Introducción

Erase una vez, una linda jovencita de cabello rubio y ojos tristes, iguales a los de un océano apacible, que fue acusada de un acto deshonroso y fue exiliada de manera injusta a un castillo en lo profundo del bosque, donde se decía que habitaban criaturas tenebrosas.

La jovencita lloraba todas las noche bajo su sábana por el miedo que le daba ese desolado y frío castillo de paredes oscuras. Los nobles fantasmas del castillo se compadecieron de la niña y se unieron para darle una linda presentación, que por solo unos segundos, la alegraron. Dos fantasmas bailaron al compás de la música que hacía uno de sus compañeros, mientras que otro, hombre de apariencia principesca bailaba un suave vals con la muchacha de cabello rubio. Poco antes del alba, desaparecieron, dejando nuevamente a la niña sola, pero con una pequeña alegría en su pecho, preguntándose...

¿Quienes eran? 

¿Cuándo volverán?

¿Fue un sueño?