Boston, Ciudad de Massachusetts.
Viernes 24 de Diciembre 1999.
Juliette miraba a su alrededor, está toda su familia reunida, primos, tíos pero algo era muy diferente. Su abuela "Nana" como le solia decir, esa Navidad no estaría con ellos.
Su mamá le había dicho que ella estaba en el cielo así cómo Lana su hamster que al lograr escapar de su casa estuvo dos días pérdida y la encontraron debajo de la nevera, sus papás no dejaron que se despidiera de ella. La enterraron en el patio trasero, dentro de una caja, esa noche ella escuchó a sus papás hablar de que nunca pudieron encontrar la cabeza de Lana. Estuvo muy triste unas semanas, porque era su mejor amiga, o más bien la única. Siempre sus papás la dejaban que la pequeña roedora la acompañará a todas partes.
Su Nana siempre había sido muy cariñosa con ella, apesar de que su terrible enfermedad, que acabava con ella cada día. Cáncer había escuchado a sus papás decir que los doctores no podían hacer mucho por ella. Era un cáncer muy agresivo.
Hacía ya casi un mes ,que habían dejado a la abuela dentro de ésa caja de madera.
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Domingo 28 de noviembre 1999.
Ese día la habían hecho usar un vestido negro, zapatos negros, un moño negro. No le desagradaba el color, pero no le gustaba como absorbia su energía. Siempre su Nana lo decía.
- El color negro es muy oscuro para mí - Decia su Nana. - Además roba mucha energía y yo la ocupo. Recordaba que siempre solia usar colores pasteles o primaverales.
Su papá iba conduciendo el auto y su mamá iba de copiloto. Llevaban ,casi media hora en el carro y mientras más tiempo pasaba, menos carros se lograban ver. Ella no reconocía ése caminó, pero le causaba un poco de miedo.
Hasta que unos minutos después, estacionaron el carro. Cuando bajaron pudo ver qué de los otros carros bajaban sus tío, primos y algunos que no reconocía.
- Cariño, dame tu mano, este lugar es algo grande y no quiero que te pierdas.- habló su mamá, tomando su mano.
- Si, mami.- dijo la niña, camino junto a su madre. Para adentrarse al cementerio.
Cuando estuvieron frente a la que sería la nueva casa de su Nana, ella no pudo evitar preguntarse,el porque tendría que vivir en ése lugar tan pequeño si podría vivir en casa con ellos.
- ¿Porque la abuela no puede vivir con nosotros?, esté lugar es muy frío, mami-. Su mamá volteó a verla con ternura, era muy pequeña todavía para entender del todo. - Cariño, la abuela está durmiendo aquí, ella ya está descanzando - Le respondió su mamá, trando que la niña por el momento se quedará tranquila con esa respuesta.
- Entonces dile que se despierte, que se vaya con nosotros, en casa va a estar mejor, mami dile - Dijo la niña, tratando de convencer a su mamá. Amy no sabía cómo explicarle a su hija que, su Nana no volvería, ni hoy, ni nunca.
- Eso no se puede, mira la abuela ya no puede estar con nosotros ella está en el cielo como Lana- Cuando mencionó a Lana, la pequeña hamster de su hija, no pudo evitar que un escalofrío recorriera su cuerpo. Cuándo encontraron a Lana, estaba decapitada y con un rastro de sangre, que llevaba hasta una esquina de la casa, donde se percataron de un abujero que llevaba hasta afuera de la casa y con miedo despidieron repararlo, pensado que pudo haber sido una serpiente o algo cómo eso, no le hayan otra explicación.
Luego de estar un rato más explicándole a su hija, que era algo natural de la vida. Naces, creses y llega un momento en que tú cuerpo no funciona cómo debería y eso ocaciona que dejes de respirar.Y te vallas al cielo, era lo mejor que le podía decir a su hija por el momento.
Mary, su suegra y madre de su esposo Robert, fue una mujer muy buena y cariñosa. Robert desde la noticia no había derramado lágrima alguna, pero en el momento de cerrar el ataúd, para hasi cubrirlo de tierra, el soltó las lágrimas que había mantenido guardadas. Y al Rubí su sobrina ,de 19 años proponer llevar a los niños a caminar algo apartado de esa área, no le pareció mala idea, no quería que Juliette se asustara por el llanto de los presentes. Y hasi miró a los niños alejarse un poco.
Juliette miraba un tanto curiosa mira la casas de las personas que según su mamá están en el cielo. Pero, si estaban en el cielo ¿porque ocupaban una casa en la tierra?. Era muy confuso para ella, su prima Rubí parecía estar entretenida con su novio, tanto que su primo Evan que era 2años mayor que ella decía que se pasaban el chicle.
Desidio explotar por si misma y se alejó un poco, le llamo mucho la atención una casa con algunas flores marchitas. No sabía porque pero le causó un poco de tristeza, porque había una foto de una bebé se miraba muy chiquita pensó.
-¿Que le sucedió a tú vestido?- Habló por fin Juliette. - Soy Lucí y ¿tú?- Evitó responder la niña. - Juliette - Se sonrieron las dos niñas. Pensó Juliette que ésa niña parecía rara, como ella siempre se lo decían sus compañeros. Y su mamá que ella era diferente a los demás y que por eso le costaba hacer amigos.