Al pasar de los años la humanidad se ha creado una imagen de lo que es la realidad basándose en su experiencia y lo que creen, en lo que procesan en su corta mente, ha sido así desde la prehistoria hasta la época actual y es posible que siga así, solo perciben lo que está frente a sus ojos, pero eso cambio el 21 de junio del 2045, el día en que el reloj del fin terminó su cuenta regresiva.
Recuerdo que el año 2020 fue un año catastrófico para el ser humano, todos sabemos lo que pasó, fueron cosas que aun ahora duele recordar y la verdad no quiero mencionar, lo que si he de mencionar es algo que la mayoría de la gente no le prestó atención, algo que, consciente o inconscientemente, la gente ignoró, nuestros últimos 100 segundos de vida empezaron a retroceder, se acercaba la crisis climática y nadie hacía nada para detenerla y nadie hizo nada para detenerla.
Hoy hacen exactamente 10 años desde que este “fin” comenzó, dos tercios de la humanidad murió, los restantes nos ubicamos en lo que quedó del viejo mundo, las ciudades más grandes colapsaron debido al gran cataclismo. California, sucumbió ante la falla de San Andrés en 2046, New York quedó bajo el agua en 2049, Japón, no sé si fue peor el terremoto, los tsunamis o la repentina erupción del monte Fuji en 2052, cuya explosión se escuchó a más de 3125km y las cenizas se extendieron un poco más que eso, convirtiéndose así, en la erupción más grande de la historia hasta ese momento, superando incluso a la erupción del Tambora en 1815, incluso el desierto atacama, el lugar más seco de la tierra, se convirtió en la nueva Antártida.
La vida se ha convertido en una constante casería por recursos, la mayor parte de la vegetación murió, solo quedaron vestigio de la flora y fauna que había antes, solo quedan pequeños sitios donde aún hay una vegetación que se podría llamar saludable, también quedan las reservas del Banco de Semillas Svalbard, cariñosamente llamada “La bóveda del fin del mundo”, pero es algo a lo que no todos tienen acceso.
Al principio, los líderes mundiales estaban dando mensajes de tranquilidad y unidad, tratando de establecer un gobierno mundial, lo cual claramente no funcionaría y no solo porque lo decían desde sus búnkeres donde tenían todo lo que lo demás no (desde comida hasta medicina), sino por motivos religiosos o políticos, sexuales o raciales, nadie estaba dispuesto a estar junto a alguien que no tenía su modo de pensar, lo cual condujo a que cada facción de creencia tomara su propio camino, creando así tres colonias, a las cuales denominaron “CAPULLOS” esto para hacer referencia a que el tiempo de la oruga pasó y estamos esperando a volvernos mariposas.
El primer capullo “Los Osiris”, formados por la unión de los poderosos del antiguo mundo, aquellos que tenían dinero. El segundo, “Los Tora” formados por los que tenían creencias religiosas, los cuales se unieron y formaron una sola religión, “El prismismo”, la cual es una mezcla de las religiones más grandes del viejo mundo y todos concuerdan en algo “el fin es un castigo divino”. Luego tenemos el tercer capullo y para ser sincero creo que el que mejor se la pasa “Los epicúreos”, estos son los que viven desmedidos, sin reglas en un hedonismo eterno, nada los perturba. Luego están los “huecos”, son los nómadas, aquellos que no pertenecen a ningún capullo, ya que no están de acuerdo con sus reglas, no quieren sujetarse a su estilo de vida o aquellos que fueron expulsados de algún capullo por una u otra razón. Al contrario de lo que se puede pensar, los huecos no son un grupo organizado y mucho menos unido, cada uno está por su lado y se las apaña como puede, la mayoría vive del engaño, el trueque o el contrabando con gente de adentro de los capullos, otros salen a buscar algo para cazar o buscar cosas valiosas que pudiera haber en las ruinas de las antiguas ciudades, muchos forman pequeños grupos para salir a buscar algo que vender o cambiar, muchos de esos grupos están formados hace años por delincuentes, bandidos, asesinos y demás, pero la mayoría se desase después del primer trabajo. Mi hermana y yo, pertenecemos aquí, es nuestra vida y tenemos que sobrevivir en ella. así empieza esta historia, mi historia, la historia del principio del fin.