Entre las llamas

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Parecíamos una familia ejemplar. Íbamos a la iglesia los domingos vestidos con total pulcritud y charlábamos y reíamos junto a la multitud, éramos compasivos hasta llegar a desprendernos de nuestros bienes predilectos, grandes cantidades de capital, nuestra propia fuerza de trabajo, tiempo y parte significante de las cosechas para donaciones. Cálidos, frescos y juveniles, hipnotizábamos y sabíamos hacer brotar la felicidad como las flores del jardín. Manteníamos los niveles académicos altos destacando en diversas áreas y siendo siempre impecables, sin siquiera molestar ni insultar una sola vez en clase ni fuera de ella; y mis padres formaban la pieza exquisita en los rompecabezas sociales, siendo el centro de cada evento. Estábamos definidos por nuestra extraordinaria belleza tanto física como interior y eso atraía a todos a nuestro alrededor, porque irradiábamos inocencia y esa esperanza que deseaba toda familia para llegar a ser como nosotros. La madre y esposa dedicada y fina, el esposo y padre fiel y trabajador, y los hijos educados y talentosos; todos agraciados de una apariencia jactable. Éramos sinónimo de perfección. Fuimos admirados desde nuestra llegada y no había quien no nos envidiara por todo lo que parecíamos.


 

Perfectos, no había duda de que así nos veían. Pero solo nosotros sabemos lo que realmente nos ocurrió desde el comienzo hasta llegar a este punto final. Quiero decir que no todo es lo que parece, siempre hay más de lo que se ve y se escucha, por ejemplo lo que se hace ajeno a las miradas o lo que se siente. Eso lo saben mis padres que crearon la familia perfecta, perfecta para compensar errores del pasado que no supieron quedarse allí, si no que trascendieron en el tiempo.


 

Fuimos inocencia, pasión, dolor, inalcanzable dedicación y sangre propia, carne de tu carne detestada y deseada con furor. "Querer lo que no se debe, desear lo prohibido y si se cruzó la línea una vez, que no vuelva a ocurrir" deberían de vociferar, repetirlo a los cuatro vientos. Pero así como nos quemamos, serán nuestras cenizas las que cubran su pueblo.



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En el texto hay: misterio, traicion, incesto

Editado: 19.05.2019

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