Fénix

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La leyenda cuenta que el fénix se consume para volver a renacer, más fuerte y más joven.

Cuando tenía cinco años mamá me dijo “no eres como las otras niñas”, no entendí a qué se refería, pero cuando logre mover la maleta de una niña que me molestaba, hacia la basura, entendí un poco, porque las otras niñas no eran capaces de hacer lo mismo. Luego las cosas no se hicieron tan sencillas, una vez que se desarrolla y se exterioriza la magia, viene el paso dos, inserción escolar… suena ridículo, pero se enseña a usarla para el bien y los límites de cada uno. Es muy complicado, la magia no tiene límites, se puede hacer lo que uno quiere, pero la diferencia está en la magnitud de poder, eso es lo que varía. La magnitud es aquello que nos muestra la escuela, cuan más poderoso se es, más cuidado debe haber, porque hay hechizos mortales, que te roban el alma y aparecen aquellos cuentos de Halloween sobre brujas despiadadas y rituales macabros.

  • Finalmente la historia dice que una persona más hechicera que humana o como le dice ustedes más bruja – comenta la profesora Lila, se escuchan un par de risas, el termino bruja era algo coloquial, algo despectivo para hablar de aquellos hechiceros que habían roto su parte humana por un poco más de magia – es aquella quien dará su vida por salvar el mundo –
  • ¿salvar el mundo de qué? – pregunta una chica –
  • ¿Conocen el mito del tótem?  - pregunta la profesora - ¿el tótem del ojo?
  • Es aquel instrumento que posee la magia del hechicero más poderoso del mundo, pero está perdido y quizás es solo un mito – responde Sam, mi mejor amigo, el cerebrito de la clase –
  •  Quizás – responde la profesora pensativa – bueno, el punto es que, un hechicero lo encontrará, pero no hará bien, será demasiado ambicioso, que lo destruirá y en su rencor querrá disolver a los más débiles, los humanos –
  • ¿Por qué a los humanos? – pregunto yo –
  • Porque su único contrincante o capaz de hacerle frente, ama a los humanos, que mejor forma de debilitarlo que matar aquello que ama, luego se supone que le roba los poderes y gana – comenta Sam moviendo su lápiz–
  • Pero hay otra versión, en la que triunfa el bien – sonrie la profesora Lila,  – el hechicero salva a los humanos, destruye el tótem y el muere también, aunque algunas personas dice que puede sobrevivir, aunque hay varios finales. Otro cuenta que el fénix mata al poseedor del tótem pero este se lleva consigo lo que más quiere – menciona la profesora y suena el timbre – Gracias, chicos, hasta mañana –

Me estiro en mi asiento y Sam se acerca.

  • Mi transportador se dañó – menciona Sam, enseñándome su mano, es una especie de reloj, pero en él se coloca ubicación y se visualiza el lugar a donde se quiere ir, se lo aplasta y ya estas donde querías. –
  • ¿Cómo lo dañaste? – me rió y me levanto para encaminarnos a los transportadores escolares –
  • Ayer al llegar a casa, habían visitas, tuve que tirarme al suelo, para que piensen que me había resbalado – Sam y yo parecemos hermanos, ambos tenemos el mismo color de cabello, castaño. Mis ojos son grises mientras que los de él son de color café. Mediamos casi la misma estatura y ninguno estaba en forma… ni gordos, ni flacos. En cuanto a personalidad, él es mucho más centrado que yo, más inteligente y yo un poco desaliñada creo que sería la palabra clave.

Uno pensaría que se puede viajar a todo el mundo con esto, pero solo se lo debe usar de casa a la escuela y viceversa, si se lo usa para viajar a otro lugar y te descubren, básicamente eres expulsado del mundo mágico y tu magia queda confiscada o algo así, son temas que no domino sinceramente. Hay formas de extraer magia, pero aun no llegamos a esa clase.

Los transportadores escolares, son habitaciones donde uno entra para transportarse a casa, lo feo es que hay que hacer fila,  mientras los demás se transportan.

  • ¿Qué tal las cosas en el preuniversitario? – le pregunto a Sam –
  • Pues genial, creo que cuando acabe de estudiar aquí, solo me quedare en el mundo humano – menciona él –
  • Tienes resuelta tu vida, yo todavía quiero mi año sabático – le digo riendo
  • Vamos Summer, tienes que planificar un poco – me dice Sam con tono de preocupación
  • La verdad es que seguiré yendo y viniendo entre ambos mundos – sonrío –

Por fin, llega nuestro turno en el transportador y ponemos la dirección de casa. Ambos vivimos en el mismo edificio, pero diferentes departamentos. En un par de segundos nos encontramos en el umbral del edificio rojo.

  • ¿Recuerdas la historia del fénix? – pregunta Sam mientras caminamos escaleras arriba, hacia los departamentos –

Nos conocíamos desde pequeños, porque nuestros padres eran amigos. Teníamos la misma edad. Su padre, su hermano y mi padre, habían muerto durante una guerra que se dio cuando teníamos a duras penas un año de vida, una guerra en hechiceros y brujos, los brujos intentaron apoderarse del trono, pero los reyes declararon la guerra y ahí murieron. Los brujos querían que la magia fuera usada cuando se desee, que los seres mágicos prevalezcan sobre los humanos, empezaron a matar humanos a dominarlos, quisieron el trono.

  • Muere y resurge – le comento –
  • Se suponía que un hechicero bebió de la sangre del fénix, su descendencia será la que salve al mundo de los brujos – dice –
  • Estas muy interesado en las historias del mundo mágico, como para solo querer vivir aquí – le respondo –



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En el texto hay: fenix, revolucion, magia amor y lucha

Editado: 19.04.2020

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