El gran vacío

Me encontraba a punto de caer, no puedo decir que era feliz si todo lo que me rodeaba era tan oscuro. Temía el día en que mi cobardía ganara. Temía que llegara este momento, en el que no había nada por lo que seguir luchando.

El fuerte aire retumbaba en mis odios, a unos metros de distancia pasaban con gran rapidez los autos. En frente de mi solo quedaba una barrera pequeña que me acercaba más a mi final.

—No lo hagas —dijo una voz con preocupación a mis espaldas, yo solo me aferre al filo del barandal de ese gran puente. —Yo puedo ayudarte —negué sin voltear a ver de quien se trataba.

—No quiero ayuda, no quiero seguir viviendo. —dije con los nervios a flor de piel.  Estaba a punto de lanzar mis demonios al abismo cuando sentí sus brazos rodearme. —¿Por qué lo haces?

—Eso debería preguntarlo yo, ¿quieres hablar?

—No, solo quiero terminar todo esto ¿Por qué me detienes? —mi voz estaba entrecortada, las lágrimas nublaban mi vista.

—¿Tienes a donde ir? ¿algún familiar?

—¿Podrías soltarme?

—Solo si no intentas lanzarte —negué —está bien.

Comencé a caminar dando pasos cortos, alejándome de la persona que había evitado mi final. A un par de metros de distancia el mundo me cayo encima. Caí sobre mis rodillas y mi corazón se rompió al recordar.

—Ven —Me acerco a él y me abrazo. —Un día me sentí como tú, por eso quiero ayudarte. Siempre hay otra salida a todo lo que tememos.

—Ya no quiero seguir, ya me cansé. —me aferre a su abrazo, tratando de aliviar el dolor que sentía.

—A partir de ahora yo estaré contigo. —me aparto un poco —mucho gusto, yo soy Jung Ho Seok —su sonrisa me transmitió calidez, no era el tipo de persona que esperaba encontrarme en esta situación, ¿Cuántas veces te encuentras con la persona que admiras a través de una pantalla?

—Yo soy Rory. —dije tratando de controlar el mundo de sentimientos que se había generado al tenerlo justamente a él frente a mí.