PRIMERA PARTE - PRÓLOGO

Para la familia Vancouver, será doloroso aceptar la realidad, y más cuando todo venía bien, cuando todo venía perfecto.

No vieron llegar el dolor y la traición, no vieron llegar el final del cuento de hadas. Un cuento real que se cuenta en cada ciudad, cada semana, es la nueva plaga. ¿Quién iba a decir que sería así?

Nunca pensó que podría pasar. A otra "ella", le tocó vivir esta tormenta, esta tortura.

Todo iba bien hasta que llegó...

¿Será posible que vuelvan a creer en los cuentos de hadas, cuando todo lo que sienten es odio?

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—Te amo más que a mi vida, y siempre será así—dijo para luego darme un beso en los labios

—También te amo, jamás creí que podría volver a ser feliz luego de mi pequeño final de cuentos de hadas—sonreí tímida

—Oh preciosa, conmigo eso jamás pasará—sonreí como tonta enamorada.

Luego de esa bella confesión, nos hundimos en nuestro amor.

Ja, estúpida, ingenua, ciega. Esas y más palabras podrían describirme.

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—Sarah, mírame, ¿te arrepientes de lo que hiciste? ¿De los hechos?

—Sí—respondí sería

Él me vio con algo de ¿alivio?, no lo sé

—Bueno, eso es algo bue..—no dejé que terminará la oración

—No me dejaste terminar—bufé—Estoy arrepentida. Pero de no haberlo matado—dije viendo a un lugar fijo

Al parecer el dicho es cierto, hierba mala nunca muere.

Pero conmigo, claro que morirá. No pienso parar hasta terminar lo que algún día empecé.

Nos volveremos a ver, diablo. Eso tenlo por seguro.