El beso de la muerte

CAPÍTULO 5

La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente.

François Mauriac

 

LA INDESEADA

Entrevista con la muerte

            26 de Agosto 2019

Fantasmas

Almas

Espíritus

Como quieran llamarlos siempre es lo mismo

-¿Qué mierda crees que haces? Chocas mi auto y ¿luego te vas?, ven aquí cobarde.

-¿Qué quiere?

-¿Qué que quiero? QUIERO QUE VENGA Y PAGUE POR LOS DAÑOS DE MI CARRO, ¡JODER! – Se acerca a olerlo notando el aroma del alcohol en la ropa del menudo hombre.

-¿Estaba tomando? Oh, deje que llame a la policía esto les encantará.

Decido acercarme antes que golpee a la mujer, aunque bueno, no le haría daño.

-Emilia Casas, 34 años, muerte por accidente de tránsito; Alejandro Martínez, 48 años, muerte por accidente de tránsito alcoholizado. Son ustedes, ¿cierto?

-¿Qué? - Ambos voltean a verme y por sus caras sé que empezaron a recordar sus últimos minutos de vida, siempre es así, no recuerdan sus muertes hasta que me ven.

-Síganme, es hora de irnos- Uso una de las esferas de Hermes y creo un portal para que pasemos los tres.

Los veo mirar alrededor y los hago mirar las pantallas que transmiten sus vidas, así mientras  aflojo mi corbata y los miro directamente a los ojos

-Tenemos 5 minutos antes de que sea hora ¿Alguna pregunta?

-¿Que-Qué pasó? - La misma pregunta de siempre.

-Creí que ya estaba claro joven Emilia, lastimosamente a las 3:56 PM del día de hoy tuvo un accidente el cual ocasionó su muerte inmediata.

-¿Cómo? - Que descaro el de Alejandro preguntar eso, aunque bueno, entiendo que está un poco en shock.

-¿Que esperaba sí conducía ebrio? No solo encontró su muerte sino que ayudó a otra mujer a encontrarla- No quiero ser brusco con él, pero enserio ha causado ya muchas muertes.

-Bien Emilia, una vez pasemos esto me mirarás a los ojos y te haré olvidar esta vida, subirás por las escaleras a tu derecha e irás a tu nueva vida-

-¿Olvidar mi vida? ¿Y si no quiero? - Suelto un suspiro, es difícil explicar lo mismo cientos de veces, todo sería más fácil sí solo aceptaran su muerte.

-Créeme, querrás olvidarlo, no importa que tan buena o mala haya sido esta vida lo mejor es dejarla atrás y poder disfrutar de la siguiente, no podrás avanzar hasta que olvides-

-¿Y yo? - A veces me dan risa los humanos, son seres tan débiles e inútiles que quieren vivir al máximo siendo conscientes que cualquier momento se les es arrebata, o botan la vida por una idiotez.

-¿Tú?, bueno, golpeabas a tu esposa, asesinaste a un hombre a los 25 y decidiste huir siendo consciente que pudiste salvarle  la vida, violaste a una adolescente en tus días de borrachera, entre otros pecados. Tú tendrás que atravesar la puerta izquierda y esperar tu juicio.

-¿Juicio?

-Así sabrás cuantos años te toca en el infierno o sí recibes redención- Amo esta parte.

-No, ¡no por favor! Déjeme vivir otra vez - Veo a ese humano arrodillarse ante mi suplicando por otra vida, cosa que no puedo ni planeo darle. No me deja ni pensar con claridad.

-¡SILENCIO!, no sería muy profesional de mi parte darte otra oportunidad, mis superiores no estarían muy contentos con eso, además, no es a mí a quien debes convencer. Emilia, mírame a los ojos- Volteo mi mirada a la joven y en el momento que nuestros ojos se encuentran y la mirada de Alejandro cambia a una de terror sé que tengo los ojos color ámbar.

Poco a poco elimino cada recuerdo de esta vida Emilia, elimino su esposo y su pequeño hijo de 5 años, elimino a sus padres, elimino cada recuerdo, experiencia y pensamiento de su mente quedando solo un cascaron vacío.

La veo dirigirse a las escaleras de la derecha y solo espero que en esta vida pueda hacer más, lo merece, es una de mis humanos favoritos.

Cierro la puerta evitando el intrépido y estúpido intento de Alejandro de pasar por la misma puerta de Emilia.

-Mírame a los ojos viejo amigo.

Hago que recuerde cada sufrimiento, cada asesinato y violación que ha cometido en su vida, accidental o apropósito y realmente disfruto ver el fuego en sus ojos y como poco a poco se está pudriendo su ser, lo guio hasta la puerta izquierda y ojala disfrute el resto de la eternidad.

Salgo del gran salón y atravieso el portal para dirigirme de nuevo a la tierra, apenas pongo un pie ahí ya tengo un nuevo caso.

¿Es que no hay otro Ángel de la muerte disponible?




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