La noche había caído y el lugar estaba en silencio, pues la mayoría de las visitas y los pacientes se encontraban durmiendo. Solo un puñado del personal del hospital trabajaba a estas horas de la noche, en su mayoría enfermeras que se aseguraban que todo estuviera bien en los cuartos de los pacientes.
Me levanté de la cama y poniéndome de pie me alisté para la misión de hoy. Acomodé las almohadas debajo de las sábanas para que pareciera que estaba durmiendo completamente tapado, era un truco simple que tal vez no funcionara, pero podría darnos un par de segundos adicionales.
Mientras más lo pensaba más extraño sonaba, robar mis cosas de la sala de enfermería del hospital en el que estoy internado; el plan que habíamos pensado fue escabullirnos hasta llegar al lugar, generar una distracción y recuperar algunos objetos sin que nadie se enterara.
Saqué la hoja arrancada del libro que había escondido de Susi el día anterior, estaba llena de anotaciones con mi letra, una de ellas ponía “producir estímulos fuerte causa resultados favorables”. En otra parte de la misma página se podía ver un mensaje que decía “luego del año solo 1 de cada 4 logran…” el resto del mensaje estaba borroneado con lápiz, parecía que alguien lo borró a propósito.
—Nada debería salir mal ¿verdad? —dije mientras guardaba la hoja en el cajón de la mesa de luz.
Noté a los pocos minutos que la puerta de mi habitación se abrió ligeramente y de allí entraron Trish y Luna.
—¿Listas chicas?
—Si —respondieron ambas al mismo tiempo.
Una vez estuvimos reunidos, nos dirigimos a la sala en silencio, para no despertar ni alertar a las demás personas, por la noche el hospital no estaba tan activo, razón por la cual elegimos este horario para hacer el plan.
Caminamos por los pasillos ligeramente iluminados con las luces del techo, no tuvimos mucha dificultad para llegar a la sala, Trish y yo nos escondimos en una de las habitaciones vacías que había cerca y que casualmente estaba abierta.
—De acuerdo, Luna es tu turno, ve y dinos cuántas enfermeras hay y si puedes ver mis cosas —ella asintió con la cabeza y se dirigió a la sala atravesando la pared de la habitación.
—¿Crees que funcione? —preguntó Trish con un tono de duda.
—Descuida, ella lo hará —le respondí.
Al cabo de un par de minutos Luna regresó y nos informó de lo que había visto.
—Hay dos enfermeras descansando, una de ellas es Susi, tus cosas están en uno de los cajones debajo de una de las mesas de trabajo —dijo.
—Bien si son solo dos enfermeras creo que podremos atraerlas lejos de la habitación, pero como… —mientras pensaba Trish interrumpió diciendo.
—Deja que yo me encargue de eso, soy buena atrayendo la atención de todos.
—Muy bien, pero no te excedas no queremos hacer un escándalo y ser descubiertos —le advertí a la pequeña que se veía muy emocionada.
Ella se preparó para salir de la habitación, mientras la miraba pude notar que su respiración estaba ligeramente alterada, pensé que tal vez estaba nerviosa por el plan, por lo que quise preguntarle, pero antes de que pudiera hablarle ella salió corriendo.
Mientras esperábamos a que hiciera efecto la distracción, un pequeño malestar en mi pecho comenzó a hacerse más fuerte, como si algo me indicara que no debíamos seguir. Luna notó mi cara de inseguridad y me preguntó.
—¿Te encuentras bien?
—Si, es solo que tengo un mal presentimiento sobre esto.
—¿Quieres que paremos?
Miré a Luna que me veía preocupada, no supe qué responderle, realmente no sabía si esto era buena idea; pero si había alguna oportunidad de recuperar mi memoria e incluso de estar un posible paso más cerca de despertar a Luna, quería intentarlo.
—Sigamos con el plan —dije mientras veía a Luna que luego de escuchar mi respuesta salió a confirmar como iba la distracción de Trish.
Unos minutos después pude escuchar cómo las enfermeras salían de la habitación corriendo hacia la que yo creía que era la distracción de Trish, cosa que confirmó Luna acercándose a mi ubicación y dándome la señal para que entremos al lugar.
La sala de enfermería era una habitación de tamaño mediano, rectangular con dos puertas por las que entraban y salían; las paredes eran blancas con unos ventanales de cristal bastante grandes para poder tener una mejor visión de las habitaciones cercanas.
Al entrar inmediatamente ubicamos la mesa de trabajo y nos dirigimos allí, debíamos ser rápidos, pues las enfermeras podrían volver en cualquier momento. Al abrir los cajones pude divisar mi mochila, con dificultad la saque fuera del cajón y al abrirla encontré qué muchas de las cosas que había dentro ya no estaban, incluido el libro que me interesaba.
—Demonios, no hay nada útil aquí —dije frustrado, dirigí mi mirada a Luna, pero noté que ella estaba concentrada en otra cosa.
—¿Qué sucede? —le pregunté acercándome a donde estaba.
Ella me señaló un bolso rojo con detalles dorados que estaba sobre una silla, al ver más de cerca pude ver una foto que se asomaba, la tomé y noté que en ella había dos personas abrazándose y sonriendo, pero no podía distinguir sus rostros, al querer mirarla más detenidamente noté que una de las personas se parecía mucho a Susi.
Editado: 04.08.2024