Escuadrón

Rebelde

En mi primera noche de trabajo es poco movida por ser jueves, solo limpio las sillas llenas de sudor, quito las manchas de maquillaje en las mesas, peino las pelucas con delicadez casi imposible para mis estándares y ordeno los vestuarios en el orden en el que los artistas drag me indican. Me he mantenido entretenido para evitar mi mayor miedo, ser encarado por mentirles a m escuadrón entero, yo era el que los despedía, me gané el puesto cuando Liza fue reemplazada por amenazar al general por hacerme más caso a mí, es claro que sentirán que les di una cachetada con guante blanco.

— ¿Pasa algo? Estás dejando marcas en el trapeador —suelto el palo por miedo a quebrarlo, Nico se coloca su peluca con muchos clips y cinta adhesiva.

— Tal vez me odien, les mentía negando que había reemplazos de ellos y a la vez llevando a uno de nuestros compañeros a la que pensaba que era una ejecución, han de pensar que les escondo mucho más.

— No te odian, sí pensaron que eras un mentiroso de cagada, pero por lo que veo vieron que era lo necesario, saben quien eres…

Se escuchan un montón de gritos y veo a muchos artistas drag correr a esconderse en sus camerinos. Creo que es una redada, hacia una que otra a la semana, revisamos el lugar, vemos que no se cometa un crimen y nos vamos, en estos barrios era casi imposible protegerlo, es preocupante en lo que se ha transformado, yo hacía preguntas ligeras mientras mis compañeros revisaban el lugar y me iba, mis redadas eran pacíficas intentando promover esperanza y no temor, en lo que Alex II o III está fallando. Nico puede salir del camerino, yo no puedo sin que piensen en mi gigante parecido con el Alex actual, sólo han cambiado mi cabello y mis ojos, físicamente sigo siendo el mismo, causando una gran confusión que destruirá al escuadrón 5, ya sin el último miembro original y cayendo en la manipulación del capitán, quien es tan retorcido ahora que lo veo.

Nico aprovecha el tiempo y corre a maquillarme, algo que podría hacer porque me enseñó a hacerlo, me dice que puede hacerme menos reconocible, debo pasar desapercibido. Después de ponerme corrector, productos que no recuerdo como se llaman y un poco de rubor porque se me ve mejor para él, termina justo a tiempo para ver que Alex actual patea la puerta hasta romperla, ojalá no afecte mi sueldo, acompañado de los demás quienes dudan de las acciones de su nuevo representante.

— Escuadrón 5 de Caetea, venimos a asegurarnos que no se estén cometiendo crímenes —nos apunta con un dispositivo de reconocimiento—. Seith Evans y Nealsen Corzón, extranjeros de la Isla Gales. ¿Qué han hecho en esta última semana?

— Hacer mis shows, tuve que improvisar dos shows seguidos para cubrir a mis compañeras y eso significa hacer nuevos vestuarios y peinar otras dos pelucas que compré con el señor Wiggle.

— Ya tienes ese closet lleno de ropa, ¿para qué quieres más? —Speedo le pregunta a Nico la importancia de su vestuario, sigo siendo nuevo en esto y yo sé cuál es la importancia.

— Porque siempre hay que innovar, es el trabajo de un artista, además, también tengo más prendas para las revelaciones de vestuario dos a tres veces por show, eso sí, sin…

— Al carajo con eso, Seith Evans, ¿Qué ha hecho esta última semana? —Alex actual me señala sospechando de mí presencia, surgiendo otro peligro, mi voz.

— Acabo de salir del orfanato Liquenster, hoy es mi primer día de trabajo —hago mi voz más aguda compensando mi voz neutra, también producto de mi creador, mi historia coincide con la que me dieron y solo tenemos ese orfanato, así que me puedo librar de los problemas con decirles lo que no les puedo negar, el régimen me la ha hecho fácil dándome toda una vida falsa en vez de meterme en problemas a propósito, ha de ser por los poderes que podríamos utilizar para defendernos.

— Es cierto —confirma Liza en su propia tableta—. Ayer salió a las cinco de la tarde, sigamos con los otros.

— Todavía no termino, no interrumpas —Alex no se guarda la ira y regaña a Liza, quién tampoco es buena en ocultar las emociones en las misiones, llegando a descargarlas en el objetivo—. Si estás en tu nueva etapa de vida, háblanos de tu infancia, de cómo murieron tus padres, que aparezca un huérfano de la misma nada de un día a otro es sospechoso.

Sea lo que haya hecho el capitán, Alex actual ha cruzado muchas de mis líneas… conmigo mismo, es más un sociópata que un héroe, eso es seguro, un héroe no amenaza y muestra emociones fuertes a los civiles, debe verse preparado y presionar poco a poco.

— Perdonen por la hostilidad de mi compañero, no es un buen día —Liza me salva el pellejo, marchándose con todo el equipo—. Tenemos asuntos pendientes que resolver, gracias por su honestidad y buenas tardes.

Alex actual se queda observándome unos minutos, al igual que los perros que usábamos cuando la situación lo ameritaba. Quiere encontrar un secreto en mí, una razón para hacerme daño, si supiera de qué se trata él respondería de otra forma.

— Ten mucho cuidado, te tendré bien vigilado.


 

— ¿Le habrán hecho algo? Nuestros clones actúan siempre igual que nosotros, ¿por qué el tuyo no? —me pregunta el Speedo original, con sus rasgos más marcados y manteniendo sus ojos cafés, para el mundo es Nando.

— Eso creo, el capitán quería corregirme, o a mi reemplazo, mejor dicho. Sabe que yo no mato y actúo más cordial con la gente, en nuestra última charla me dio a entender que era mi debilidad, que era terso para ser su soldado perfecto.




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