CAPÍTULO UNO

CAPÍTULO UNO

UN AÑO ANTES, 2015

Roma Field es hermosa e inteligente, muchos lo dicen mientras paso por sus costados cuando apenas era una chica que estudiaba en la escuela primaria más cara del mundo, aun así, no me importaba mirando mis cuadernos de colores.

Cuando crecí y fui a la secundaria, todo cambió. Me respetaban por ser la hija de un abogado exitoso y una madre que se encargaba de la mano derecha del presidente, aunque a veces hubo malos rumores que me hacían quedar mal, aun así, no me importaba porque era yo apoyando mis padres y mi futuro.

Ahora, en la universidad observo los tantos chicos guapos pasar a mi costado y los observo un poco, de nada sirve no mostrar lo trabajado… digo, claro. Aunque siempre hay una pequeña cosa que me ha hecho pensar durante mis primeros días, y es que siempre soy yo haciendo mis cosas, jamás me dedique a darme un tiempo para otros.

Y allí es donde comenzó todo el caos. Es difícil conseguir amigos sabiendo que todos saben quieren eres, porque sales cada rato en las noticias por tus padres, el alto rango que tienen para que piensen que no me puedo juntarse conmigo. Así que un día de ellos, decidí hacer ayuda benéfica a las personas pobres, pero eso fue aún peor.

—Mira quien vino con dinero en su cartera… ¿vienes a darnos ese dinero o qué? —dice Alondra, con una mirada pícara.

—No, eso es para una caridad a los niños pequeños. —digo, aunque nerviosa, —¿Qué hacen el grupo?

—Mmm por allí que uno haciendo de las suyas en un rincón, otros mirando sus materias que reprobaron y.. tú llegando muy tarde para vernos ensayar.

Alondra tiene un grupo de música en donde se conforman Miguel, Kevin, Ximena y Eric. A ellos los conocí por un año en la escuela, pero se fueron porque su futuro no eran una gran universidad, sino cantar en un gran escenario con mucho público.

De pronto veo salir a Miguel y Ximena, este viene abrochando su camisa mientras que ella se acomoda el cabello con una sonrisa nerviosa, se acerca y me abraza como la buena amiga que es. Miguel, simplemente mantiene la distancia.

—Entonces llegué tarde y no me avisaron, son terribles

—No tanto como tú, pequeña —dice Kevin saliendo del escenario con una sonrisa pícara, —¿Cuándo piensas crecer y dejar esos zapatos tacón?

—Cuando te cortes ese cabello largo ¿entendido? —digo agarrando su largo cabello mientras los otros se ríen. Mi celular suena y dejo su cabello brillante para contestar, los otros ya se huelen quien me llama.

—Hola… —digo mordiendo mi uña en el diente, nerviosa.

—Hola Roma —dice él, —Necesitamos hablar, ¿estás libre?

—Eeee sí —digo nerviosa, miro a mis amigos y ellos asienten, —¿dónde estás?

Cuando llego al lugar, huelo un olor desagradable pero aún asi me meto, me cito aquí por lo que debo de entrar, pero cuando cruzo la reja, un brazo me jala hacia afuera y allí está. Tan guapo, pero tan horriblemente inestable.

Mi relación más rota, más… trágica que he mantenido fuera de mis padres, porque si ellos supieran de la persona que me junto, jamás me dejarían salir.

—Necesitamos hablar de lo que pasó ayer, necesitas explicaciones —dice alterado, mirando mi rostro, —No pasó nada con esa chica, fue una noche… que no pasó nada

—¿Y te voy a creer? Ricardo, por favor, no mientas.

—Estaba drogado ¿vale? —dice agarrando su cabello, —Tienes que perdonarme, no puedo vivir sin ti ¿vale?

—No puedo, la anterior semana te volviste loco con el dinero —digo nerviosa, —Me pediste dinero de donde no tengo, por favor… debes de detener eso y ser otra persona

—Yo te amo, te amo y quiero que estés conmigo para que me ayudes —dice tocando mis manos. Si lo hubiera conocido antes, le hubiera creído, pero ya fueron muchas que me ha manipulado con la misma frase.

Quito mis manos de él y niego la cabeza, lo quiero, pero mi vida está en juego, ¿qué pasará el día que se vuelva loco y me comience a buscar en mi propia casa? Ya lo hizo una vez en frente a mi universidad, no quiero problemas.

Me doy la vuelta y escucho su grito, aún así no doy la vuelta, estoy segura de que si lo hago, volveré a ser la misma de antes. Me subo a un taxi y pido que me lleve a otro lugar.