Sinopsis

A lo largo del tiempo que he vivido, aprendí muchas cosas. Aprendí que no todo en esta vida es fácil, porque de ser así no sería vida.

He aprendido que lo perfecto es aburrido. ¿Qué sería de nosotros si naciéramos sabiéndolo todo? Imagínate que naces sabiendo montar en bici, todos esos años en los que has estado esforzándote por conseguirlo se esfumarían, no tendrías la oportunidad de caer y volver a levantarte, tampoco de pedalear hasta sentir que te falta el aire y aún así seguir ahí, dando todo de uno mismo por seguir unos metros más.

No correríamos riesgos y sin riesgos no hay errores, sin errores viviríamos en la monotonía de la perfección, no aprenderíamos de nosotros mismos, no apreciaríamos las imperfecciones que nos constituyen y nos hacen más reales al parecer. Simplemente no tendríamos nada para definirnos, seríamos una especie de robots que no saben vivir.

He aprendido que lo que fácil viene fácil se va, que no todo es para siempre, ni siquiera las personas. Por ello debemos luchar por lo que queremos, ser persistentes, que más que un capricho sea una necesidad.

Sin embargo, por mucho que intentes, hay cosas o mejor dicho personas, que llegan a tu vida y cambian todo de un momento a otro; ponen tu mundo de cabeza. Cambian todo aquello a lo que estabas acostumbrada, derrumban todo lo que habías construido y un sin fin de etcéteras.

Uno de los errores más comunes del ser humano es aferrarse, o mejor dicho, depender de una persona. Porque cuando esa persona ya no esté no sabrás qué hacer, cómo reaccionar o cómo seguir con tu vida.

Hay veces en las que es mejor romper corazones a que rompan el tuyo, por muy cruel y egoísta que suene. O al menos así lo prefería Scarlett, una chica de dieciocho años que acaba de salir de una relación con el que creía el amor de su vida, pensaba que tenía todo lo que quería y finalmente se ha dado cuenta de lo equivocada que estaba. 

Scarlett ha dado todo por amor, ha dado tanto de sí que siente que se ha quedado sin nada. Lo único que le queda es ese vacío que deja la ausencia de alguien a quien se ama más que a uno mismo. Los recuerdos que la hacen sentir bien al mismo tiempo son los mismos que la destruyen,  por lo que decide cerrar sus puertas al amor.

De repente, lo imprevisto sucedió. Lo imposible se tornó posible y su vida volvió a tener sentido.

Entre Luke y Scarlett existe una química indescriptible, pero ambos son polos totalmente opuestos. A pesar de sus múltiples diferencias, se complementan de una forma única, aunque ambos les cueste aceptarlo.

Fue sólo un pequeño roce de miradas, un leve tacto y unas simples palabras lo que hizo comenzar una complicada historia entre los dos. Una historia que los llevó a experimentar aquel sentimiento que ambos desconocían, un amor tan grande que incluso les asustaba.

Dicen que los mejores comienzos vienen después de los peores finales...