El amor existe

CAPÍTULO 10

CAPÍTULO 10

Al amanecer, me despierto temprano y bajo a la cocina para preguntar si ya tienen todo preparado para la llegada de mi familia. Me informan que las habitaciones están listas y que el desayuno estará servido en unas dos horas. Pregunto por Itzel y me dicen que durmió en la habitación que se encuentra al lado de la mía. Subo a mi habitación, me doy una ducha rápida y me arreglo, seguro de que mi hermana llegará en cualquier momento.

Al salir de la ducha, escucho unas voces en el pasillo, pero las ignoro y me dirijo a mi vestidor. Elijo algo cómodo, ya que parece que hoy será un largo día. Mientras bajo las escaleras en dirección al comedor, escucho que me llaman.

— ¿Cómo estás, fratello? — mi hermana me abraza, llenándome de besos.

— Piccolina — correspondo al abrazo, sintiendo una oleada de nostalgia. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos. Nos distanciamos cuando comencé mi relación con mi difunta esposa, que era amiga de mi hermana. Por alguna razón, cuando regresé a Londres, ellas se habían distanciado. No pregunté la razón, ya que cada vez que mencionaba el nombre de una en presencia de la otra, la conversación se desviaba. Cuando me casé, ella se opuso, al igual que mis padres. Discutimos, y le dije palabras hirientes. Después intenté arreglar las cosas, pero me enteré de que se había ido a China a estudiar. Durante largos meses no nos comunicamos, hasta que recibí una carta suya, donde me contaba lo feliz que estaba por conocer otra cultura y nuevas experiencias. Empezamos a hablar más seguido, solo por llamadas y mensajes. Cuando nacieron mis hijos, ella nos visitó en el hospital y fue la primera vez que la vi después de mucho tiempo. Me felicitó y, después de ver a sus sobrinos, regresó a sus estudios. Desde entonces, solo venía en fechas específicas y no convivía mucho con Sofía. Ahora solo pienso en lo estúpido que fui al alejarme de mi familia por culpa del amor que sentía por esa mujer.

— Te extrañé mucho — le digo, dándole un beso en la frente.

— Yo también, fratello. ¿Y dónde están mis sobrinos? — pregunta, mostrando su afecto por mis hijos.

— Seguro bajarán pronto — le informo. La llevo al comedor y, al llegar, casi me desmayo.

— Oh, Itzel, mira a quién me encontré cuando iba a buscar a los niños — dice mi hermana, señalando a Itzel. La sangre que corría por mis venas desapareció al instante. Si mi hermana se enteraba de que había secuestrado a la mujer frente a mí, me mataría, al igual que mi madre.

— Bueno, te dejo en compañía de mi hermano. Voy a buscar a los niños — dice mi hermana antes de desaparecer de mi vista. Me acerco a Itzel con un nudo en el estómago.

— No sabía que tendrías visita — dice Itzel con una calma inquietante, que me pone los pelos de punta. ¿Qué tramaba esta mujer?

— ¿Qué le dijiste a mi hermana? — pregunto, intentando mantener la compostura.

— Nada, solo me presenté. Cosa que tú no hiciste, ya que hasta ahora desconozco tu nombre — dice con frialdad, haciéndome darme cuenta de que no me había presentado correctamente.

— Soy Lorenzo Lombardi. Lamento no haberme presentado antes, pero debido a cómo ocurrieron las cosas, no hubo oportunidad — me disculpo.

— Bueno, señor Lombardi…

— Llámame Lorenzo, por favor — la interrumpo, buscando un tono más personal.

— Bueno, Lorenzo. Ahora que conozco a tu hermana, una mujer muy interesante, por cierto, ¿podrías decirme por qué dijo que era tu pareja? — pregunta Itzel, que parece haber captado el comentario de mi hermana y está sacando conclusiones. Mi hermana estaba buscando respuestas, ya que era la primera mujer, además de Sofía, que traía a casa.

— Seguramente se confundió — digo, restándole importancia al asunto.

— Ahora, ¿me dirás qué es lo que decidiste? — le pregunto, ansioso por conocer su decisión. Itzel se toma un momento para pensar, luego dice:

— Está bien — dice, levantándose. — Acepto el trato.

A pesar de la tensión y las complicaciones que rodean la situación, siento una leve sensación de alivio al escuchar su respuesta. La decisión de Itzel no solo es un paso hacia adelante en nuestros problemas, sino que también podría ser la clave para resolverlos de una vez por todas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.