Un día más, un día más de esta larga, tediosa y aburrida vida... El ver a las personas pasar atraves de la ventana, teniendo vidas alegres, activas y la mejor parte de todo... Las interacciones con las personas...
–Alex, alejate de la ventana y ven a comer.
Aquella voz era de nada más y nada menos de mi madre, yo con curiosidad en mi voz y ojos llenos de interés, me acerque a la mesa para poder sentarme en la mesa. –Mami... ¿Puedo preguntarte algo? –Le pregunté a ella con vos tímida, pero aún con ese toque de inocencia y curiosidad en lo fondo de mis palabras.
– Dime hijo.. –Era la hora de que hiciera esa pregunta que me había estado comiendo durante días, desde que empezó el verano básicamente.– Es que... Mira es verano y... Me preguntaba... ¿Podré salir...?–
Ya había soltado la bomba, las ancias que sentía en el fondo de mi estómago provocaban náuseas que apenas podía controlar... Y el silencio que le siguió, no me ayudaba para nada.
–... ¿Porque preguntas eso...?–Dijo ella en un tono un poco serio, pero que a mí me estaba poniendo bastante nervioso .
–Porque pensé que... Sería lindo... Y muy divertido tener a alguien con quién jugar... Con quién hacer cosas divertidas afuera jeje... –Al fin lo había dicho... Por fin había podido decir mi más grande anheló, mi más grande deseo...
–Alex, no necesitas amigos ni salir... Aquí tienes lo que necesitas, tus juguetes, tu seguridad y muchas cosas ... –Al final de esa oración por parte de ella, sentí como mi corazón y mi mente se llenaban de tristeza y de una inmensa melancolía abrazándome para tratar de hacerme sentir mejor ... Una vez más, la soledad era mi fiel, sincera ... Y única amiga ...