Dulce Tormento

Más problemas

La hora del desayuno estaba programada a las 8 AM, Lee estaba puntual a los horarios proporcionados por el Ministro. Esta mañana sólo estaba ella sola desayunando, preguntó a una de las mucamas la ausencia del Príncipe pero ella no sabía nada. A los minutos llegó Philip tomando un lugar frente a Lee y pidiendo su desayuno.

— Buenos días señorita Lee, ¿qué tal su primera noche fuera de su Reino?

— Buen día, fue algo difícil pero nada fuera de lo normal.

— Oh entiendo, me imagino que sus viajes la prepararon en estos caso.

— Por supuesto.—Lee quería preguntarle sobre la ausencia del Príncipe pero Philip se adelantó.

— Una disculpa de parte de Michael, hace mucho que no acostumbra comer aquí, se la pasa hundido en su trabajo que nos esforzamos porque reciba una correcta alimentación.

— Ah descuide, entiendo que este ocupado en estos momentos. 

— Tengo entendido que ya conoció a Stephan.

— Si, nos topamos esta mañana.

— No crea todo lo que dice, suele ser un hablador y malhumorado. Pero es un ser muy amable.

— Parece que lo conoce muy bien Ministro.

— Oh querida, puedes llamarme Philip, casi somos de la misma edad. Además conozco a Stephan, nuestras familias son muy unidas desde generaciones. Crecimos junto a Michael es por ello que él es muy estricto en quien esta cerca suyo. 

— No se preocupe, los acuerdos que tuvimos el Oficial Stephan y yo pronto se arreglaran.

— Vaya eso será interesante, será una gran función que Michael debera ver. Le tendré informado de los detalles más tarde.—Philip no preguntó los detalles ya que sabía los métodos que usaba su amigo.

— No pero...

— No se diga más, esto debería saberlo.—El ministro corrió a avisarle de los hechos al principe dejando sola a Lee, se estaba metiendo en un gran hoyo causando más problemas. 

— ¿Qué he hecho?—Susurró mientras pensaba en todas las complicaciones que traería ese enfrentamiento. Ahora estaba obligada a pelear no solo frente a la multitud sino viéndole el Príncipe. 

Esa vida tranquila tendría que esperar más tiempo para poder solucionar ese obstáculo. 

~~~~~~~~~

Del otro lado del castillo el Príncipe Michael seguía con los deberes asignados, diariamente tenía que registrar los movimientos económicos del reino, los informes que debía analizar, los permisos que debía autorizar. Todo era revisado con extremo cuidado por él.

Cuando se excedía de trabajo su hermoso mensajero le permitía distraerse por unos minutos, era su único momento de escape. Su nombre era Kira, un hermoso búho de plumas blancas manchadas de un café claro. Era su amiga desde que tenía memoria.

El mensajero espitural se hace presente desde el nacimiento de un sangre pura, ellos se encargan de mantener el control de su poder hasta que los portadores puedan controlarlo. Una vez que esté cumple la mayoría de edad y se enlaza con su pareja, los mensajeros tiene la función de aceptar dicho matrimonio. Cuando la pareja se entrega el anillo de compromiso los mensajeros se intercambian ocultándose en el. Así permiten que la pareja pueda definirse como "destinada" ya que si el lazo no se da, lo siguiente sería una maldición que dura por generaciones, es por esto que entre los ancianos es importante ese lazo único. 

Debido al problema que tiene Michael, Kira sigue manteniendo control de su poder. Muchos magos revisaron su problema pero llegaron a la misma conclusión, "solo su pareja podrá liberarlo" cosa que a Michael no le agradaba, no quería casarse sin antes salvar al Reino. Philip llegó causando alboroto por lo que Michael solo ignoró su entrada.

— Tendré tu horario de mañana algo ligero para que tengas tiempo libre en la noche.—Dice checando sus notas.

— ¿Liberar mi horario? Tendremos alguna visita de alguien importante o porque tu emoción.

— Nadie vendrá pero quiero que seas juez de un enfrentamiento esa noche.

— En cosas como esas no necesitas que este presente, puedes invitar a Stephan como mi representante.—Argumenta colocándose nuevamente los lentes para seguir con su trabajo.

— El problema es que, Stephan es uno de los que peleará.—Michael creía que era uno de los tantos enfrentamientos que Stephan hacía, últimamente por su seguridad explota a sus compañeros para hacerlos más fuertes.

— Sabes que no me interesan sus entrenamientos, tengo mañana una cita con los proveedores de alimentos para el reino y no creo tener tiempo para sus juegos.

— Oh querido Michael, te interesará ir cuando sepas a quien se enfrentará Stephan.

— Relamente no me interesa, así que por favor si no quieres perder tu puesto ve a realizar tus tareas. Además informale a la señorita Lee que me proporcione las estadísticas que necesito para mañana.

— ¡Ahg! Eres demasiado serio Michael, solo espero que no satures a Lee en tu trabajo o le quitarás la energía que necesitas para enfrentarse a Stephan.—Finalizó Philip intentado salir de la habitación. 

Michael intentó no demostrar interés en lo dicho por su amigo, pero sabía que esa sería una buena oportunidad para conocer de lo que era capaz Lee, su imagen de mujer farsante aún estaba. Le parecía una mujer de pocas palabras pero ese día que se presentaron hubo una gran inquietud en Michael que pensó que era una mujer de poco fiar. La observaría bajo las sombras para no levantar sospechas.

CONTINUARÁ...




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