A la mañana siguiente aún sentía mi pecho dolorido; sabía que no era algo físico ni real, pero aun así hacía que me costara respirar. Mis ojos estaban ojerosos, cansados y ardían por la falta de descanso. Había pasado toda la noche dando vueltas en la cama e incluso me levante tres veces a beber agua; no podía dejar de preguntarme porque Logan me había ignorado de esa manera. Quizá lo de anoche, ese “avance” que creí haber logrado con él, solo había sido una mera ilusión mía, quizá él solo se portaba bien conmigo porque era la mejor amiga de Sanie y él solo quería salir con ella. Algo que debía alegrarme ya que eso me facilitaba las cosas, pero no me alegraba ara nada.
Cuando bajé a desayunar, supe de inmediato que me veía tan mal como me sentía. Mi madre soltó su taza de café y corrió hacia mí para tocar mi frente y mejillas en busca de indicios de fiebre.
-¿Te sientes mal cariño? Estás muy pálida y tienes las ojeras muy marcadas. Además, tu cara no...
-No, mamá, no me siento bien. Me duele la cabeza – algo que no era mentira. - y siento el estómago revuelto.
-No tienes fiebre, pero aun así te pondré el termómetro. Regresa a la cama, hoy no iras al instituto, llamare para que lo sepan. Tendré que llamar al hospital también para pedir el día libre.
-Pero si haces eso te quitaran la semana entrante y es cuando papá estará de visita.
Ella pareció pensarlo por un instante; ambas sabíamos que eso es lo que ocurriría, si pedía el día libre, entonces cambiarían su semana libre también.
-Pero es que tu...
-Yo estaré bien mamá, puedes ir a trabajar y si me siento muy mal, entonces te llamaré.
Se estaba debatiendo internamente entre si debía acceder a esa idea o no, pero al parecer ganó el sí ya que suspiró resignada. Me señaló la escalera indicando que subiera a mi habitación.
-Muy bien, pero antes te tomare la temperatura y te llevare el desayuno a la cama.
-Mamá...
-Tú solo ve hija.
Le obedecí sabiendo que no podría discutir con ella. Diez minutos después, mi madre comprobó que no tenía fiebre y una taza de café con crema esperaba junto a una rebanada de tarta de fresa sobre mi mesa de luz. Me pare de la cama y camine hacía la ventana cuando escuche a mi madre salir por la puerta. Justo cuando ella estaba por subirse al coche, Logan salió de su casa e instintivamente cerré la cortina y dejé un pequeño hueco por el cual espiar sin que él me viera. Él miro en dirección a la parada del autobús y vio como este asaba de largo por frente a mi casa sin detenerse. Entonces se fijó en el auto de mi madre, pero ella le nego con la cabeza cuando él le hizo una pegunta, supongo que mi madre le dijo que me sentía enferma porque Logan miro hacia mi ventana un instante y temía que pudiera verme ahí parada a través de la cortina, para mi fortuna esta era de tela gruesa y color morado.
Él negó con la cabeza como discutiendo consigo mismo y saludo a mi madre cuando ella arrancó el coche. Vi a mi madre alejarse de casa en dirección a la carretera principal para ir al hospital, pero Logan seguía de pie en el mismo sitio. Entonces emprendió la marcha, pero no fue hacia su coche; fue hacia mi porche. El timbre de mi casa sonó y me sobresalte. Solté la cortina para llevarme la mano al pecho en un intento de tranquilizar mi corazón desbocado. El timbre volvió a sonar unas tres veces más, pero yo no baje ni una de ellas. No quería verlo, no estaba preparada aún. Volví a abrir un pequeño hueco entre y lo vi parado frente a mi casa mirando directamente hacia mi ventana mientras se llevaba la mano al bolsillo y sacaba su móvil. Se lo llevo al oído e instantes después el mío comenzó a vibrar. Estuvo así por tres minutos, hasta que Logan sacudió la cabeza y se dirigió a su coche. Antes de subirse se quedó mirando la rueda y sin previo aviso le propino una gran patada con enojo y frustración.
Vi cómo se alejaba en dirección al instituto. Cuando revisé el celular vi que tenía cinco llamadas perdidas de Logan y un mensaje que no abrí por miedo, simplemente lo leí por fuera.
Logan: Camil, llámame por favor.
Deposité el móvil nuevamente en la mesa junto al desayuno que no me apetecía probar y me acosté a intentar recuperar horas de sueño perdido.
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Editado: 04.05.2024