El Asesinato de Roma Fild

CAPÍTULO CINCO

 

CAPÍTULO CINCO

UN AÑO ATRÁS, 2015

 

Estoy con Robin cuando una llamada desconocida aparece en mi celular. Contesto con duda, después de aquella nota, no quiero ganarme algo malo como que mis padres lo tienen secuestrados o algo muy a ese estilo de las películas a las que vi.

—Hola —responde una voz masculina, parece alegre, —Por fin te encontré.

—Disculpa, ¿quién eres?

—“Tú… eres tú” una chica lo dijo quitándome mi celular

Observo el número y no respondo, no proceso cuando escucho su risa por la otra línea.

—¿Ya empezó tu apuesta? —digo al recordar su odiosa conversación con el otro idiota

—No lo haré, pero…

—¿Pero…? —su paciencia me estaba llegando un poco.

—Mi amigo añadió tu número a mi teléfono y ha llamado una vez mientras estaba despistado, para luego darme sin saber quien rayos eras… me lo ha tenido que decir que fue la chica a la que cortó furiosa.

—¿Por qué tu amigo tiene mi número de teléfono?

—Ni idea, pregúntale a tus amigas o amigos… bueno, adiós —escucho un cuchicheo en la línea, estoy por cortar cuando escucho a su amigo, —Hola nena, soy Pablo, un gusto.

 Observo a Robin subirse a mi cama a darle un par de saltos, que no presto atención a lo que dice aquel tipo del teléfono, que termino cortando. No estoy para tonterías de chicos que no tienen nada con que divertirse.

—¡Robin!

—Papá llamo a decir que debemos irnos a esa fiesta… así que esta llegando a una señora para vestirnos.

—¿Qué? ¿Llamó?

—No, ahora me habla por telepatía. Soy un Alien… ¡obvio que llamo!

 

Al bajarnos del auto que papá había hecho recogernos, fuimos a buscar a nuestros padres. Era un sitio que no me gustaba ir por sus miradas serias sin vidas, no había nada que hacer que quedarse parado a mirar mientras los adultos hablaban de negocios.

Al acercarnos, Robin corrió a ver a su papá y a su hermano mayor, pero estos simplemente lo detuvieron con un reproche. Me acerqué a mis padres y no dije nada.

En esta ocasión, tenía una blusa blanca y unos pantalones negro junto a unos tacones altos del mismo color, Robin vestía con una camisa a cuadro de color azul y unos pantalones beige que resaltaba su piel y su cabello castaño. Observo hacia todos lados hasta que mi rostro se queda fijo en una persona.

En un chico y en su amigo de cabello largo.

Este le reclama con una copa de champán y el otro comienza a reírse mientras escribía, el otro le comienza a quitar el celular, pero es muy tarde. Mi celular comienza a sonar y es un mensaje de ese mismo.

Número desconocido: ¿Te gustaría ir a una cita conmigo? Antes que respondas, quiero decirte que soy un chico de buenos modales y no hará nada que no quieras, sólo será una cena y quizás unos cuantos besos… Me llamo Iván, un gusto.

No digo nada, no respondo porque mi mamá me toca el hombro, la observo lo que quiere, pero no tengo tiempo de hacer nada cuando me dice….

—Hija, los amigos que ahora trabaja papá llegaron hace un rato, la cosa es que vinieron con sus hijos por lo que los hemos traído para que lo hagan compañía —dice totalmente seria, —Sé buena con él, se llama Iván. Tu padre necesita esa persona como sea ¿entiendes lo que te digo?

—Sí, mamá

—Ve con ellos, llegó con su amigo… Robin irá a jugar con el pequeño, así que no te preocupes por él.

—Sí, mamá. Entiendo.

 

 




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