Entre Sombras

Parte 1

─Esto no puede ser.─ escuche a mi madre decir.

─Es asi, no hay otra alternativa.─ escuche decir.

─Siempre hay otra manera...

Mi madre volvió a ver hacia la puerta.

La mire fijamente a los ojos.

Ella se aproximó.

─Este no es lugar para ti. ─ fue lo único que dijo al cerrar la puerta.

Me quedé ahí, pero era inútil, al cerrar la puerta era inútil tratar de escuchar lo que decían dentro.

Quería saber, quería que dejaran de ocultar cosas.

Toda mi vida había sido así.

─¿Todo bien?─ pregunto mi abuela, sacándome de mis pensamientos.

La volví a ver, a pesar de los años, su apariencia era impecable, como si el tiempo tardará en hacer efecto en ella.

─Todo bien.─ respondí.

─A tu madre no le gusta, que andes por aquí.

─Lo sé, lo sé.

─La curiosidad no mató al gato, el gato se suicidó al ver la realidad. No dejes que que eso te pase, algunas veces es mejor vivir en la ignorancia...

La interrumpí, antes de que terminará.

─La ignorancia es la más poderosa de las enfermedades.─ sonreí.

─La ignorancia es felicidad, más la felicidad no es ser ignorante. Solo debes hayar un punto medio a eso.

─Los prejuicios están muy bien alimentados por la ignorancia.

Ella lo sedujo. 
El término muerto. 
Esa misma noche, el cadáver  se levantó con el orgullo  herido, sintiendose como un idiota. 
"La próxima vez sere yo más astuto y no dejaré que me engañe". 
Se repitió el gato. 
Mientras la curiosidad pensaba en cómo asecinarlo, por séptima vez... CUENTOS PARA MONSTRUOS... ¡No seas como el gato! ─exclamó mi abuela, llendose.

Tal vez tenía razón... Pero vamos la curiosidad siempre ha sido parte de mi.

Mire a la puerta.

¿Que podía ser tan malo, para ocultarlo?

El sonido del teléfono hizo eco.

─¿Si?─ conteste.

─¿Ya estas en camino?─ me preguntó.

Mire la hora del telefono.

10:39 am.

─Si lo estoy.

─Mentira, siempre decís si ya voy en camino, nunca es así.

─Pero nunca llegó tarde.

─Eso es verdad, espero que no sea hoy la excepción.

─No lo es.

Colgué el teléfono antes de que pudiera decir algo más.

Siendo sincera algunas veces era exasperante.

Aunque era mi mejor amiga, la quería mucho, pero algunas veces quería mandarla al demonio.

Me apresure a salir del pasillo.

Subí las gradas y toque a la puerta.

─No estoy, se escucho al otro lado.

─Soy yo.─ dije.─ ¿Puedo pasar?

─De todos modos vas a entrar.

Abri la puerta y ahí estaba, recostado al sofá jugando videojuegos.

─Estúpido, a la izquierda, al izquierda, no... Mierda, acaso sos estúpido...─ hablaba atravez de un micrófono.

Seguro estaba jugando con uno de sus amigos.

Se retiro los audífonos. Luego puso los labios cerca del micrófono.

─Estúpido de mierda, perdimos otra vez por tu culpa, vete al diablo.─ apago el equipo y me volvió a ver.

Aún parecia enojado.

Luego dicen que las mujeres somos dramáticas.

─¿Y bien?─ preguntó el moreno. Sus ojos estaban más oscuros de lo normal.

Bueno había perdido, sus ojos eran cafés, pero se volvían más claros o más oscuros dependiendo de su estado de ánimo.

Y bueno había perdido, estaba enojado.

─¿Me lleva...

Interrumpió.

─No... ─habló secamente.

─¡Por favor!

─No...

─Vete al demonio. ─dije azotando la puerta de su cuarto.

Baje las gradas, salí al garaje, donde estaban todos los autos estadocionado de mi familia.

Avance hasta el jeep color rojo, me quede en frente de él.

Esperando a que llegara.

Antes de salir de la habitación había tomado su telefono, así que no tardaría mucho en darse cuenta.

Como lo es paraba apareció.

─Devuelve el celular, ahora mismo.─ su tono era amenazante y su voz grave no ayudaba mucho.

─¿O que? ─ lo encare, estaba molesto, no era buena idea, hacerlo enojar más.

Pero no le tenía miedo, aparte el no me haría nada y se le pasaría el enojo rápido, siempre era así.

─Eres terca...─ se rio.─¿Donde dices que vamos?─ pregunto como si nada.

Era bipolar, no tengo pruebas pero tampoco dudas.

─Donde Alicia.─ hable.─ Pero primero ponte una camisa o algo.

─No me bajare, además tengo unas cuantas en el coche.

Me encoji de hombros.

─Que humor.─ solto.

Me abrió la puerta del coche y me hizo señas para que entrará.

Me subi y luego el.

─Hoy es la celebración del cumpleaños de tu amiga... ¿Cierto? ─ se notaba la curiosidad en su rostro.

─Así es...

─¿Será una fiesta de piscina?

─Mjum.

No podía evitar examinar su rostro a través del espejo.

─¿A que hora termina?

Sabía que no lo preguntaba por mi, el quería saber por ella.

Lo mire de reojo.

─En la parte trasera hay un obsequio envuelto es para ella. Lo compre hace unos días, se lo iba a dar el día del cumpleaños, pero no la vi.

Tenía sentido ella no había asistido al colegio.

Arque una ceja.

─¿Desde cuando te interesa tanto mi amiga?

─Desde nunca. Es solo por amabilidad, es lindo que te den obsequios en tu cumpleaños...

─A ti no te gustan los obsequios. ─dije a secas.

─A mi no, pero ella no soy yo. Es una buena chica.

─Como sea, gracias por el obsequio, no compre uno, le daré el tuyo en mi nombre.

Su mirada se volvió fría y quiso reclamar, pero no pudo.

Yo no haría eso, obvio le diría que era en su nombre, yo ya le había dado un regalo.

─Como sea.

Fue lo único que dijo, era obvio que le gustaba, pero no lo decía.

─Eres el mejor primo del mundo... ¿Lo sabes?

─Lo sé, soy el mejor.

Trato de disimular su frustración.

Yo sabía que el no se perdería la fiesta de Alicia, por eso le dije que me trajera.

Y aunque haya dicho que no se bajaría, sabía que no era así, el entraría.




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