RESIDENCIA BRITFORD. CENTURIA XX. ESTATUS CRONOLÓGICO 4. ESTADO TEMPORAL / PASADO.
—Delancy, ¿cómo has llegado hasta aquí? —pregunta la mujer, que se que es mi abuela. Su voz suena cuidadosa, como si temiera que mi respuesta pudiera desencadenar algo inimaginable.
Respiro hondo, intentando calmar el torbellino de emociones y pensamientos que amenaza con abrumarme. La verdad es que no tengo todas las respuestas, pero una cosa es clara: algo extraordinario ha ocurrido y, de alguna manera, he viajado a través del tiempo.
—No lo sé con certeza —admito—. Algo extraño me ha estado pasando últimamente. Veo cosas que otros no ven; siento... siento como si estuviera siendo arrastrada a otro lugar o tiempo. Y ahora, aquí estoy.
Dominick se acerca lentamente, su mirada es intensa pero no hostil.
—Los Glinderhart siempre han estado vinculados a lo... inusual. Si realmente eres quien dices ser, entonces portas el legado Glindehart.
Mi abuela coloca su mano en mi hombro, en un gesto reconfortante, o tal vez para asegurarse que soy real.
—Esto es mucho para asimilar. Pero si estás aquí, debe haber una razón. Vamos a sentarnos para que puedas comprender lo que te está pasando.
Asiento, agradecida por la oferta de amabilidad en medio de lo absurdo.
—Estás demasiado pálida—dice, mientras envía a su esposo por un poco de té y él se lleva al pequeño niño—. Dicen que los primeros viajes son los más intensos, tu cuerpo aun no se ha acostumbrado a tales cambios de espacios temporales. Dime, Delancy, ¿cuantos viajes has tenido antes de este?
—Este es el primero en realidad —respondo y ella jadea.
—¿Qué edad tienes?—me pregunta mientras su esposo entra con una charola donde trae el té.
—20 años — respondo, observando las galletas que trae consigo y me estremezco; a mi abuelo siempre le gustaron esas galletas. —Se sonara extraño, pero creo que ustedes son mis abuelos— les digo y ambos voltean sus rostros hacia mí, mirándome con estupefacción.
—Eso es.. —Dominick intenta hablar, pero mi abuela lo interrumpe negando con un gesto.
—¿De qué periodo de tiempo vienes?— me pregunta, fijando su mirada en mí mientras toma la taza de que su esposo ha servido y me la extiende. Las manos tiemblan mientras la tomo y bebo de ella, intentando calmar mi ansiedad.
—Centuria XXI más específicamente en el periodo 22. —respondo mientras Dominick hace cálculos mentales.
—Si vienes el siglo XXI eso quiere decir que estás en el estatus cronológico 5 de la época 2 en el periodo 22. Han pasado ya casi 50 años y eres la segunda hija de mi pequeño Julian. —ella mira a su esposo mientras toma su mano. —Es nuestra nieta — habla mientras sus ojos se llenan de ilusión y su esposo la mira por unos segundos con admiración. —Ciertamente pensaba conocerte mucho tiempo más adelante pero como están las cosas, es un gran placer saludarte hija— dice con una sonrisa cálida. —No puedo creer que la última generación sea mi sobrina.
—Siempre lo supiste, por eso me contabas tantas historias —le respondo y ella por un momento me observa en silencio. —Ya me conocías mucho antes que siquiera naciera, Por Dios, si mi padre apenas y tiene 8 años —digo, recostandome en el sillon.
—Oh no —exclama mi abuela, corrigiendo mi percepción—eso no es así. ¿Qué te he enseñado sobre los viajes en el tiempo si desconoces la realidad de los viajeros? —pregunta, mostrandose medio asombrada y algo dubitativa. —No te conoceré hasta mucho después, cuando te tenga en mis brazos por primera vez y seas un bebe —explica y frunzo el ceño, confundida.
—¿Como? ¿Nos estamos conociendo hoy?— pregunto y ella medio asiente
—Si, pero esta visita no quedará registrada en mi línea temporal actual, así que tampoco se registrará en el futuro —explica y me incorporo en el sillón, intentando comprender.
—No entiendo —admito y ella me sonríe comprensiva
—Todos los viajeros tienen una realidad que no se basa en estatus cronológico, periodo, centuria o estado temporal. Desde que el don se desarrolla y te conviertes en parte de las generaciones empiezas a tener tu propio espacio y tiempo. Lo que aquí vives, no altera el curso del pasado o futuro a menos que logres cambiar la densidad y trastiendas desde tu espacio tiempo al nuestro, y para cambiarlo deberás salir de tu realidad para entrar a la nuestra, pero está prohibido hacer esto. —habla mientras me toma de la mano. —Tienes tu propia realidad como viajera y esta conversación al ser parte de tu realidad, no quedará registrada en nuestro tiempo por lo que no tendremos conocimiento sobre ella.
—Entonces olvidaran que estuve aquí — comento medio entendiendo.
—Exactamente, se debe mantener un orden. Si no, los viajeros serían causantes de caos y destrucción; la realidad se transfiguraría por siempre, creando paradojas temporales infinitas, por eso, estar prohibido alterar las realidades. La esencia siempre ha sido protectora del estado temporal y por ello ha convertido a los viajeros en guías temporales. —explica pero es difícil seguirle el hilo a mi abuela del pasado.
Dejó la tasa sobre la mesa, pero esta desaparece en un segundo y la tasa cae sobre el suelo haciéndose pedazos. La sensación de vértigo y el zumbido llenan el aire y miro a mi abuela con horror.