Prologó

Sin importarle nada le arrebato el arma.

─¡Siempre te amaré!─dijo con una mirada cansada.─No me importa nada, nada más que tu, siempre fuiste tu, lo s...

El ruido del disparo retumbó, cortando así aquellas palabras.

Limpio sus lágrimas, observando como caía el cuerpo sin vida de la persona que alguna vez fue el motivo de muchas sonrisas.

─Es tarde, muy tarde.

Su mirada se volvió fría.

No quería oír una disculpa, le había hecho daño, ya era tarde para pedir perdón.

Como nunca antes había hecho, se armo de valor y camino hasta la salida, sin ver hacia atrás, sabía que no podía volver, que ya no sería igual, algo se había roto aquel día... Ese día lo recordaría.

Al llegar a la salida todos los recuerdos explotaron.

Donde antes hubieron risas, ahora era silencio, donde hubo felicidad, ahora era tristeza, donde antes hubo amor, solo quedó el recuerdo.

Pero ya no sentía dolor, ni tristeza, solo satisfacción...

Y así mis queridos lectores, es como terminaba aquella historia.

Pero no creerán que este es el final, si apenas estamos empezando.

─Encontré las confesiones de un asecino, siéntate hay unas cosas en tu diario que quiero que me aclares...─ dije.

─Todos tenemos diferentes versiones.─ dijo mirando a la nada.─Esa no es mi historia, esa es la historia de él día que me hice esta cicatriz.─ apuntó a su pecho...