Dulce Tormento

Cómplices

—Y bien, ¿cómo han estado las cosas aquí? —Dijo Jerry entrando a la cocina con la mujer.

—Nada fuera de lo común. Se mantiene siempre cuidando de su hija —contestó ella preparando la cena.

—Eso es bueno, ¿sigues dándole la sustancia?

—En cada taza de té que le preparo. Sigo sus órdenes al pie de la letra.

—Me alegro, has sido un elemento muy importante durante estos meses. Quien iba a pensar que una simple humana arriesgaría su vida por cuidar a aquella mujer que la rechazó —se burla sacando un cigarrillo del saco.

—No debería fumar aquí, si la bebé se enferma será un problema.

—Eso no me importa. Lo que más deseo es desaparecer a esa bastarda. Solo me ha traído problemas.

—¡No debería decir eso! Sabe siquiera como reaccionará Lee si se llega a enterar de esto.

—Por supuesto que lo se, pero sabes que no puedes hablar. Tienes miedo de que le haga daño, después de todo la sigues amando —Jerry soltó el humo en su rostro—, los humanos son tan idiotas, que darían la vida por un vampiro que no los amó. Ese sentimiento es su debilidad como especie, es por eso que siempre terminan muriendo. 

Jerry abandonó a la mujer saliendo un momento del lugar. Le molestaba el compartir el aire con esa mujer, la tenía amenazada con asesinar a Lee, debido a que su poder había aumentado, le era más fácil volar en pedazos a todos. 

El lugar donde vivían, estaban protegido por una gran campo de fuerza que le costó un par de semanas el construir a Jerry. Estaba tan decidido por dañar a Michael, que fue capaz de muchas cosas, hasta el hecho de arrebatarle a su mujer.

La mujer que había conseguido para hacerse cargo de Lee, era nadie más que Mila. Aquella mujer que había sido rechazada por Lee. Su encuentro fue inesperado, pues Jerry se había encargado de indagar por los recuerdos de Lee, donde pudo conocer más de ambas.

Jerry capturó a Mila llevándolo a la casa donde tenía oculta a Lee. Una vez que conoció su situación, ella quiso regresar el favor. Durante los dos meses que ella dormía, Mila se encargaba de sanarla con su don. Aunque la energía que su cuerpo recibía era absorbida por la bebé. 

Mila fue enfermera y madre. Cuidó a Lee durante todo este tiempo, todo por proteger a esa mujer que amó de verdad. Renunció a su familia por una persona que no recordaba nada de ella.

Las mentiras empezaron una vez que ella despertó. Jerry le explicó cada una para no fallar en sus planes, así como darle a beber una poción de olvido, era imposible recordar su pasado debido a esa sustancia.

La culpa era tan asfixiante que cada noche lloraba por una salvación. Ella no deseaba que su amada sufriera, solo quería que su pequeña creciera con su verdadero padre, ese hombre que si la amaba y estaba destrozado en estos momentos. 

Cada tres semanas Jerry regresaba a la casa entregando nuevas dosis para ponerlas en el té de Lee. Su objetivo era borrar todo rastro de Michael, sin pensar que el mismo destino los volvería a reunir. 

Una vez que Lee diera a luz, Jerry se encargaría de desparecer a la pequeña y dar inicio a su heredero. La venganza justa para derrumbar a Michael. 

Mientras Jerry seguía soñando en su plan perfecto, Michael estaba montando un espectáculo en el Reino. Nadie creía en sus palabras, muchos decían que se había vuelto loco por no superar a su esposa. 

Los pocos que si creyeron su historia, fueron los amigos de Lee. Esos compañeros fieles que no creían que su Capitana muriera tan fácil. Al ser pocos, las cosas se pondrían muy difíciles pero darían todo su esfuerzo por traer de vuelta a esa mujer. 

Cada movimiento fue en silencio, no querían levantar sospechas de posibles espías que arruinaron el plan. Todo estaría listo pronto, los cinco compartirían fuerzas para obtener la victoria. 

Todos quizás morirían, pero una vez recuperando a la Reina de Hero, Lee Wesley.

CONTINUARÁ...




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