-Entonces... Las hadas pueden
alcanzar una talla tan pequeña como
la palma de mi mano?-Pregunto
y anoto al mismo tiempo, quiero mis propios apuntes.. ojalá así los hiciera en clase.
-Eso no existe Edenia, te perdiste en
el bosque y subiste al árbol, te caíste
y lo soñaste, fue todo... Deberías dejar
esas historias por la paz...
Tu madre está loca, no le creas-
Me susurró mi padre provocando que
riera bajo.
¡Los escuché!-Mi madre acercó los
platos con el desayuno ya en listo para
ser devorado y vaya que sería asi...
-Pero es que fue real por qué no me crees?-volvi a insistir, no es la tercera vez que lo hago ni mucho
menos la segunda.
Porque tienes una gran imaginación
cariño.-Suspiro comenzando a Comer.
-No le hagas caso a tu madre, cree en
lo que quieras pero no te vayas a los
extremos como Siempre.
-Si, si, como digan, pero será mejor que los dos se apuren si no quieres
perder el autobús-se dirigió a mí, y tú, no quieres llegar tarde al trabajo- le dijo a mi padre.
Me apresure a comer porque era
cierto, no tardaba mucho en pasar y
siempre terminaba comiendo en el
autobús.
Unos segundos después el pitido del autobús se escucho. Corrí por mi
mochila e hice un taco raro con mi hot cake que no me acabé, no puedo
dejarlo ahí, está delicioso como para abandonarlo.
-Nos vemos-besé la mejilla de mi
padre que estaba más cerca y seguí con
la de mi madre.
¡Qué te vaya bien!-gritaron ambos,
me apresure a salir corriendo antes de
que se fuera y me tocará correr tras el autobús.
Subí al autobús, de inmediato comencé
a buscar una melena pelirroja
despeinada, acompañada de una cara
de zombie. ¡Lo encontré! Me dirigí
hasta él y me pase de lado a la ventana.
-A ti nunca te alcanza el tiempo para
desayunar no es así?-Me quitó mi
taco y le dio un gran mordisco.
-Y a ti nunca te alcanza para
peinarte?-me miro mal
-si ya sabes
que responderé para qué preguntas.
-Me encogí de hombros. Estiró la
mano para despeinar más su cabellera
pelirroja, era como un pequeño nido
de pájaros y eso lo había dicho él en
algún momento.
-Esperaba un milagro y que la
respuesta cambiará tal vez.
-Pues no por ahora, lamento herirte
pero es lo que hay, los milagros son muy bajos como para malgastarlos en eso.
-Demasiado tarde ya lo hiciste-
-se volteó hacia otro lado.
-Qué puedo hacer por ti?... O por tu perdón, mejor dicho.-Volteó
enseguida y una enorme sonrisa se dibujo en su rostro.
-No lo sé, tal vez una cita, tú, yo,
Cristoper y Emily. -Rodé los ojos.
-Ya te dije que no.
-¡Ay, vamos! Llevo una semana
jodiendote y no cedes con nada, ahora
la pregunta es: qué debo hacer yo?
-Ya te dije que Cristoper y Emily no
me caen bien y ya.
-Son buenas personas lo prometo...
-lo pienso un poco-Bueno
semi-prometo, hace dos semanas que
los conozco, si vas te doy un suéter de
esos que quieres y un tinte.
-El suéter, dos tintes, una entrada al cine con todo pagado, una ida
a disneyland, un boleto para un Concierto y un gorrito.
-El suéter, dos tintes, la entrada sin pagar todo y un gorro.
-Trato, sólo porque aquí no hay
disneyland.
El autobús llegó a nuestro destino o
como a mí me gustaba llamarlo "cárcel
para adolescentes", bueno la escuela.
-Te daré los tintes antes del viernes para que cubras ese cabello deslavado
-tocó mi cabello-Qué color sigue?
Verde?.
-No lo sé... Creo que rosa, tal vez.
Nos paramos de nuestros asientos para
por fin llegar a nuestros salones... Que
felicidad.
¡Quítate fósforo!-Ashley paso
golpeando el hombro de Michael
-No ves qué estorbas?-sonrió
altanero como siempre.
La altura de Ashley no pasa
desapercibida al igual que su nombre,
ya que siendo un chico tiene el nombre
de una chica pero.. Eso no ha sido
posible para burlas... Ashley es el más
odiado y amado al mismo tiempo por
la escuela, puede darte una maldita
Sonrisa que enamora a cualquier chica
o darte un puñetazo en el estómago
para que saques tus tripas y no, no es para nada el chico malo, se va más a los "populares" si lo ponemos en una
película para adolescentes, al fin y al
cabo este tampoco tiene cerebro. Lo
único que me pesa es el color de ojos,
uno muy lindo porque tenemos casi el
mismo tono de verde y castaño en el
cabello, ojalá pudiera decir lo mismos
e la altura pero mi 1.60 no alcanza ese
1.85 según él.
-Por lo menos no tengo nombre de
niña.-Murmura el pelirrojo.
-Qué dijiste?-Esto había sido
una pelicula de terror, en la escena
donde alguien abre la boca y segundos
después ya están muertos.
-Que por lo menos no tiene hambre.
-Muerdo mi labio intentando no reír.
-Te vuelvo a escuchar y no sabes de lo
que soy capaz, par de idiotas, nos dio
una última mirada llena de asco.
-iUn aplauso, sabe diferenciar entre
par y un trió!-Esta vez fui yo la que
contesto, era demasiado insoportable
como para no decirle nada--Uy
la señorita ya se enojo, perdón el
señorito.-Michael y yo soltamos una
carcajada y le regrese la misma mirada
que él nos dios hace algunos minutos.
Sentí un dolor en mi muñeca y choqué
con el pecho de Ashley, esto hizo que
dejase de reír.
-Están advertidos-dijo entre
dientes.
-No seas infantil y dejala ya.-
Michael colocó una mano en su hombro, éste me soltó y apartó con
desprecio la mano de Michael de su
hombro.
Cuando Ashley camina parece un
león... Buscando a su presa para atacarla sin piedad alguna dejando
herida para que su agonía sea más
duradera.
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Editado: 07.11.2022