaron a aquellos que se opondrían, confiaban en que sería una buena idea el tenerlo bajo el mando. Tenían un plan que solo ellos estaba seguros que sucedería, las piezas del ajedrez se estaban comenzando a mover.

Desde entonces la seguridad se incrementó en el Reino, pero no era lo suficiente como para protegerlo, muchos habían intentado manchar su nombre, incluso cometer un golpe de estado pero por suerte no había sucedido, pero no les duraría mucho. Fue hasta que una mucama hablaba maravillas de una mujer.

El ministro Philip se detuvo a escuchar y pronto investigó a esa persona. Toda la información que solicitó fue traída a sus manos con rapidez. Supo que esa mujer estaba apunto de tomar la decisión de su futuro y pronto movió cielo, mar y tierra para conseguir sus servicios. Al ser una híbrida no tendría problema al estar cerca de un sangre pura, pues su ciclo de sed no era tan fuerte.

Fue hasta que recibió la carta de confirmación que el ministro pudo confiar en que el Príncipe no correría peligro nuevamente, la calma en el Reino volvería, o eso pensaban.

CONTINUARÁ...