Un año después
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-----Tae, recuerda que hoy hay que pagar el alquiler, ya se debe dos meses, y no creo que esa señora nos espere más tiempo --- planchando la ropa de Hyung, Laura miró por un momento al pelinaranja que se engalanaba con intenciones de salir.
----Mañana hablo con ella, hoy no me queda tiempo ----echa sobre su cuerpo uno que otro disparo de loción. La jóven acomoda la plancha, y desata de su cintura el delantal.
----Dame dinero, necesito comprar algunas cosas.
Fue evidente como no le gustó tantito el pedido de su mujer. Ya conviven juntos como pareja durante un año, es natural que hallan pasado de ser simplemente noviecitos a algo más avanzado.
Ha transcurrido un año, un año bastante largo dónde a la fuerza Laura aprendió y se ha llevado con ella una gran lección. Por no escuchar a su madre aquella vez, está pasando exactamente lo mismo que le advirtió; no fue que la veterana le deseo mala suerte, tan solo sus palabras fueron sabias debido a su experiencia con los años. Su hija no solo está pasando trabajo, también sospecha que Tae le está siendo infiel y es tan bobita que prefiere quedarse callada, aguantar con tal de que su marido no la eche a la calle.
----Espero que con esto te alcance, para lo que sea que vayas a comprar----deposita de mal modo y sobre la mesa un dinero que no serviría para nada.
-----Tae, ya no tengo ropa interior.....las que estoy usando ya están rotas y se me caen, será que me podrías dar para....
----¡Mierda!---- más se enfada -----No he cobrado, Laura. Tengo mil deudas encima y ¿tú solo piensas en tus caprichos?---- la pelinegra desvía la mirada, más que enfada por lo injusto que estaba haciendo, le dieron muchos ganas de llorar ----¿Por qué no vas bien te buscas un trabajo? Yo no puedo sólo con tanta responsabilidad ---- ella empuñó sus manos. Hyung terminó por acomodar su cabello ----Solo sabes pedir y pedir, tampoco haces nada productivo...--- eso último lo dijo más bajito, pero con lo suficiente para que la chiquilla lo alcanzara a escuchar. Guardo su billetera atrás de su pantalón, y al agarrar las llaves junto con su celular, abandona el apartamento dejando a su mujer totalmente dolida.
Ya van vários meses en que su amado ya no le compra nada, mucho menos la saca así sea a dar una vuelta por la cuadra. Si tiene perfume es nada más porque en su cumpleaños pasado una de sus amigas se la obsequio; es tan triste saber que tiene que lavar su cabello con jabón de barra porque ni para un shampoo es capaz de comprarle. Tiene una deuda grande en la tienda y ya no le quieren ni fiar para comprarse unas toallas higiénicas. Por dónde lo vean esta jodida; quizás Tae Hyung tiene razón, lo mejor que puede hacer es conseguirse un trabajo y empezar a valerse por ella misma. Si no lo ha hecho es porque el mismo se ha negado diciéndole que es suficientemente hombre para responder por ella, pero eso se lo viene diciendo antes de que se fueran a vivir juntos, y ya ven, lo mentiroso que resultó ser. La obligación le quedó grande, o simplemente se canso de cargar con Laura..
La pelinegra se arregla lo mejor que puede, agarra el dinero que Hyung le dejó y va directo al mercado a comprar lo más barato que pudiese encontrar. Es tan buena convenciendo la gente, y en algunos puestos ya la conocen que le hacen rebajas por ser tan buena clienta; sonriente sale del lugar sostiendo las bolsas con fuerza. Están pesadas, pero prefiere imaginar la cena que se va a preparar y eso la recobran de energía.
Todavía le faltaba por llegar a casa, iba cansada pero no sé rendiría no sin antes dar la pelea. Pensaba cruzar la calle en cuanto el semáforo cambiara de color; bajó las bolsas un momento al suelo juntos a sus pies, y el hombre de la moto que estaba a su frente sube el pinlock (lámina) del casco para verla mejor, o al menos que lo escuchara con mayor claridad.
----¿Va muy lejos, señorita?---- pregunta.
Laura observa esa cara joven del hombre.
----En realidad sí. Un poco...---- sonríe con algo de pena. El de chaqueta negra de cuero mira a ambos lados verificando que todo estuviera en orden en la autopista, y al avanzar un poco, se estaciona a lado de la cera.
----Venga subase. Yo la llevo ---- fue muy amable su gesto, y sin dárselas de rogar, Laura aceptó gustosa ----Paseme las bolsas yo las acomodo aquí -----ella se las pasó, y una vez la chiquilla se trepó ahorcadas detrás de su espalda, el de vestidura negra le hace entrega del otro casco ----Por seguridad, no quiero que me multen.
Laura lo recibió y se lo colocó ----Muchas gracias---- bajó la lámina del casco estando ya lista.
¡Wow! Nunca se había montado en una moto tan grande y bonita, se sentía más poderosa que la misma bichota. El hombre encendió motores, y cuando el semáforo habia cambiado hace unos cuantos segundos, el emprendió camino no sin antes bajar primero su pinlock.
----¡¡YOON GI!! ¡¡YOON GI!!! ¿CUANDO LLEGASTE A SEÚL?---- de un momento a otro le hicieron un escándalo, justo cuando él ya había arrancado, y para no hacerles una grosería, el de chaqueta negra le hace señales con la mano de que lo llamen.
El que le hizo esa escenita se trató nada más y nada menos que de SeokJin, iba acompañado por NamJoon, y una mujer que la chiquilla no supo quién era.
-----¡Oye NamJoon! ¿La que iba en la moto con Yoongi, no era Laura? La novia de Tae Hyung---- con expresión confusa Jin mira al moreno.
----¿Si era ella?---- sonó divertido ---Yo pensé que me había vuelto loco---- se cruza de brazos ----¿Desde cuándo esos dos se conocen?.
***
Laura estaba conmocionada, por meses siempre quiso saber quién era el tal Min Yoon Gi, resulta ser que el personaje sin rostro la llevaba en su moto para la casa. Todo el trayecto durante el camino fue pensativa; Hyung le pintó a su amigo como un gruñón amargado que no le gusta ayudar a nadie, pero este gruñón se comportó como todo un caballero, no cualquiera hace lo que él estaba haciendo en estos momentos.