El romance de Olivia Harrison

CAPÍTULO SEIS

 

CAPÍTULO SEIS

NÚMERO DESCONOCIDO TE HA BLOQUEADO

 

Te miro siempre, te pienso con locura que tengo ganas de cómo sería meter un cuchillo en tu hermoso cuerpo.

 

Abro los ojos al ver la enorme luz llegar de la ventana, me muevo un poco, pero me doy cuenta de que no puedo hacer mucho porque el cuerpo de Yohan está abrazándome. Lo miro por un rato, es lindo cuando duerme.

Observo a mi alrededor. El armario esta abierto y veo un par de camisas informal que tiene, la mayoría del color negro, observo el escritorio y como en este tiene otro cuaderno con un lápiz. Con cuidado me separo del cuerpo de Yohan, al estar por fin libre, voy en busca de ese cuaderno.

Al abrir veo un dibujo que no esta terminado, ojeo los otros y veo un par de relojes en una pared, cada una en distintas horas. Luego una mano sin terminar, cuando doy a la otra página, siento la presencia de Yohan detrás de mi y como este me abraza por detrás.

—¿Qué haces revisando mis cosas, Liv? —dice dándome un beso en el cuello.

—Quería ver que estabas dibujando, ¿no lo puedo ver? —pregunto, pero este me hace cosquillas que me hacen estar más pegada a él.

—¿Quién dijo eso? Puedes revisar todo —dice dándome la vuelta para que lo mire, —Incluso puedes mirar mi corazón, es tuyo

—¿Todo mío?

—Todo tuyo, Olivia.

—¿Entonces adoptamos el gato ahora? —digo abrazándolo.

—Ok, anda a tu casa a cambiarte y vamos a adoptar un gato

—Quiero un buen gato ¿entiendes?

—Como quieras, Liv —dice riendo, —Anda, ve, antes que me arrepienta

Voy hacia la salida, siento su presencia detrás por lo que le robo un beso antes de cerrar la puerta e irme a mi casa. A gran velocidad, voy hacia mi habitación y busco una ropa adecuada pero ahora nada de lo que veo me convence. Por lo que elijo por ropa oscura.

Cuando estoy lista, recibo un mensaje de papá diciéndome que debo de ir a otra cita con Alfred, que estará la prensa por lo que debo de aparentar que salgo con alguien. Lo ignoro y salgo de la casa, Yohan este vestido de negro cuando me ve y sonríe.

—¿Quieres estar iguales? —dice con una sonrisa en el rostro.

—Quiero que seas mi saliente oficial

—Pensé que lo éramos desde que lo hicimos la primera vez

Me quedo quieta al ver que tenía razón, yo le había dicho sobre conocernos más. Era un lío.

—Para ser sincero —dice dando un paso hacia mí, —No tendría relaciones sexuales con alguien, no soy un tío de una noche… y ya te lo dije, soy tuyo.

Se pega hacia a mi, choca mi frente con la suya y podría decir que quiero besarlo, pero desvío la mirada hacia la salida del edificio.

—Bueno, hora de ir por un gato

 

Miro a varios gatos, son todos hermosos y lindos. Observo a Yohan que mira a un gato con asco, supongo que no les gusta los gatos, pero el hecho que me quiera adoptar uno es muy lindo de su parte. Veo unos cuantos gatos de color negro, pero no me decido.

—Hola, si no quiere adoptar un gato, puede adoptar otro animal —dice una chica que tendrá menos edad que yo, me muestra a su costado y veo que hay desde peces hasta conejos.

Observo a los conejos y caigo por un conejo blanco, es hermoso. Yohan parece darse cuenta de mi emoción que se pone a mi costado con una sonrisa en el rostro. Luego le dice a la chica que adoptará ese conejo.

Y oficialmente ese conejo es mío.

Es de él. Nuestra mascota.

¿Nuestro hijo conejo? Mejor no me haré la idea.

—¿Qué nombre lo llamaremos? —digo acariciando al conejo, es tan hermoso.

—Mmm ¿Elisabeth?

—¡Es macho! —digo entre risas, —No creo que conejo macho quiera llamarse así…

—Pues no tengo ni idea de un nombre de conejos…

—¿Choco? —digo mirándolo, —¿Bigotes? ¿Te gusta bigotes?

—Es un nombre común ¿no? —dice mirando las calles, —¿Qué tal Blackey? Estamos vestidos de negro.

Asiento, es un buen nombre y muy significado. Observo a Blackey y parece ser que le gusta su nombre por como mira a su otro dueño.

—¿Quieres tocarlo? —le propongo a Yohan, pero este niega la cabeza mirando a otra parte que el animal.

—No, no soy fan de los animales

—¿Por qué?

—Mi hermanita menor tiene un perro de la raza Golden y tampoco es que me fascina… prefiero de lejos tenerlos —dice agarrándome del hombro.

Vemos a un par de periodistas mirándonos juntos, por lo que nos comienzan a tomar fotos. Yohan se esconde de las cámaras mientras me tapa y nos metemos al carro.

—Hay rumores que usted sale con el joven Alfred Ward ¿es cierto?




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