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Todo iba cambiando, claro había días malos y días buenos, tenían sus peleas, no constantes pero si las cuales duraban hasta la semana sin hablarse.

Así paso hasta que cumplí la edad de 10 años, la casa en donde habitabamos era de mi abuela materna, y en ese entonces mi tío, vivía con nosotros.

El era un hombre trabajador y divertido, pero tenía el mal de que cuando se embriagaba, hacía escándalos por la mas mínima cosa y se ponia demasiado violento, y yo era un pavor que le tenía claro después de tantos traumas agreguemos eso.

En una de sus borracheras discutió con mi papá hechandolo de la casa donde vivíamos y hasta casi llegaron a los golpes, ya se imaginarán como estaba yo y mi mamá hechas un manojo de nervios y lágrimas por las acciones de mi tío, el cual la policía lo detuvo.

A partir de ahí comenzaron otra vez las peleas recurrentes, pasando los meses, mi papá peleaba con mi mamá porque mi mamá siempre apoyaba a la familia de ella, hasta prestaba dinero a escondidas para darles a mis tías en calidades de préstamos que algunos fueron pagados y otros no.

Un día la pelea fue tan fuerte, que mi papá y yo nos cambiamos de casa ya a una propia, mi mamá se quedó en la que vivíamos sola, ya que mi tío se había marchado.

Les voy a ser sincera, prácticamente me crié con mi la familia de mi papá y el mismo, me hacía falta mi mamá? Claro que sí, pero yo nunca fui de las de demostrar lo que siente ni de expresar emociones, así que la visitaba pocas veces, cuando mi papá me lo permitía.

Después de un tiempo en el cual mi papá trabajaba y se hacía cargo de mí, mi mamá trabajaba para ella y pasando penas y tristezas que hasta el día de hoy solo ella sabe, ellos se volvieron a juntar, claro había sus peleas pero ya les habían bajado un montón.

De esa vez que se juntaron nació mi hermana, a la cual amo y no me imagino una vida sin ella.

Recuerdan que les dije que yo no era muy afectiva, pues si lo era y era demasiado retraída, el recibimiento que ella tuvo por parte de mi no me lo perdonaré jamás, recuerdo que ese día era ya un poco tarde y había una persona que estaba en casa hablándo con mi abuela, y en ese momento llego mi papá con ella en sus brazos, y me la quizo entregar para que la viera, pero yo y mi estupidez de pensar que esa persona se iba a burlar de mi por recibirla con cariño y con amor pudo más y me negué a tenerla en mis brazos y a verla.