Entre Alas Oscuras [sin editar]

0 - Neugier, la curiosa

     En tiempos remotos, cuando la civilización humana comenzaba a ser suficientemente capacitada para pensar por sí misma, existían escondidas diferentes especies mágicas en los puntos más alejados de los humanos; desde hidras hasta elfos, estas criaturas vivían en paz y armonía con el resto de habitantes del planeta Tierra, intentando no mostrarse ante peligros inminentes que los podrían llevar a su propia extinción. Sin embargo, la curiosidad es una característica muy común en cualquier ser vivo, incluidas las hadas: unas simpáticas luces (a la vista de los humanos) nacidas para cumplir un trabajo dependiendo del poder con el que hayan sido creadas. Estas se dividen en conjuntos de igual especialidad, llamadas clanes, que se controlan entre sí para no generar conflictos por robo, abuso de poder y, sobre todas las cosas, traición a la raza. El clan Krecher es el más importante pero menos numeroso de las hadas, pues su especialidad es de creación: ellas tienen la capacidad de formar nuevos individuos con el poder que deseen, aunque siempre depende del pedido de su comunidad (incluso, si es necesario, crean a su heredera antes de que sea demasiado tarde). Por esta razón, las hadas creadoras son las autoridades y juezas en caso de alguna injusticia ocurrida dentro del territorio faérico.
     Jamás se había quebrantado la convivencia pacífica entre ellas y el resto de criaturas mágicas y no mágicas, hasta aquel oscuro día del que absolutamente ninguna de las hadas desearía volver a repetir. Todo comenzó con la pequeña Neugier (pronunciado Niugía), un hada perteneciente al clan Krecher, quien pronto heredaría el trono como Diosa Hada Superiora. Luego de haberle rogado a su hada creadora, tuvo la oportunidad de poder explorar los alrededores de su futura tierra, no sin antes recibir la advertencia de no acercarse a seres desconocidos que no fuesen de su especie. Así que ella, contenta, salió a recorrer más allá de los árboles que marcaban el límite entre su territorio y lo desconocido. Al ser un individuo de luz, el bosque por el que caminaba no era tan difícil de cruzar y, para su mala o buena fortuna, dependiendo quién lo cuente, su brillo podía verse desde algunos kilómetros de distancia. Por ende, un hombre que se encontraba buscando desesperadamente a su perro, la única compañía que tenía desde la muerte de sus hermanos, divisó a lo lejos aquella pequeña luminosidad en medio de la nada, pensando que podría ser alguien de ayuda para encontrar a su mascota. Comenzó a acercarse, sorteando los troncos que apenas podía notar a centímetros de distancia, como si un imán lo atrajese hacia Neugier. En tanto, la joven hada observaba el lugar encantada, a pesar de ser un laberinto que pronto cambiaría su vida, y entonces descubrió la presencia del hombre humano, quien se tapaba los ojos con el brazo debido a la intensidad de la luz. Algunos cuentan que podían entenderse y hablaron durante horas, otros dicen que fue complicado lograr la comunicación entre ambos, y hasta unos pocos susurran que no necesitaron mover los labios para generar una conexión. A partir de ese día, Neugier visitó a Alessandro (ese parecía ser su nombre) cada tarde para poder saber más sobre los humanos, pues la curiosidad pudo más que la advertencia dada por su creadora. Hasta que la futura Diosa decidió enfrentarse a su comunidad, explicando lo absurda que era aquella regla de jamás acercarse a otros seres y que ella había tenido la oportunidad de conocer a un humano. Claro que esta actitud rebelde de su parte llevó a que todas las hadas terminaran yendo en su contra, volviéndola una traidora a la raza que debía ser eliminada. Neugier tuvo que, a la fuerza, desaparecer de su aldea y fingir ser humana, moldeando su luz para transformar su físico en una. Logró encontrarse con Alessandro y casarse con él, teniendo dos hijos; de esta forma, ella fue la chispa para poder crear a los faireers, una especie derivada directa o indirectamente de las hadas, las cuales pueden tener poderes o no dependiendo de su descendencia mágica.
     Los faireers se dividen en tres tipos: puros (descendientes de un hada y un humano), mestizos (descienden de un hada y un faireer) y compuestos (estos pueden tener dos padres faireers o un faireer y un humano). Cada uno tiene diferentes cualidades, aunque comparten el hecho de que, para poder utilizar su poder principal, deben pasar por una primera transformación que se desarrolla en la edad de la pubertad del individuo y aprender a controlar las siguientes transformaciones en alguna de las bases faireers, las cuales se dividen en los idiomas existentes de la Tierra. Deben saber utilizar sus poderes antes de los diecisiete años, edad de "independización" de los jóvenes faireers. En la actualidad, las hadas aún desean la destrucción total de esta especie creada, principalmente de los puros, por lo que es necesario siempre estar alerta y utilizar los dispositivos tecnológicos entregados para la detección de hadas, además de la comunicación entre faireers y el entrenamiento de control de sus poderes. Aún así, jamás es suficiente seguridad para aquella especie en constante peligro, porque incluso sus propios miembros pueden volverse en su contra y destruir todo lo que han logrado para sobrevivir.




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