Ella es mía

CAPITULO 4

Happy birthday
 


El tan inesperado día que toda chica ansia con anhelos incontrolables. Laura esperó por mucho tiempo este momento; lo esperó tanto que a lo último ya no podía dormir estás últimas dos semanas. Cerraba los ojos y se imaginaba como sería cada detalle importante; ella no era y mucho menos pensaba como sus amigas, sus deseos eran construidos por un vestido como ningún otro, una torta de tres pisos, muchas bombas, melodía agradable en que pudiera bailar su vals, y un Tae Hyung siendo su chambelán. Se supone que cumpliría 18 años, pero la chiquilla volaba en una nube de algodón soñando con sus quince. Por no quedar mal con su noviecito aparentando ser la mujer que todavía no era en ese tiempo, se negó muchas veces a los sueños de su madre apesar de que estaba dispuesta a enfrentar lo que sea con tal de celebrarle los quince años a su hija. Fue la misma Laura quien no aceptó esa petición; Hyung le inculcó tanto que ella ya no estaba para tanta tontería infantil, que a lo último se quedó con las ganas.

Ahora solo queda aguantarse y contenerse en no llorar, porque cuando tuvo su oportunidad no quiso aprovecharlo. Con mucha pena por dentro intentó confesarle a sus padres que sus 18 los quería celebrar por lo grande, pero como ya estaba en su etapa terminal de la adolescencia, no le quedó de otra que conformarse con la mini fiesta que organizaron para ella, solo con familiares y amigos. Lo más frustrante es saber que Tae Hyung no la llamó en todo el día para felicitarla, ni siquiera le ha enviado un mensaje, mucho menos dará la cara apareciendose por aquí.

Laura estaba súper aburrida y triste por la situación. Ya era tarde y poco a poco los invitados se iban retirando; sus amigas Hye y Ji_woo se despidieron con un gran abrazo y beso en la mejilla. Después de eso la dolida muchachita, fue un momento a la cocina, abrió el chat de WhatsApp para enviarle un audio a Tae, y cuando estuvo en medio de su discurso diciéndole todo lo que se merecía, diciéndole por último que lo terminaban, el pelinaranja se reportó haciendo una llamada.

----¿Qué quieres?---- realmente estaba muy molesta.

----Estoy afuera de tu casa...¿Puedes salir un momento? Por favor mi amor...

Con mucha impotencia Laura cuelga la llamada. Limpia con cuidado el rastro de llanto que no pudo retener más mientras grababa el audio que no se envió. Tomo varias bocanadas de aire, y después de que se tranquilizó un poco, salió de la cocina dispuesta a ir afuera.

Sus padres estaban entretenidos riendo y bebiendo vino blanco con sus tíos. Ella se escapó sin que ninguno se diera cuenta, y cuando por fin llegó dónde Tae, este la esperaba con un ramo de rosas rojas, un peluche de Stitch y unos chocolates.

-----Feliz cumpleaños, mi vida ---- en esa sonrisa que regalo, se notó su vergüenza. Laura empuñó sus manos con mucha fuerza; se negaba a recibir su detalle aunque era tan bonito ----Por favor mi vida, perdóname, se que no te llamé y tampoco te envié ningún mensaje, pero no sabes cómo me fue hoy en el trabajo. Tuve que hacer turno doble, para poder que me pagarán bien y poder traerte este detallito...

Ella no respondió, solo lo miraba enfada.

----¿Quieres que llame a mi jefe para que veas que es cierto que no te estoy mintiendo?---- hacia como si estuviera buscando su celular entre los bolsillos de su saco blanco ----Laura, tu sabes muy bien que en ese trabajo no me pagan bien por más que me esfuerce, y como hoy es un día tan importante para ti, no me podía aparecer ante ti con cualquier cosa.

----Hubiera preferido eso, pero sabiendo que te reportaste. Un mensaje, una llamada, cualquier cosa...

-----Lo sé, lo sé princesa, y por eso te estoy pidiendo perdón ----- puso su cara de martil----No era que no quería hacerlo, no sabes cómo me sentí de mal todo el día, pero tuve que hacer este sacrificio para poder comprarte el muñeco que tanto querías. Mira, es Stitch, tu personaje favorito ----intento convencerla---- Perdóname, ¿Si? ¿Me perdonas?---- sus labios deformaron un puchero.

La chica soltó un suspiro y asintió ----Esta bien, yo te perdono, pero que sea la última vez Tae Hyung.

---Te lo juro--- aseguro--- Ven, dame un besito ----estiro sus labios. Ella iba acceder, pero recordó que estaban afuera y que los vecinos son muy chismosos.

----No Tae, no podemos. Mi familia está adentro, y nos pueden ver.

-----Ya eres mayor de edad, Laura, ¿Cuando le vas a decir a tus padres que te vas a ir vivir conmigo?--- el detalle pasó de las manos del pelinaranja a las de la chica.

----Y ¿Por qué no hablas tu con ellos? Estoy segura que si tú vas y..

-----No no, ¿Estás loca? Yo no voy a ir allá hablar con tu papá. Mejor cuando te sientas decidida a decirle la verdad, sabes que yo te estaré esperando...

***
 

BUSAN.

 


El pálido estaba realmente furioso consigo mismo, ya llevaba un mes completo en su nuevo trabajo, y aunque se mata arduamente por conseguir lo suyo, sentía que no le alcanzaba. Para una persona sola debería ser fácil, pero ¿Quién dijo que el no tenía a nadie?. 
Cada dos semanas sin falta paga el tratamiento costoso para su mamá que está muy enferma. Prácticamente su viejita vive en un hospital y con el cuidado de su única tía, él le hace depósitos de dinero a ella, para que compren lo que necesitan, sea medicina, alimentos, o lo que sea.

Con el cable del cargador proporciona continuos latigazos sobre la mesa en su pequeña sala. Hace unos minutos estuvo hablando con su tía y le dió la mala noticia de que su madre empeoró. Quizás no pase está noche, y lo agravante de todo es que el está muy lejos de ese hospital, en su moto tardaría días en llegar. El pálido se deja caer al suelo, pasa sus manos por la cabeza y se rasca el cuero cabelludo con desesperación.

Inevitablemente llora; llora apretando la mandíbula sintiendo que su mundo se venía encima...




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