24 de octubre 2013
-Señorita rusel cree que mi clase no es lo suficiente interesante para no prestarle atención no merece su estúpido tiempo- me levante de golpe y esas fueron las palabras utilizadas por mi profesor.
- En verdad lo siento - agaché mi cabeza. No sé en qué momento me quede dormida estaba tan cansada, supongo que no fue buena idea salir a correr a la madrugada.
-Salgase de mi clase-asentí y recogí mis cosas y salí lo más rápido que pude, mis compañeros se estaban burlando de mí.
Al parecer nadie te quiere estorbo-exclamo mi mejor a miga aunque pensado lo bien ahora ex. salí con lágrimas en los ojos sintiéndome estúpida tenía los ojos tan llenos de lágrimas que no me di cuenta cuando choque con alguien, será que este día no podía ser peor.
- Lo siento - dije con la cabeza agachada.
- ¿te pasa algo? - no sé quién era, pero si algo aprendí de mi padre es que cuando te están reprendiendo agachas la cabeza y escuchas lo que tenga que declararte.
- No tranquilo estoy bien - y sin más salí de ahí directo a los baños mi único lugar seguro.
(^///^)
Después del día tan horrible que tuve hoy me fui a mi residencia a dormir un rato. Estaba escuchando la voz de mi compañera de cuarto cantando alguna canción de su ciudad natal sonaba en el radio, ella es latina entonces creo que lo que estaba cantando era en español.
Asome mi cabeza y hay estaba ella arreglándose supongo que va para una fiesta, volví a taparme con el edredón.
- Oye celeste vamos a ir a una fiesta - me mencionó maya desde el espejo.
-Ándale sé que estas despierta.
-No quiero déjame en paz- le dije con la cabeza tapada.
-Vamos no te puedes quedar aquí no sé que te pasa, pero vamos tienes que distraerte un rato -será que tiene razón solo salía con Taylor a fiestas con sus amigos o algún lado, pero siempre terminaba sola en la mesa del rincón mientras él estaba por ahí con alguna mujer.
Me levanté con todo el entusiasmo y me empecé a preparar me puse el vestido más ajustado que parecía una segunda piel y se me resaltaba el busto que no tenía.
La verdad se sentía muy incómodo tener vestidos así no obstante Taylor siempre que estaba de buenas me obligaba a usarlos y no es que es tuviera mal solo a mí no me gustaban mucho y eso era todo. Nunca me gusto la ropa que me marcaba mucho a mi cuerpo, siempre fui más caderona, con más busto que las adolescentes de mi edad y, por lo tanto, jamás utilice ropa de esta manera o procuraba nunca hacerlo.
-Te vez muy hermosa -dijo maya mirándome de pies a cabeza ella si se veía precisa con ese vestido negro ajustado a la cintura y suelto en la parte de abajo.
- No menciones estupideces siento que está muy apretada mira se me sale el busto- y era verdad se me salían más de lo normal creo que fue mala idea querer ir, Porque sinceramente ya no quiero.
-Vamos antes de que te arrepientas-y sin poder reclamar me agarro de la mano y salimos a su auto.
Nos estaban esperando el que supongo es el novio de maya, a veces lo observo en la habitación, pero nunca he cruzado alguna palabra con el Taylor me lo tenía estrictamente prohibido. Y también hay otros dos hombres y una mujer, Solo conozco a dos de ellos por la universidad, supongo que el otro no es de la universidad.
-Hola chicos ella es celeste-hablo maya a sus amigos.
-Hola- saludé tímida.
-Ellos son Camila, Daniel y Jacob- dijo ella presentándome a sus amigos. Les di una sonrisa.
-Hola celeste- mencionaron todos al tiempo, como si de un duo se tratase.
Me monte al coche y quede en medio dé Camila y Daniel.
- Tienes novio, preciosa- miré a la persona quien pregunto y era Jacob el tipo que no conozco. Articule un no y volví mi mirada al frente.
- Sin embargo, según eras novia de Taylor siempre los vi juntos en la universidad - de inmediato me tense no es un tema del que me guste hablar.
- Si fuimos pero ya no - y el resto del camino me la pase mirando por la ventana.
Tras unos minutos en el coche por fin llegamos a la dichosa fiesta no obstante para ser las 10 había mucha gente. Respire unos segundos porque el aire en las fiestas no es nada respirable. Y como lo mencioné la casa huele a sudor revuelto con alcohol y no dudaría que también huele a semen esperen un momento ¿el semen huele?.
Y otra vez me quede sola todos se fueron por su lado.
Camine hacia la barra.
Dame el trago más fuerte que tengas por favor-el mesero me miro raro, sin embargo, de inmediato se puso a mezclar cosas.
- Se llama fuego -le pase unos billetes y tome el líquido de un exclusivamente trago, sentí como el licor me quemaba por dentro sacudí la cabeza y pedí otro.
Estoy aquí desde hace una hora y podríamos decir que ya estoy algo borracha, sin embargo, nada que no pueda controlar o eso creo. Nadie se ha acercado hablarme desde que llegue aquí, más miserable no podía ser.
Sentí como alguien se sentó en la silla de al lado, aunque no lo reconocí porque ya tenía demasiados tragos subidos a la cabeza. Pero el chico se veía atractivo.
- Oye guapo- admito que la celeste sobra jamás le formularía guapo a alguien que no fuera el estúpido de su novio. Él me volteo a mirar con el ceño fruncido supuse que no estaba acostumbrado a que alguien le hablara o que sé yo.
- ¿Quieres escuchar una historia?-el chico negó.
- Da igual te la voy a contar- se iba a parar, sin embargo, lo jalé de su chaqueta.
-Oye no te enseñaron a escuchar a las mujeres cuando te hablan, ahora te acomodas y escuchas- supongo que acepto porque se sentó bien en su silla.
- La historia se trata de una niña que a sus 5 años su papá la abandono por su otra familia, unos años después su mamá se casó de nuevo con otro señor que al principio era todo un galán con ella y su hija, aquella niña le empezó a caer bien le daba dulces y muchas cosas más, un día su mamá tuvo que ir más temprano al trabajo y la niña se quedó sola con su padrastro él le dijo que jugaran a un juego y la niña era tan inocente que acepto y durante esos trece años su papá la obligo a jugar ese juego aunque a ella jamás le gusto -a este punto no votaba lágrimas creo que efectos del alcohol. Voltee a mirar al desconocido y estaba mirándome atenta