Flor de cristal - Entre el amor y la amistad - 2024

Capítulo 4.3

Melody llamó a Ambrielle, haciendo que esta última se alejará de sus pensamientos. Cerró la carta y la guardó de vuelta, mientras preparaba una pequeña sonrisa para darle a su amiga. 

— ¿Qué pasó? —preguntó Ambrielle, notaba el rostro de Melody pálido. 

— Este lugar —dijo dubitativa—, me recordó a esa noche. ¿Lo recuerdas? Cuando por seguir a Kenaz fuimos rodeadas por los maleantes del pueblo estrella. 

Ambrielle se sentó a su lado y suspiró, podía recordarlo como si fuera ayer. 

— Recuerdo que te metí en ese lío, no imaginaba lo peligroso que era salir de mi reino. Tampoco sabía lo mucho que odiaban a los demás reinos. —Ambrielle mantuvo su mirada en Melody y la vio con dulzura—. Tú me salvaste. Fue la primera vez que te vi utilizando magia. 

— Ni siquiera sabía que hacer —Melody recordó el miedo, lo que había sentido en ese momento—. Te seguí, después de todo sabía lo peligroso que era estar sola, pero no esperaba verte en una situación de vida a muerte eso hizo que mi alma se congelará. 

— Apareciste repentinamente y utilizaste tu gran luz para disipar la oscuridad. Gracias —Ambrielle sonrió—. Siento que siempre debas preocuparte por mí. 

— Tu harías lo mismo, no me dejarías sola en la penumbra. —Melody observó hacia el frente—. Ahora estamos juntas y sé que saldremos de este lugar, no sin antes encontrar la pista. 

Ambrielle sintió culpa, si lo que pensaba era cierto tenía que despedirse de Melody para siempre. La mejor amiga que estuvo cuidándola y apoyándola, con quién reía y lloraba, su acompañante de bromas y su confidente. No, ella ya no podía fingir que nada sucedía, la sonrisa en sus labios temblaba al mismo tiempo que sus ojos comenzaban a brillar aún más producto de sus lágrimas. 

— Ambrielle, sintió que la energía nos está rodeando. 

Melody notó que la magia oscura y deprimente comenzó a llenar el ambiente, a pesar de que no podía verla, las atrapó en ese lugar. 

— Creo que debemos irnos de aquí. Ambrielle. —exclamó preocupada, la mirada inexpresiva de Ambrielle la sorprendió—. Espera, ¿Estás bien?

Ambrielle no podía contestarle, sus palabras se encontraban atoradas en su garganta junto al pesar que le provocaba tomar la decisión de acabar con la vida de Melody.

Melody simplemente se quedó callada, mientras veía que se desataba una fuerte tormenta enfrente de ellas, que aunque sabía no podía alcanzarlas; sentía que la energía se intensificaba y buscaba una forma de atacarlas. 

— Estaremos bien. Es normal que la oscuridad sepa de nuestra presencia, pero estamos juntas y lograremos salir de aquí. —aunque su voz era segura, sus manos temblaban.

Los pensamientos de Ambrielle trataban de justificar su decisión, y a su vez, de negar completamente sus acciones. Ella no podía detener sus lágrimas, sabía que aunque llorará y se quejará por eso, tenía que hacerlo si quería volver a ver a Kenaz. 

Aunque para Ambrielle sus acciones estaban justificadas, el dolor en su pecho no parecía calmarse ni por un segundo, deseaba advertirle; decirle que huya lejos. 

— Lo siento tanto, Melody. ¿Por qué tuve que traerte aquí? —dijo desconsoladamente. 

— Espera, tranquilízate —Melody estaba confundida—. Vine por mi cuenta, no me obligaste a nada. 

— ¿Por qué tienes que amarme tanto? —tocó su corazón, sintió cómo ardía y cada respiración dolía. Ambrielle lo sabía muy bien—. No puedo poner mi amor en la balanza por Kenaz o por ti.

Melody no sabía que decir, ni siquiera ella conocía la razón por la que amará tanto a su mejor amiga. Tampoco entendía el sufrimiento y el dolor que ya sentía Ambrielle, él no soltar a Kenaz estaba desgarrandola, apoderandose de su resplandor y alegría. 

Ella también quería llorar, así que simplemente la abrazó. Acarició su cabello mientras contenía sus lágrimas para no preocupar a Ambrielle. 

— Melody, tú… —susurró Ambrielle—. ¿Qué haré sin ti?

Ambrielle supo que ese era el momento, aprovechó la vulnerabilidad de Melody y decidió hacer el hechizo que acabaría con su vida. Cerró sus ojos y sintió como la luna la cubría con su velo, ya estaba lista para empezar. 

— Tranquila, podremos con esto. —le dijo, Melody podía sentir que algo no estaba bien pero se negaba a aceptarlo. 

Rodeadas por el poder mágico, Melody sostuvo a Ambrielle, pensando en lo peor. Entre lágrimas, Ambrielle comenzó a recitar el hechizo, sintió el peso de sus decisiones y el frío persistente de aquella maldición. 

“Soy hija del Reino Luna, recibe mi pedido desde la oscuridad, apaga la luz y vida de Me…”

No terminó de recitar la maldición, la energía maligna del lugar se desató brutalmente sobre la cabaña provocando que las dos sufrieran el impacto y quedarán inconscientes; con el refugio destruído estaban en grave peligro y era cuestión de tiempo que la oscuridad las consumierá. 

 

Continuará...

 

Autor: Fueron unas semanas bastante inactivas, este cap fue un dolor de cabeza. Cada vez que lo editaba crecía más en su extensión, por eso es que decidí dividirlo en tres partes.




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