Los padres de la adolescente se miraban con mucha preocupación.
Su hija estaba con un comportamiento un tanto extraño desde que volvió del colegio.
¿Que habrá pasado?
¿Acaso le rompieron el corazón?
¿Se habrá peleado con su mejor amiga?
La confusión los consumía ante todo esto. Nelly era normalmente una chica muy feliz, sonriente y agradable, pero hoy al llegar no saludo ni hablo con nadie.
Sin mencionar claro su rostro
Se veía triste, como si le hubieran arrancado de raíz esa hermosa sonrisa que siempre portaba.
Al acabar las clases Nelly se encontraba guardando sus cosas mientras tenía a su mejor amiga a su lado
Dios, no tenía ganas de nada en ese momento.
Creo que llorar tanto no te ayuda a botar todo lo malo, en vez hacerle sentir mil veces… Ella se mantenía en completo silencio mientras que su amiga la miraba con preocupación
Verdaderamente su apariencia era deplorable, si bien le había arreglado el pelo, rostro y ropa las bases y sombras de ojos no lograban ocultar sus ojeras
Esas dos horrendas bolsas que se mantenían ahí como señal del hecho de que no había podido dormir y sus ojos irritados señalaban los mares de lágrimas que había botado por ese chico… Por ese chico y su hermano. La pelirroja levanto su vista hacia su amiga topándose con la sorpresa de que su amiga ya no se encontraba ahí dejándola completamente sola, a veces le sorprendía lo mucho que le afectaba un chico a su amiga.
¿No era acaso esto una oportunidad?
Su amiga era una chica hermosa, fácilmente conseguiría un chico que la amé sin que sea ese que la trae tan mal.
Fin y al cabo que en este mundo todos merecen ser felices, aunque a veces no es con quien una quiere.