Capítulo 1: Incidente en la Aposta.

De camino a la aposta

Eriri Eri: y ¿usted a que se dirige a la capital del imperio señor Sideman?

Sideman Tyler: ¡Vamos! Por favor, no seas tan formal conmigo Eri. No soy tan viejo como aparento. Puedes llamarme simplemente Tyler como todo el mundo.

Tres viajeros que se encontraron en el camino platicaban muy a gusto mientras caminaban a la Aposta más cercana. Estaba apunto de oscurecer y las noches en el imperio eran peligrosas, por esta misma razón es que se habían creado las Apostas en primer lugar.

Sideman Tyler: Te contare que mi intención es unirme a una orden de caballeros del imperio. ganar algo de fama y gloria para poder convertirme finalmente en juez del imperio. Es el sueño que he tenido desde que era un crio.

Eriri Eri: ¡oh! pero que gran sueño tiene usted señor Sideman. Aunque, hay algo que no entiendo

Sideman Tyler: Te dije que puedes llamarme solo Tyler, pero dime.

Eriri Eri: Eriri intentara hacerlo. Bueno Eriri tiene la duda de ¿por qué espero tanto para unirse a una orden de caballeros? hasta donde se los caballeros deben de empezar siendo escuderos desde muy pequeños. Eriri piensa que tal vez es usted el escudero más grande de la historia.

Con su comentario tan perspicaz, Eriri daño el orgullo de Tyler sin intención. Tyler en respuesta bajo la cabeza con desánimos.

Yudren: … - posando una mano sobre el hombro de Tyler en señal de apoyo -

Eriri Eri: Bueno, eso es cierto Yudren. Nunca es demasiado tarde para cumplir un sueño.

Sideman Tyler: Te agradezco los ánimos Yudren. Aunque debo de admitir que Eri tiene razón. Por motivos personales no pude unirme a una orden de caballeros como escudero cuando era pequeño. Pero me esforzare mucho para recuperar el tiempo perdido.

los ojos de Tyler resplandecían ardientemente con un fuego apasionado al declarar su resolución.

Eriri Eri: ¡si! ¡sí! ¡Arriba el ánimo Señor Sideman!

Sideman Tyler: ¿y ustedes? ¿porque se encuentra viajando hacia Altdorf?

Yudren: … - dándole una mirada seria a Tyler.

Eriri Eri: Exactamente, ese es el motivo señor Sideman.

Tyler se queda confundido por la afirmación de Eriri.

Sideman Tyler: Eri, pequeña. Te recuerdo que yo no puedo entender el silencio de Yudren, no se si pudieras hacerme de interprete.

Eriri Eri: ¡oh! es cierto ¡muy cierto! Disculpe usted a Eriri, a veces lo olvida. Eriri y Yudren se dirigen a la capital por la convocación que lanzo el príncipe decimo-tercero heredero a la corona, Marteph Pary Belcher Henderson.

Sideman Tyler: ¿Entonces esperan unirse a la expedición al continente hundido?

Eriri Eri: Señor Sideman ¿Sabe acerca de la expedición?

Sideman Tyler: Claro que sobre ella. Y nuevamente dime solo Tyler.

Eriri Eri: Ups… Disculpe nuevamente a Eriri.

Sideman Tyler: En fin. El comunicado fue enviado a todos los gremios existentes en el imperio, de esa forma fue que me entere. Pero si mal no recuerdo pasado mañana es el día limite para llegar a Altdorf antes de que partan.

Eriri Eri: ¡¿Qué?! ¡Eso no es posible! Eriri y Yudren deben apresurarse para llegar a la capital mañana mismo.

Eriri salió disparada después de escuchar el comentario sobre que la expedición estaba por partir.

Sideman Tyler: ¡Espera Eri! no hay por qué correr. – grito para ser escuchado por Eriri quien se encontraba ya a varios metros. –

Yudren: … - mirándolo con una cara seria mientras niega con la cabeza antes de salir corriendo tras Eriri.

Aposta

Los tres viajeros, que comenzaban a hacerse amigos, llegaron poco antes de que anocheciera a la Aposta. Las Apostas son establecimientos en medio de los caminos que dan asilo a los viajeros para que puedan pasar la noche de forma tranquila. Tras unas murallas uno no tiene la preocupación de ser atacados por algún sirviente de Caos mientras duerme.

Esta aposta en especial, por encontrarse en el camino hacia la capital del imperio de Sigmar, se encontra muy bien equipada. Los tres viajeros se sorprendieron al ver los gruesos muros de piedra solida que la rodeaban y los edificios bien construidos dentro de los muros. A cada lado de la puerta se encuentra un guardia montado en un chocobo amarillo, pájaros de gran tamaño que carecen de la habilidad de volar, pero que en cambio pueden correr a grandes velocidades.