Todo parecía perfecto en esta “relación” que ella había tenido con Thiago.
Pero bueno, esto no es un cuento de hadas con final feliz, ¿saben?
En esta historia no terminará con que la venga a buscar un príncipe de ojos azules y cabello rubia montado en un caballo blanco para llevársela al atardecer.
Y en este caso, la realidad llego a ellos, llego como los días lluviosos en las tardes de invierno.
Llego a ellos de la nada misma, sin que ellos se lograran dar cuenta ya era hora de decirle a dios a esta emoción que los unió con tanta fuerza hacia muy poco tiempo. Cayo el peso inminente de la realidad sobre la chic.
El, a pesar de todo, aún era EL NOVIO DE SU HERMANO y ella no era más que la amiga de ese chico.
No importaba ahora si es que ella lo amaba o no.
Si la emoción era correspondida o era algo platónico.
Nada sería posible en lo que el salga con su amado hermano mayor.