Amor de familia

Al llegar al centro del lugar, Jerry fue detenido por guardias. Lee fue liberada de esa burbuja permitiendo que Michael la tuviera en sus brazos. Los ancianos estaban siendo testigos de cada movimiento.

—Michael, ¿qué sucedió? ¿En dónde estamos? —murmura Lee tocando su cabeza, no estaba del todo consciente.

—Estamos en el consejo —responde ayudándole a reincorporarse.

—Yo estaba camino a tu habitación, cuando de pronto todo se puso negro. Desde ahí no recuerdo nada.

—Descuida, no te esfuerces. Lo importante es que estas bien. 

Una vez consiente de los actos, los ancianos prosiguieron a traer a aquellos elementos importantes que deberían estar presentes en la condena del Príncipe Jerry. 

Aquellas personas no eran más que Jock e Ino. Se colocaron ambos al lado de Lee y Michael para escuchar los mandatos del congreso.

—Príncipe Jerry Dorian, debido a su historial de delitos queda desterrado a partir de hoy de sus facultades como heredero. Este acto fue su detonador para condenarse ha sí mismo —decretó uno de los ancianos.

Los poderes del consejo estaba en la máxima existencia, sometieron a Jerry desterrándolo a un mundo donde nadie lo conocería, uno donde jamás volvería a ponerle trabas al futuro que pasaría la pareja.

—Una vez alejado a los intrusos es momento de enfocarnos en usted, señorita Lee Overflow.

—¿Qué necesitan de mi altezas? —pregunta haciendo reverencia.

—Tu futuro ha sido escrito en las piedras del destino, tu existencia es la salvación para las próximas generaciones. A pesar de no ser la forma adecuada de traerte al mundo, tu madre cumplió con parte del trato pactado.

—¿A qué se refiere majestad? —a Lee le sorprendía que su madre fuera reconocida ante el consejo pues nunca escuchó de su parte alguna relación con ellos.

—Tus padres incumplieron su deber, te crearon años antes de lo planeado. Tu padre era muy joven para llevar una carga más y no dedicarse a los labores para convertirse en el próximo Rey.

—¿Convertirse en Rey? Disculpe majestad, pero mi padre no era un Rey.

—Tu madre se encargó de crear una figura paterna digna ante la sociedad, ese collar que llevas en tu cuello es prueba del amor que se tenían, ese accesorio le fue obsequiado Ino Wesley a tu madre Hina Overflow —todos en la sala permanecían callados, Lee estaba enfrentando las verdades que su propia madre ocultó durante años, a su lado estaba su padre. Siempre estuvo cerca de ella.

Ino por otra parte estaba en shock, su amada había ocultado la existencia de Lee, sabía que sus dudas sobre ese collar eran las correctas, no podría existir dos collares iguales en el mundo.

—No, esto no puede ser verdad, ¡quiero pruebas de sus palabras! —exigió frente a todos.

—Por supuesto, dile que tu madre que te confirme nuestra historia —el anciano dio órdenes de abrir una de las puertas que estaba en la habitación, de ella podría verse aquella bella mujer que era el motivo de su discusión.

Lee no lo podía creer, pensaba que estaba soñando, tanto tiempo sin verla, quería correr a abrazarla. Volver a sentir esos gestos de amor que siempre la hacían sonreír.

—Si te preguntas porque sigue con vida, es un contrato que fue impuesto momentos antes de morir. Jock y Nina estaban a cargo de tu seguridad, fueron enviados para alimentar su ciclo, para darte la vida que hoy tienes. Tu madre tuvo la opción de morir como una humana o ser un vampiro, tenía que pensar en un futuro donde vería a su hija ser feliz. He aquí a la nueva Reina, Hina Wesley. 

Todas las preguntas estaban contestadas, toda su vida fue manipulada por aquellos ancianos que desde arriba esperaban el momento. Lee no soportó más, corrió a los brazos de su madre, esa misma tarde ella mostró parte de su debilidad, Hina estaba de vuelta. 

—¿Por qué..? Porque me mintieron durante tanto tiempo —replica Ino con voz ronca.

—Tuvimos que hacerlo, eras demasiado inmaduro para afrontar una carga que solo dificultaría los planes. 

—¡Esto no era un juego! Saben cuánto tiempo tuve que pasar encerrado afrontando que Hina no estuviera, ustedes me quitaron a la persona que más amaba —Hina estaba observando desde lejos, sabía que ambos sufrimientos valdrían la pena.

—Ino tranquilo, ya estoy aquí —contesto Hina tocando sus mejillas. El hombre al tenerla tan cerca lloró como un bebé, sus noches de dolor añorando sentir la dulzura de su esposa habían acabado. Esta vez nadie le quitaría a su amada.

—Una vez reunida la familia, pasaremos a la razón por haber traído al Príncipe Michael a esta reunión —todos prestaron atención—. Debido a los lazos que mantienen ambas familias Wesley y Hero. El matrimonio entre Lee y Michael tiene que ser cumplido. Ambos deberán casarse en las próximas semanas, el mismo día de la coronación.

—Una vez dictado las órdenes, pueden regresar a su hogar —finaliza otro anciano.

El consejo conjuro nuevamente la zona, regresando a todos al Reino Hero. Al llegar todos estaban en shock, aunque ese mandato era decretado por los ancianos, Lee y Michael ya tenían planes de ello.

—Madre, me alegro el tenerte de vuelta conmigo —balbucea Lee abrazándola.

—Yo también te extrañé cariño, cuando tomé mi decisión quería correr a tu lado, pero los ancianos me dieron órdenes muy detalladas. No podía hacer falta a alguna, ellos me brindaron una segunda oportunidad, una donde veré como mi hija cumple sus sueños —Ino solo veía la escena, no podía creer que su pequeña estaba muy cerca de él—. Acércate querido, conoce a tu hija —menciona estirando su mano para acercarlo.

—Realmente están aquí, mi familia —responde abrazando a ambas. 

Una familia que volvía a estar unida, a pesar de las adversidades podían ser felices, los ancianos sabían de cada movimiento, su jugada los hizo crear a una perfecta sangre pura que enfrentaría al mundo por buscar justicia. Ahora es momento de escribir el nuevo futuro que les depara a Lee y Michael para ser marido y mujer.

CONTINUARÁ...