El Último Mapa Atlánte

Capítulo 19: Tifon Abandonado.

​Vance miró el diagrama del pergamino en la pantalla. Monte Everest. La cima del mundo.
​—Es una burla de los atlantes. El Oricalco está sellado en el lugar más inaccesible, la antítesis del mar —dijo Vance.
​—Tenemos que dejar este submarino —ordenó Kira, la urgencia en su voz—. El Cónclave no dejará que su Tifon desaparezca. Ya deben estar intentando reactivarlo o rastreando sus sistemas internos.
​Justo en ese momento, una luz roja parpadeó en el panel de control.
​—El Cónclave está forzando un reinicio de sistemas remotos —confirmó Kira—. En dos minutos, el Tifon estará bajo su control total. Necesitamos el equipo de inmersión profunda, ahora.
​Rápidamente, se pusieron los trajes de buceo de emergencia del submarino, diseñados para soportar la presión extrema del fondo oceánico. Vance no dudó. Corrió al compartimento de torpedos.
​—Si no podemos usar el Tifon, nadie lo hará. Lo programaré para un ascenso no tripulado y una sobrecarga de energía en la superficie —dijo Vance—. Será la distracción perfecta.
​Kira abrió la pequeña escotilla de escape de popa. El agua helada se filtró alrededor de los sellos.
​—¡Nos vamos! —gritó Kira.
​Salieron del Sub-Cazador, cerrando la esclusa justo cuando los sistemas internos se encendían y el Tifon comenzaba su ascenso rápido, destinado a explotar en la superficie, creando una enorme señal falsa de que Kira y Vance habían muerto.
​A pocos segundos de su huida, el sónar de Kira captó una nueva amenaza: no era un submarino, sino un dron de asalto robótico del Cónclave, pequeño, silencioso y armado.
​—¡Vance, un dron de interceptación! ¡Viene rápido! —advirtió Kira.
​El dron no era tan grande como el Sub-Cazador, pero era letal. Estaba diseñado para neutralizar objetivos solitarios. El dron encendió un haz de luz infrarroja que los barrió.
​—¡Nos tiene en la mira!
​Kira usó la última herramienta que le quedaba: su mente. El dron, aunque avanzado, seguía las reglas de la persecución.
​—¡A la sombra del Tifon, Vance! ¡Usa el Sub-Cazador como escudo!
​Vance y Kira nadaron frenéticamente, usando la silueta ascendente del Sub-Cazador Tifon como cobertura. El dron disparó un arpón explosivo que se incrustó en el cuerpo del Tifon.
​La explosión no fue letal, pero el Sub-Cazador robado por Vance se desestabilizó. El Tifon, ahora sin control y ascendiendo a gran velocidad, se convirtió en una trampa masiva.
​—¡Va a explotar! ¡Tenemos que usar la presión! —gritó Vance.
​Kira tuvo una idea audaz. Abrió la válvula de descarga de aire de su propio traje de buceo y la apuntó hacia el fondo, creando una rápida burbuja de aire que propulsó su cuerpo hacia la superficie. Vance hizo lo mismo.
​Ascendieron a una velocidad peligrosa, dejando atrás al dron que seguía persiguiendo al Tifon.
​El Sub-Cazador robado por Vance explotó en la superficie con un rugido ensordecedor que resonó en el Atlántico. La explosión no solo destruyó el submarino, sino que también saturó los sensores del Cónclave con información falsa, dándoles tiempo de escape.
​Kira y Vance rompieron la superficie. El aire de la mañana era frío, pero liberador. Habían sobrevivido al laberinto submarino.
​A lo lejos, Kira vio un barco pesquero pequeño, ignorado por el caos de la explosión.
​—Nos está esperando —dijo Kira.
​—¿Amir? ¿Un nuevo traidor? —preguntó Vance, desconfiado.
​—No. Nuestro único aliado. "Nido" —dijo Kira, y nadó hacia el barco.
​Subieron a bordo. Un hombre delgado, con gafas y una expresión de cansancio extremo, los esperaba.
​—Bienvenidos. Soy Nido. Tenéis media hora antes de que el Cónclave se dé cuenta de que la explosión fue una farsa —dijo Nido, sin preámbulos—. Mi jet privado os espera en un aeropuerto secreto de Atenas.
​El pergamino atlante, seguro en la bolsa estanca, ahora marcaba un nuevo destino: el Monte Everest..
​—¿El Everest? ¿Cómo diablos llegamos de las profundidades del mar a la cima del mundo? —preguntó Vance.
​—Con un poco de ingenio, mucho dinero y, sobre todo, cero traidores en el equipo —respondió Nido, mirando a Kira.
​La aventura submarina había terminado. La carrera global acababa de empezar.



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En el texto hay: misterio, accion y aventura, intriga y suspense

Editado: 01.11.2025

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