Estrellas perdidas

5. Manual de como cancelar a tu ídolo

Han creado una página dedicada a mi, en la que se discute acaloradamente sobre el incidente, y en dónde se ha estado intentando organizar ciertos eventos para quemar mis discos o cualquier merchandising que lleve mi nombre, mi cara, o haga alusión a mi. También han reservado un lugar para que la gente comenté y ya lleva más de medio millón de comentarios, en su mayoría desagradables.

 

@Limoncito : La mitad de mi familia somos bizcos, incluida mi hija, ella ya tiene suficiente intentando lidiar con su propia inseguridad como para escuchar a su cantante favorita tratando mal a gente como ella, el abuso que sufre en la escuela ha empeorado y supongo que también es culpa de esta mocosa estúpida. Ojalá se suicide o alguien le corte la lengua.

@Soyuncacahuate : Creo que debería de pedir perdón al chico y a nosostros los fans, de otra manera dejaré de escuchar su música y dudo que dios le de la redención. 

@Mamasita : ¿Quemar sus discos? Eso es poco a lo que se merece, deberían machetearle el cuello o coserle la boca.
 

Solo leí tres comentarios, pero carajo, estos bizcos si que son intensos. Gracias a dios que esa salchicha no era negra, o ahora mismo estarían crucificandome.

Esta es la nueva página con más visitas que cualquier otra página porno, ¡y es sobre mi! Que amables por pensar en mi hasta el punto de crear una página incitando mi muerte, la gente es tan linda.

—¿Por que sonríes?— Pregunta mi madre, preocupada— ¿No ves que es algo grave?

No le contesto. Es imposible tomarse en serio algo como esto, es completamente ridículo.

Hoy me despertaron a las seis de la mañana para hacer un plan de contingencia. Así lo llamaron, me siento como si estuviera en una película de catástrofe, o de acción. Yo, mi madre, mi mánager juno, y los pendejos que pago para que me salven el culo, nos juntamos a evaluar la situación. No presté un mínimo de atención, ya que me aburró rápidamente, estas reuniones deberían ser consideradas una tortura, siento ganas de gritar.

—Dios, esto es más jodido de lo que crei— Dice pendejo N°1, son dos, y son gemelos, así que no tiene caso aprenderme sus nombres.

Hace unos minutos pendejo N°2 nos mostró la pagina que encontró. Una página que estoy segura de que es ilegal, y que en cualquier otro caso me asustaría, si no fuera por lo absurdo que es.

—¿Que podemos hacer al respecto?— Pregunta mi madre que esta al borde de un ataque de pánico, como si la hubieran amenazado a ella en lugar de a mi.

—Ya denunciamos la pagina, pero cada vez que logramos borrarla es creada de nuevo, hemos intentado rastrearla pero es imposible, el que hizo esto sabia lo que hacía, es alguien muy inteligente.

No estoy de acuerdo, creo que es alguien con demasiado tiempo libre, que seguramente vive en el sótano de sus padres y está desesperando por sentirse parte de algo, por pequeño que sea, como el odio colectivo que hoy está siendo dirigido hacia mi, ayer fue por Justin Bieber, y el día de mañana será por, no sé, Messi.

— ¿Entonces no podemos hacer nada?— Pregunta Juno.

—Lo siento— Contesta pendejo inútil N°1.

—Bueno— Digo, hablando por primera vez en tres horas— Vamos a comer.

De repente todos me miran como si hubiera dicho : Vamos a desnudarnos y a hacer una orgía sobre la mesa.

—¿Que? Tengo hambre.

Más de lo que creen, ninguno lo sabe, pero llevo casi cuatro días sin ingerir ninguna clase de comida sólida. No he llegado al punto de meterme los dedos en la garganta para vomitar, pero si hago de vez en cuando alguna dieta estricta, sobretodo cuando estoy de gira o a poco de presentarme ante mi público en un traje demasiado revelador o apretado.

—Yess, esto es serio.

—Bueno, pensaré en lo serio que es mientras me cómo un Sándwich—. Digo, levantándome y dirigiéndome hacia la puerta.

—La comida puede esperar—. Contesta pendejo inútil anti-sándwiches, deteniendo mi paso.

—Díselo a mi estómago.

—La comida puede esperar— Repite, agachandose, hablándole a mi barriga y haciéndome reír.

—Mi apéndice y mi colón están de acuerdo, pero el resto de mí ruega por comida. Lo siento.

—¡Yessica Greyson Wilson, siéntate ya!— Grita mi madre, roja como la salchicha que quiero comerme.

Y funciona, de repente el hambre se volvio una queja pequeña y las alertas de "Obedece", se han encendido por completo.

—Esta bien, mamá— Le digo, comportándome como un perrito regañado.

—Juno— Dice, mas calmada, dirigiéndose a mi mánager— Dile a Yess nuestro plan.

—No jodan— Dije, interrumpiéndola— ¿Ya tenían un plan? Pensé que toda esta reunión era para trazar un plan. ¡Un plan Juntos!

—No creí que te gustaría participar en la primera reunión, tu presencia allí era precindible.

—Okey, entiendo— Estaba de acuerdo, ya que la idea de menos reuniones significaban más felicidad— ¿Al menos ya le pusieron un nombre? ¡Yo ya pensé en uno!

—¿Un nombre?— Pregunta pendejo... no me acuerdo cual, confundido— ¿Un nombre para que?

—Todos los planes deben tener un nombre— Digo, como si fuera una verdad universal, y con dramatismo añado:— Yo propongo que lo llamemos "Plan : Zanahorias podridas". 

—Bueno, como quieras— Concede mi madre, masajeandose la cien, y tratando de mitigar una migraña.

—El plan consiste en...— Comienza a hablar Juno

—Zanahorias podridas consiste en...— La interrumpo, corrigiendola. Ella suspira.

— Zanahoria podridas consiste en...

La escuchó, prestándole toda mi atención por primera vez en el dia. Y una vez que acaba, solo pienso que el plan zanahorias podridas es una mierda. Me niego rotundamente a llevarlo acabo.



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En el texto hay: humor, musica, drama

Editado: 16.05.2023

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